"Imprimir y regalar dinero", el helicóptero que sobrevuela el mundo

Xavier Sala-i-Martin o Jordi Galí proponen una fórmula macroeconómica para combatir el coronavirus

El economista Xavier Sala-y-Martin | Àngel Bravo El economista Xavier Sala-y-Martin | Àngel Bravo

Son las 22 de la noche y confinado, pongo la televisión. Como cada sábado es hora del Preguntes Freqüents de TV3 y hoy tienen al economista y catedrático de Economía de la Universidad de Columbia, Xavier Sala-i-Martin, como invitado especial. Hace apenas un par de semanas y ya en tiempos de coronavirus, escribí un artículo titulado Ante el pánico de los mercados, la cabeza fría de los economistas. Por aquel entonces, Sala-i-Martin reclamaba "sentido común" para luchar contra el pánico económico de la sociedad. "La única solución es que el Banco Central Europeo (BCE) imprima dinero y lo regale a los gobiernos", defiende ahora.

Més info: Ante el pánico de los mercados, la cabeza fría de los economistas

A todo ello, sobrevuela una concepto conocido entre los economistas como Helicopter Money. Se trata de una política monetaria ideada por el economista norteamericano y Premio Nobel Milton Friedman donde los bancos centrales distribuyen dinero directamente a toda la población. De un vuelo similar pero diferente al helicóptero es el llamado quantitative easing (o expansión cuantitativa) que supone la compra de deuda pública por parte de los bancos centrales.

"Afortunadamente, hay una alternativa que no consiste ni en subir los impuestos ni en elevar la deuda pública, pero es una alternativa que ha sido tabú durante mucho tiempo entre los economistas y los responsables políticos e institucionales: consiste en el hecho de que el banco central dé dinero de manera directa, sin obligación de devolverlos", explica el catedrático de la Universitat Pompeu Fabra, Jordi Galí, en un artículo publicado en VoxEU, portal de políticas económicas y de análisis y también recogido por l'Ara.

Sala-i-Martin: "La única solución es que el Banco Central Europeo imprima dinero y lo regale a los gobiernos"

Así pues, prácticamente como se lo imaginan: dinero caído del cielo. A cualquier precio? Cómo si el BCE comprara deuda de los gobiernos, pero esta deuda quedara anulada. Galí alerta también sobre los posibles problemas de implementación, de legalidad en cuanto a la independencia del BCE o de inflación. A pesar de todo, el catedrático de la UPF parece tener muy claro que "si alguna vez ha sido el momento del helicopter money, este momento es ahora".

Y por qué un Helicopter Money? A grandes rasgos, para que empresas -grandes y pequeñas- no quiebren y para reactivar la rueda de la economía y el consumo así como el equilibrio entre oferta y demanda, entre otros motivos.

¡Larga vida a la economía y a las empresas!

"Este es el reto más grande al cual nos hemos enfrentado nunca desde la Segunda Guerra Mundial y seremos juzgados por la historia como ciudadanos, gobernantes e instituciones por las decisiones que tomemos o no", augura Xavier Sala-i-Martin. Así pues, insiste que lo más importante es acabar lo antes posible con el coronavirus y mantener "viva" tanto la economía como las empresas. De lo contrario, no se descarta una catástrofe peor que la del 2008 si es que todavía estamos a tiempo... 

Qué tiene que hacer el Gobierno? Por lo que dicen, subirse al helicóptero. Pero, necesita el permiso europeo. Y de momento, qué ha hecho? En palabras textuales del presidente Pedro Sánchez a la hora de anunciar el confinamiento total: "Durante estos días, los trabajadores recibirán su salario con normalidad y recuperarán las horas de trabajo no prestadas de forma paulatina y espaciada en el tiempo." Problema? La liquidez de autónomos o pymes, por ejemplo.

Según Sala-i-Martin, "la medida de Sánchez se queda corta pero va en la dirección correcta" y de paso, propone congelar impuestos al Gobierno. "Si no tienes que pagar impuestos, no tienes que ir al banco y pedir crédito. Parece que lo estén haciendo todo para que la banca gane dinero", añade. Todavía más: "Me da la impresión que Sánchez no está tomando medidas drásticas de poner un cheque a cada ciudadano porque no tiene dinero".

Galí: "Si alguna vez ha sido el momento del helicopter money, este momento es ahora"

Justo en ese preciso momento del partido, la pelota pasa de España a Europa. Volvemos a la jugada clave: "El BCE tiene que imprimir dinero y regalarlos a los gobiernos para que pueda hacer frente a este gasto". Ahora bien, parece que hay tensión dentro de la UE puesto que un grupo de países es partidario de aquel dicho "que cada cual pague lo suyo" y el otro grupo prefiere combatir econòmicamente juntos el coronavirus.

'Whatever it takes' versión 2020

Salvo las distancias, esto recuerda al famoso Whatever it takes del expresidente del BCE, Mario Draghi, pero versión 2020. "Si se hunde la economía española, se hundirá toda Europa", alerta Sala-i-Martin. Por eso, el catedrático insiste una vez más en el hecho de que "se tiene que empezar a imprimir y repartir dinero inmediatamente".

Y quién puede hacer una cosa así en todo el mundo? La teoría económica explica que tres instituciones: el Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional y la Reserva Federal. De hecho, los dos partidos de Estados Unidos han llegado esta semana a un acuerdo para gastarse dos billones de dólares - con una partida relativamente grande para repartir cheques entre ciudadanos- para paliar los efectos económicos del coronavirus. Minuto y resultado: el Dow Jones cerró este miércoles un día histórico de subidas que no se veía desde 1933.

Sala-i-Martin: "Una vez leímos la letra pequeña comprobamos que de los 117.000 millones públicos el Gobierno sólo pondría 17.000. El resto, 100.000 millones, serían en forma avales"

En clave española, el catedrático de Columbia se muestra especialmente crítico con "la movilización" de los 200.000 millones de euros que anunció Pedro Sánchez. Así lo desgrana en un post en su blog Random Thoughts: "Pocos minutos después de hacer el anuncio grandilocuente, Sànchez dijo que 83.000 de los 200.000 millones serían aportados por el sector privado (sin decir cómo). Finalmente dijo que una parte serían avales. Es decir, 117.000 millones de euros públicos y 83.000 millones de privados. Una vez leímos la letra pequeña comprobamos que de los 117.000 millones públicos el Gobierno sólo pondría 17.000. El resto, 100.000 millones, serían en forma avales".

Y la inflación?

Son ya pasadas la 1 de la madrugada y quizás ya van siendo hora de irse a dormir antes de que el cambio horario no haga su trabajo. Antes, pero, abro Twitter y me encuentro un hilo del mismo Sala-i-Martin: "A los que me habéis seguido en el FAQS y me preguntáis si imprimir dinero no causará inflación. La respuesta es posible, pero recuperarse de la inflación cuando tenemos un virus asesino que ha paralizado la economía mundial es como preocuparse de si las sillas del Titánic están ordenadas".

El juego de sillas no acaba aquí y entra al debate el catedrático Germà Bel. Apunta lo siguiente: "Me ha gustado mucho tu intervención. Ahora, creo que has infravalorado la importancia de la discusión europea sobre la condicionalidad de la mutualización de bonos, sobre todo atendido el precedente de las NO-reformas estructurales post Gran Recesión."

Sala-i-Martin responde: "No infravaloro el problema. Lo que digo es que ahora es momento de actuar rápidamente porque de aquí 15 días puede ser demasiado tarde. TODOS sabemos que al final esto lo absorberá el BCE a través de un QE2 [Quantitative Easing 2]. Pues, en lugar de marear la perdiz durante 5 años como hicieron en 2008, que actuen YA", apunta Sala-i-Martin.

"Si, coincido. Aun así, el mensaje aplica no sólo a los dirigentes de países como Alemania y Holanda. También a los de España e Italia. Mi punto de vista? Tendrían que ser estrictos en la condicionalidad. Mi pronóstico? Es cosa de pocos días (y no tan estricto como yo querría)", remata Bel.

De nuevo: ante el pánico de los mercados, la cabeza fría de los economistas. Y ahora también un helicóptero.

Més informació
Insiders, Grífols y cheques entre ciudadanos
Hoy Destacamos
Lo más leido