Alquilar un piso a ciegas: el mercado inmobiliario durante el estado de alarma

La imposibilidad de hacer visitas paraliza el mercado inmobiliario, pero las 'proptech' reivindican el proceso 100% online para desencallarlo

Un piso en alquiler en una imagen de archivo | Europa Press Un piso en alquiler en una imagen de archivo | Europa Press

¿Alquilarías un piso sin verlo en directo? El mercado inmobiliario está casi del todo paralizado -como otros muchos- por la crisis del coronavirus. A una oferta de alquiler ya baja de por sí en ciudades como Barcelona, desde que empezó el estado de alarma se ha añadido una reducción drástica de la demanda. "No se pueden hacer visitas, por lo tanto, no podemos cerrar operaciones", indica Ivan Vaqué, socio y director general de la inmobiliaria Forcadell. Ante esta situación, las proptech aprovechan para hacerse ver y reivindicar su forma de hacer las cosas, con unos procesos 100% online. Pero también han notado los efectos del Covid-19. Según Ignasi Giralt, director general de Badi en el Estado español, "algunos usuarios posponen la búsqueda de piso; hay una bajada importante de la actividad".

La visita del inmueble antes de alquilarlo es uno de los principales problemas con los que se encuentra el sector inmobiliario más tradicional, pero hay otros. "Si se cierra una operación, se tiene que firmar el contrato, se tienen que entregar las claves y se tiene que hacer una mudanza; es muy poco viable", insiste Vaqué. Es por eso que en Forcadell han notado un descenso en picado de la actividad en los alquileres, tanto por parte de la oferta como de la demanda. Desde Badi, la plataforma para alquilar habitaciones en pisos compartidos, aseguran que ha habido un frenazo, pero no lo definen tan extremo. "Ahora no entra nueva oferta, pero las habitaciones activas continúan en la plataforma; el sistema de reservas permite no tener que hacer visitas", indica Giralt.

Alquilar a ciegas es la única opción que deja esta situación de confinamiento. Y existe una startup que se dedica exclusivamente a ello. Es Spotahome, que garantiza un procedimiento completamente telemático. Su jefe de real estate development, Alfredo Díaz, cree que "una vez que pasen estos primeros días de desconcierto a nivel social, todo volverá relativamente a la normalidad". En su caso, el principal problema con el que se encuentra el sector, el de las visitas, no es nuevo, sino que "los inquilinos pueden continuar visitando los pisos, puesto que nuestro modelo es y ha sido de visitas virtuales", según Díaz.

Ivan Vaqué (Forcadell): "Si se cierra una operación, se tiene que firmar el contrato, se tienen que entregar las claves y se tiene que hacer una mudanza; es muy poco viable ahora mismo"

Con este tema solucionado, el principal problema al que se enfrentan las startups inmobiliarias como Badi y Spotahome es las salidas anticipadas de algunos inquilinos. Como las dos están especializadas en alquileres a medio plazo (entre tres o seis meses y un año de duración), parte de sus usuarios son extranjeros. "Algunos han empezado a resolver anticipadamente sus contratos de alquiler para volver a sus países", según Díaz. En cambio, desde Badi aseguran que todavía no han notado "grandes cancelaciones" en este sentido, pero sí "cambios en las fechas de entrada y anulaciones de las reservas". En ambos casos, han habilitado poder hacerlo de manera gratuita mientras dure la situación excepcional.

Impacto en los precios

Tanto Vaqué como Giralt y Díaz creen que todavía es pronto para evaluar el impacto del coronavirus en el mercado del alquiler de viviendas. Pero también están de acuerdo en que es posible que se produzcan bajadas de precios temporales: "Hemos empezado a recibir peticiones de rebajas del alquiler, especialmente por parte de autónomos que se han quedado sin actividad", indica Vaqué. En estos casos, se inicia una negociación con la propiedad -por vía telemática- y se llega a un acuerdo.

Ignasi Giralt (Badi): "Hemos registrado cambios en las fechas de entrada y anulaciones de las reservas"

En la misma línea, Díaz explica que "prevemos posibles descuentos en los precios durante los próximos meses". Tanto en el caso de Spotahome como en el de Badi, la negociación se tendría que hacer sin intermediario, puesto que estas plataformas sólo facilitan el contacto entre inquilinos y propietarios pero no gestionan los alquileres una vez ya se ha firmado el contrato. En este sentido, Giralt recuerda que Badi sólo gestiona el primer pago, que la plataforma permite hacer de manera segura.

Además de las cancelaciones anticipadas y los posibles cambios de precio, Díaz apunta otro fenómeno que han identificado estos días en relación a los inquilinos internacionales, desde que se declaró el estado de alarma a raíz de la amenaza del Covid-19: "En algunos casos se están prolongando las estancias a la vista de determinadas restricciones para devolver a los países de origen". Desde Forcadell todavía no se han encontrado con la finalización de un contrato que el inquilino o el propietario no quieren renovar desde que empezó el confinamiento; pero Vaqué admite que "sería un problema" y tendrían que estudiar cómo gestionarlo.

Alfredo Díaz (Spotahome): "Prevemos posibles descuentos en los precios del alquiler durante los próximos meses"

La compraventa también se resiente

El impacto del coronavirus en el mercado inmobiliario es evidente. Además de la paralización temporal de la actividad, ¿habrá consecuencias a largo plazo? "Si la situación dura uno o dos meses, la recuperación será rápida", asegura Vaqué. Hasta que pase la pandemia y las restricciones de movilidad y actividad económica se levanten, no se sabrá. Díaz vincula la evolución posterior del sector al impacto general de la enfermedad en la economía: "Según los efectos, podremos ver un aumento de la demanda o una ralentización, y esto influirá en los precios".

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La compraventa, igual que el alquiler, se resiente de la situación. Vaqué explica que "llevábamos cinco años consecutivos de incremento de ventas", pero 2019 fue el primero en el que se rompió esta tendencia. En cuanto a 2020, "enero empezó flojo y en febrero se recuperó un poco, pero en marzo cae en picado y los efectos también se notarán en abril", añade el socio de Forcadell. El sector, sin embargo, confía en que la inestabilidad sea temporal y la recuperación, rápida.

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