Después de Merkel, la nueva Europa

Las elecciones al Bundestag del próximo 26 de septiembre abren el primer escenario europeo sin la canciller en más de década y media

La cancillera alemana Angela Merkel abandona su cargo después de 16 años al frente del país y una carrera de más de tres décadas | EP La cancillera alemana Angela Merkel abandona su cargo después de 16 años al frente del país y una carrera de más de tres décadas | EP

"El problema del eje París-Berlín es que se tiene que procurar que Alemania no germanice Europa, sino que sea europeizada". El director académico del Institut de Ciències Polítiques i Socials de Barcelona (ICPS) Gabriel Colomé recuerda la cita de François Mitterrand para describir, mirando atrás, el Europa que despertará lunes 27. La relación entre Alemania y el resto de Europa hace década y media que viene marcada por la líder más reconocible del continente, y su retirada no puede por menos que suponer un cambio a la raíz misma de la política regional de la Unión en uno de los momentos clave del inicio del siglo. En este contexto, el Col·legi de Professionals de la Ciència Política i la Sociologia de Catalunya (COLPIS) organiza una tabla redonda alrededor del futuro de la política alemana bajo el título Que pasará después de lo era Merkel?

Angela Merkel dirige la CDU desde el inicio del milenio, pero empezó a andar por los pasillos del alta política alemana – es decir, europea – en 1991, cuando ocupó el ministerio de Juventud y Mujer del gobierno de Helmut Kohl, el primero tras la reunificación. Después de 16 años al frente de la principal economía del continente, Merkel abandona la cancillería – por voluntad propia, no por restricción de mandatos – dejando el panorama electoral más abierto de la historia reciente de Alemania. Un panorama que, de hecho, tiene mucho que ver con su retirada. La fragmentación que dejaron los comicios de 2017, que acabaron para cerrarse con una Gran Coalición después del llamamiento a la responsabilidad del presidente Frank-Walter Steinmeier, fueron uno de los factores decisivos por la retirada de Merkel, tal como recuerda la corresponsal a Berlín Maria Paz López: "Merkel decidió no presentarse al 2018 cuando vio que probablemente a las próximas elecciones no podría ganar". La misma periodista reconoce, en este sentido, que la canciller es una política a que "se ha acusado de oportunista – o bien de saber leer muy bien los movimientos de la opinión pública".

Los años de Merkel han estado marcados, más que por la acción de gobierno, por un talante – el que López describe como "el opuesto absoluto a la masculinidad tradicional". La corresponsal observa cómo esta actitud ha quedado especialmente patente durante su última legislatura, como contraposición estilística y discursiva de Donald Trump. El momento definitorio de su paso por la Cancillería Federal, de hecho, es, en opinión de la corresponsal en Madrid de la Süddeutsche Zeitung Karin Janker, su tratamiento de la crisis de los refugiados en 2015. "La acogida de las personas refugiadas es lo que queda de Merkel. Algunos sectores lo recuerdan cómo su gran error, pero opino que fue un gran gesto humano, el gran legado de su figura".

López: "Merkel ha representado un estilo de gobierno opuesto absoluto a la masculinidad tradicional"

Volviendo a la reflexión de Miterrand, Colomé reconoce que su máxima se aplicó con éxitos dispares durante los mandatos de Merkel. "Durante la crisis económica de 2008 – afirma – Merkel consiguió que se germanitzés Europa". Esta germanització, la de la austeridad, está muy relacionada, de hecho, con la acción política de los últimos gobiernos conservadores alemanes – una de las críticas más repetidas que ha recibido la canciller. López lo caracteriza, de hecho, como "la gran obsesión por el ahorro y tener las cajas llenas" de Merkel – una fijación que, en la línea de lo que dice Colomé, afectó especialmente el Europa del sur durante la década posterior a la crisis de 2008. La tendencia, tal como constata el mismo director académico del ICPS, ha cambiado, y las políticas expansivas de la salida de la pandemia indican una nueva dirección regional. "Durante la crisis de la pandemia Alemania ha sido europeizada".

Los liderazgos del futuro

La fragmentación del Bundestag posterior a las elecciones de 2017 se mantiene, más acentuada si ninguno, en las encuestas de este año. El cónsul general de Alemania a Barcelona, Dirk Rotenberg, considera, de hecho, que los sondeos electorales indican que "solo será posible un gobierno entre tres partidos, una situación que puede tardar semanas, si no meses, en resolverse". Tal como recuerda la periodista y moderadora del acto Gemma Saura, un gobierno federal tripartito es un fenómeno que no se ha dado en unas cinco décadas.

El escenario más probable, según los datos recogidos por los varios encuestadores, coloca al candidato socialdemócrata – y ministro de finanzas del actual gobierno de coalición – Olaf Scholz al frente de la cursa, seguido por el Ministro-Presidente del Land de Renània norteño – Westfalia, el conservador Armen Laschet, y la copresidenta de Die Grünen, el ecologista Annalena Baerbock. La composición de los pactos, pues, dependerá de los resultados de un sistema electoral cómo el alemán, complejo pero altamente proporcional, que mezcla la elección directa de diputados por circunscripción y el voto a listas cerradas de partido.

Los ponientes constatan que, incluso si eventualmente las cifras encajan, llegar acuerdos será complicado. Los verdes, potencial segunda fuerza, estarían más cómodas, afirma López, como segunda fuerza de un gobierno socialdemócrata – atendido, además, que experiencias cómo la austríaca demuestran que la mezcla de verdes y conservadores no es el gobierno más exitós. La potencial cuarta fuerza, los liberales del FDP, preferirían, cómo constatan los participantes de la tabla, un gobierno conservador – de hecho, su líder y actual candidato Christian Lindner, rompió el que se conocía como coalición Jamaica, el acuerdo entre conservadores, liberales y verdes, después de las elecciones de 2017. Por su parte, los socialdemócratas amenazan con un pacto a su izquierda con los Verdes y Die Linke, a pesar de que López considera que este mensaje es más una herramienta de presión que una posibilidad real: "Parece a menudo que Scholz deja entrever que con él puede darse un gobierno de izquierdas para presionar los liberales", que apoyen para evitar el acceso a la coalición de gobierno del partido de Janine Wissler y Dietmar Bartsch.

Janker: "Si el resultado de las elecciones dependiera solo de los menores de 30 años, tendríamos una canciller verde"

La tensión entre novedad y continuisme recorre los que serán los primeros comicios de la historia de la República Federal sin el canciller como candidato – algo que, según López, favorece el candidato socialdemócrata. Tal como recuerda la corresponsal, Scholz veía una gran ventaja al ser "una cara conocida" del gobierno, frente a una candidata sin experiencia de gobierno a ningún nivel como es Baerbock y Laschet, un cargo regional. "Olaf Scholz representa el equilibrio perfecto entre novedad y estabilidad", afirma, que el electorado alemán busca para relevar Angela Merkel. Janker, de hecho, apunta la ironía que "el candidato socialdemócrata sea, de hecho, más merkeliano que el conservador". Una renovación más profunda es, además, muy difícil por la distribución demográfica del país. En palabras de la misma Janker, "si el resultado de las elecciones dependiera solo de los menores de 30 años, tendríamos una canciller verde, pero los jóvenes son solo el 15% de los votantes, y más de la mitad tienen más de 60 años".

Tanto Laschet cómo Baerbock están, cómo recuerdan los ponientes, marcados por errores personales cometidos durante la campaña: mientras que el candidato democristià fue filmado riendo mientras el presidente Steinmeier daba un discurso a las víctimas de las inundaciones del pasado julio, la líder verde exageró partes de su CV público, como el grado de implicación con algunas ONG dedicadas a la ayuda a personas refugiadas. López, sin embargo, considera que los problemas de Baerbock se acabaron con la caída de los Verdes al tercer lugar de las encuestas, puesto que, afirma, "las acusaciones fueron desproporcionadas y venían alimentadas por su entonces posible victoria".

Abrir la cartera

Tal como reconocía López, la acción de gobierno de Merkel estuvo marcada por el ahorro y la austeridad, a pesar de que, considera, el país podía haber necesitado, en ciertos momentos, una dirección diferente. "Merkel deja Alemania con muchos deberes: no hace grandes reformas, ni grandes inversiones, y vive de las que hizo el canciller Schröder, que lograron buenos niveles de trabajo y crecimiento". Los analistas asumen, según la corresponsal, que el próximo ocupante de la cancillería "anunciará grandes inversiones". Una política expansiva que, para López, encaja con las necesidades de un país con unas infraestructuras muy desgastadas.

López: "Los empresarios consideran a los Verdes el partido de las regulaciones y las prohibiciones"

Janker reconoce, en este sentido, una contradicción que se mujer alrededor de estas elecciones: la lucha contra la emergencia climática recorre el discurso político del país – con la excepción de los ultraderechistas de Alternativa por Alemania. "Todos los partidos, menos AfD, tienen al suyo programa puntos claros y concretos para luchar contra la crisis climática". Aún así, reconoce, "otros temas serán más determinantes para los votantes", en cuanto que todas las fuerzas con posibilidades de gobierno comparten, como mínimo en discurso, los objetivos ecológicos.

El conflicto, especialmente en cuanto a los Verdes, se dará al campo más puramente económico. El partido de Baerbock ha perdido la exclusividad del discurso ecologista y, por lo tanto, "busca un nuevo selling point" alrededor de las políticas sociales, una "nueva identidad" de la fuerza ecologista que entra en conflicto, como avisa López, con los intereses de las fuerzas empresariales del país. "Una de las grandes preocupaciones de los empresarios es que los Verdes, que son considerados el partido de las regulaciones, puedan legislar de forma que afecte la producción industrial".

El éxito del cordón sanitario

Una de las victorias del conjunto del arco parlamentario alemán ha sido, coinciden las ponentes, la expulsión y marginación de Alternativa por Alemania como potencial fuerza de gobierno. Janker, de hecho, considera "fundamental" que nunca se pacte con los ultraderechistas en Berlín. "Conseguirán un porcentaje de voto estable" avisa López "pero están completamente fuera de la batalla electoral, porque nadie quiere pactar con ellos; ni siquiera se los coloca en los posibles pactos de gobierno". Janker coincide, sorprendida por la diferencia con las decisiones del bloque conservador español en comparación con la relación de la CDU/CSU con la extrema derecha: "Me parece sorprendente que aquí se pueda pactar con normalidad con Vox".

Colomé: "La salida de la pandemia aclarará el papel geopolítico de Europa respecto de las nuevas alianzas al Pacífico"

A diferencia otros espacios ultraderechistas, constatan López y Janker, AfD no ha conseguido capitalizar, como mínimo en los últimos años, cuestiones cómo los flujos migratorios, la integración de las personas refugiadas o, más recientemente, la pandemia. La corresponsal de La Vanguardia reconoce una especificidad en el votante ultra alemán, que opta por AfD "por identidad, pero no tiene problemas con llevar mascarilla y quiere vacunarse". Por su parte, Janke destaca el papel de Merkel en la lucha contra el discurso xenófobo, destacando que "consiguió la integración de las personas refugiadas" en Alemania con gran éxito.

El estado más establo del Europa contemporánea se enfrenta a su primero gran cambio de liderazgo en década y media mientras transita una pandemia y navega cómo pocas potencias occidentales las contradicciones entre producción y clima. El Alemania y el Europa del que va de siglo XXI se han construido a imagen de Angela Merkel y sus decisiones, pero los nuevos ejes internacionales venden con nuevas caras y nuevas prioridades. Cómo concluye Gabriel Colomé, "La salida de la pandemia aclarará el papel geopolítico de Europa respecto de las nuevas alianzas al Pacífico, que ha sustituido el eje atlántico cómo el principal núcleo geopolítico".

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