Conquistar el mundo con una molécula vegana

Representantes de Ametller Origen, Sorigué y Cocunat apelan a valores como la emoción, la sostenibilidad y el talento

Josep Ametller, CEO de Casa Ametller, durante la mesa redonda Josep Ametller, CEO de Casa Ametller, durante la mesa redonda

El glamour de una col, la importancia de la lana y la piedra en la obra de la artista japonesa Chiharu Shiota o la posibilidad de conquistar el mundo con una molécula vegana que pueda sustituir un material contaminante como el petróleo forman parte de la lista de deseos que han compartido los responsables de las empresas Ametller Origen, Sorigué y Cocunat para diferenciarse en el mundo empresarial. En el marco de una mesa redonda que tuvo lugar en la XXXIII edición del Encuentro Empresarial al Pirineu, en la Seu d'Urgell, estas 'estrategias empresariales diferenciales' se han basado en la sostenibilidad, la captación del talento y el amor a la tierra. Valores estables para un contexto incierto.

"Formo parte de una familia que trabajamos la tierra desde hace ocho generaciones". Con esta carta de presentación, el CEO de Ametller Origen, Josep Ametller, ha reivindicado este amor a la tierra y "la emoción que todavía me provoca oler los tomates" para remarcar su apuesta por la calidad. Estos valores se concretan al proyecto 'Agroparc', con el que la compañía quiere crear un hub que aglutine actividad agraria, ganadería, agroindustria y energías renovables en un único espacio. Con un volumen de inversión de 180 millones de euros y una voluntad de dinamización del tejido económico del Penedès, se situará en la zona norte del Alt Penedès, entre los términos municipales de Gelida y Sant Llorenç d'Hortons y contempla un total de 258 hectáreas con la previsión de crear más de 3.100 puestos de trabajo. Este proyecto surge después de que Ametller haya consolidado su modelo de negocio, con la implantación de 122 tiendas en toda Catalunya y una empresa que sirve a 300 restaurantes.

Josep Ametller: "Lleida se tiene que reinventar en el mercado para competir en base a la calidad y no del precio"

Josep Ametller ha recordado que en la última década la compañía ha crecido a un ritmo medio por encima del 20%. Más allá de las cifras, ha elogiado la capacidad de imprimir un impacto para favorecer la sostenibilidad y "hacer pequeñas acciones que siempre será mejor que no actuar". Como ejemplo, ha detallado que cuando Ametller abre una tienda, paralelamente el consumo de fruta y verdura en la zona se incrementa un 35%. Como consejos a los empresarios presentes en el  encuentro, ha recomendado que "Lleida se reinvente en el mercado para competir en base a la calidad y no al precio". Esta mención a uno de los pilares de la economía leridana ha ido acompañada con el anuncio que antes de acabar el año, Ametller abrirá su primera tienda en la ciudad de Lleida.

Diversificar desde la sostenibilidad

"El inicio de nuestra actividad fue con los asalfatados de los movimientos de tierra y ahora integramos la sostenibilidad en la construcción, la obra civil, los servicios en la ciudad, las energías renovables y la gestión de residuos". Las palabras de Ana Vallés, presidenta de la constructora Sorigué, dibujan la trayectoria de una compañía que ha hecho de la construcción industrializada sostenible su identidad. "Ante una crisis que nos hizo caer la facturación, una gestión empresarial por parte de una mujer en un mundo endogámico y masculinizado y cambios en el seno de una empresa familiar, nos centramos en las personas y en la creación de una marca paraguas que englobara más de 20 filiales".

Ana Vallés: "Lo que depende de nosotros siempre es alcanzable. Solo tenemos que pasar a la acción"

A las puertas de la presentación de su tercer plan estratégico, Sorigué acelerará su apuesta sostenible después de haber multiplicado por tres su facturación en una década. Tal como asegura su presidenta, Ana Vallés, "lo que depende de nosotros siempre es alcanzable. Solo tenemos que pasar a la acción".

La acción es la que ha permitido a Sara Werner, cofundadora y CEO de Cocunat , "el deseo de conquistar el mundo" en solo una década. Testigo directo de los efectos de los productos químicos sobre la cosmética, ya que su madre fue diagnosticada con sensibilidad química, Werner creó la categoría de la cosmética libre de tóxicos. De una plataforma multimarca pasó a constituir una línea de productos propia, basada en elementos 100% libres de tóxicos. El ejemplo de la trayectoria fulgurante de Coconut se visualiza con la evolución de su facturación. De los cuatro millones de 2019, saltó a los 32 de 2020. El año siguiente, la cifra bajó hasta los 30, pero el propósito de Werner es lograr los 100 durante el año 2023. Con estos compañeros de viaje, Sara Werner no descarta nada: ni continuar creciendo, ni despertar el interés de un gran grupo inversor ni siquiera conquistar el mundo con una molécula vegana, tal como ya ha hecho parcialmente.

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