Diputación, 200 años del amigo invisible

Si preguntáramos por la calle a que se dedica la Diputación de Barcelona, seguramente obtendríamos un buen puñado de votos en blanco, abstenciones y 'pasapalabras'

Nuria Marín, alcaldesa de Hospitalet de Llobregat y presidenta de la Diputación de Barcelona | David Zorrakino | Europa Press Nuria Marín, alcaldesa de Hospitalet de Llobregat y presidenta de la Diputación de Barcelona | David Zorrakino | Europa Press

No queríamos dejar que se escurriera por el agujero del tiempo este 2022 sin poner la lupa sobre las diputaciones, porque precisamente este año se celebra su doscientos cumpleaños, dado que fueron concebidas por primera vez en 1822. Decíamos por primera vez porque las instituciones creadas en aquel año tuvieron una vida efímera y no fue hasta después de 1836 que se consolidaron. Y para ser estrictos, también existió un precedente en 1812, vinculado a la Constitución de Cádiz, pero fue de corto vuelo.

El atributo de invisible que le otorgamos en el título del artículo hace referencia a que, quien más quien menos, ha oído hablar de su existencia, pero pocos sabrían detallarnos sus competencias, o sea, a que se dedican. Es de justicia recordar que, por razones de extensión, en este artículo nos centraremos en la Diputación de Barcelona, la de más peso de las cuatro de Catalunya (como se trata de diputaciones provinciales, las otras tres son las de Tarragona, Lleida y Girona).

La sede de la DiBa (así le llamaremos a partir de este momento) está en la Casa Serra, un edificio de Puig i Cadafalch ubicado a la parcela triangular delimitada por la Rambla de Catalunya, la Calle de Córcega y la Avenida Diagonal. A pesar de que el palacete se acabó de construir en 1908, su aspecto actual data de mediados de los ochenta, cuando se llevó a cabo una reforma muy profunda del inmueble. Los célebres arquitectos Federico Correa Ruiz y Alfons Milà Sagnier respetaron la fachada perimetral, pero en su interior añadieron un edificio de oficinas de nueva planta que contrasta con el neogótico de la obra primigenia. La DiBa se instaló en 1987, después de ser desalojados de la plaza Sant Jaume con motivo de la recuperación de la Generalitat.

En la actualidad, los órganos de gobierno básicos de la entidad son los siguientes:

• Presidencia.

• Cuatro vicepresidencias.

• Junta de Gobierno.

• Pleno.

Adicionalmente, existen algunos órganos de carácter complementario:

• Comisión Ejecutiva.

• Comisiones informativas y de seguimiento.

• Junta de Portavoces.

• Comisión Especial de Cuentas.

Desde 2019, la presidencia la ocupa Núria Marín Martínez (1963), en representación del PSC. Según se lee en su currículum, su formación académica se circunscribe a unos "estudios equivalentes a la diplomatura de ciencias empresariales", que no sabemos qué significa. Antes de entrar en política fue funcionaría del Ayuntamiento del Hospitalet. De jovencita militaba en la Juventud Socialista de Catalunya de manera que en 1981, con dieciocho años, ya ascendió a la categoría absoluta, es decir, a la militancia en el PSC. Esta adscripción política le ha servido para ir tejiendo una carrera de cargos públicos que comenzó en 1995 con una concejalía en el consistorio hospitalense y que la llevó hasta la cumbre de la pirámide municipal como alcaldesa de la ciudad (2008-actualidad). Aparentemente, el cargo de presidenta de la DiBa es de carácter exclusivo (como muchos otros de la entidad), pero habría que revisar este concepto porque, en realidad, tanto la presidenta como otros miembros de la cúpula ejercen actividad paralela en la administración pública (como hemos visto antes, Marín es también alcaldesa de El Hospitalet). Es más, parece un requisito imprescindible ocupar algún otro cargo para acceder a los de la DiBa, de forma que el concepto de exclusividad adquiere un significado diferente al que conocíamos hasta ahora. En este sentido, cualquier ciudadano poco versado en el lenguaje de la administración pública tendrá muchas dudas para saber si al salario de alcaldesa (81.610,20 euros brutos anuales) se debe sumar o no a la retribución que ahora veremos que recibe para presidir la Diputación. La supuesta dedicación exclusiva en la DiBa está premiada con un salario bruto anual de 109.055,10 euros, a los que cabe añadir la "indemnización" para asistir a los plenos de la cámara, a los que presuponemos que la presidenta asiste (no queda nada claro si recibe este complemento de asistencia). Siguiendo con las observaciones de carácter semántico, no parece que el término "indemnización" sea lo más oportuna cuando se trata de ejercer una actividad que es parte de tu tarea. La realidad es que solo cobran un sueldo público, además de dietas, pero esto no se precisa en la web de la Diputación.

Vicepresidentes

Las cuatro vicepresidencias que antes mencionábamos las ocupan actualmente Jaume Collboni Cuadrado (1969), Núria Parlon Gil (1974), los dos del PSC, y Carmela Fortuny Camarena (1968) y Ferran Mascarell Canalda (1951), los dos de Junts. Seguramente el más conocido de todos es Collboni, un licenciado en Derecho por la UB que estuvo vinculado como abogado a la UGT y que desde 2005 ocupa cargos en el PSC. Su compañera de partido, Parlon, es licenciada en ciencias políticas por la UAB; adicionalmente, su currículum indica una maestría en Política Social, que es una titulación de la que desconocemos su naturaleza porque las dos únicas entradas a Google donde aparece nos remiten, precisamente, al currículum de Parlon. También acredita estudios de doctorado en ciencias políticas, pero dado que no consta que sea doctora, tendremos que deducir que estos estudios restan inacabados. Hoy en día es alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet.

Saltando de trinchera y analizando los miembros de Junts, descubrimos que Fortuny es licenciada en Ciencias de la Educación por la UAB, además de disponer de un Máster en Gestión Pública y de algunos otros postgrados, sobre todo en Esade. Su vida política empezó en 2007, con el cargo de teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Sant Cugat del Vallès. Buena parte de los cargos que ha ocupado desde entonces están vinculados al sistema sanitario. Fue alcaldesa de Sant Cugat durante un año, en sustitución de Mercè Conesa. Por su parte, Mascarell es licenciado en Historia por la UB y durante muchos años estuvo vinculado al mundo editorial. En 1984 tuvo su primer contacto con la DibA a través del Departamento de Publicaciones que él mismo impulsó. Ha sido conseller en varias ocasiones y durante tres años vivió la experiencia de trabajar en la empresa privada, concretamente en la editorial RBA (2007-2010).

"Acceder a la declaración de bienes patrimoniales de estos miembros tiene una serie de decepciones: en el caso de Núria Marín se encontrará con un mensaje que dice 'El recurso solicitado no ha sido encontrado'

Desgraciadamente, cuando un usuario intente acceder en la declaración de bienes patrimoniales de estos miembros, tendrá toda una serie de decepciones: en el caso de Núria Marín se encontrará con un mensaje que dice "El recurso solicitado no ha sido encontrado", mientras que en el caso de Collboni, Parlon, Fortuny y Mascarell, en cambio, se encontrará que entra en un bucle infinito de redirecciones sin sentido. El acceso a los bienes patrimoniales se hace, cuando menos teóricamente, a través de un fichero Excel muy prometedor, pero que ofrece el desenlace indicado.

El cargo de vicepresidente está retribuido con 97.695,50 euros brutos anuales, pero en la lista de los agraciados no aparece Collboni porque cobra del Ayuntamiento de Barcelona. Aunque esto no queda nada claro en la web, los salarios no son acumulables a los que eventualmente podrían recibir por otros cargos a la administración (pese a aquella premisa de sentido confuso llamada "dedicación exclusiva"). En este sentido, Collboni es en la actualidad el concejal presidente del grupo Municipal Socialista del Ayuntamiento de Barcelona, y el Primer Teniente de Alcaldía de Economía, Trabajo, Competitividad y Hacienda también en el Ayuntamiento de la ciudad condal; Parlon es alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, Fortuny es concejal en el Ayuntamiento de Sant Cugat del Vallès y Mascarell, concejal en el Ayuntamiento de Barcelona.

Junta de gobierno

Bajando en la pirámide de poder de la DiBa llegamos a la Junta de Gobierno, un órgano integrado por la Presidencia y un máximo de 17 diputados, que en cierto modo son el equipo de trabajo de la misma Presidencia y que por eso son elegidos directamente por ella. Estos diputados son escogidos de entre todos los que forman el Pleno, que son 51 (más adelante explicaremos el curioso método como acceden a la silla). Esta Junta de Gobierno, además de los diputados de pleno derecho (9 del PSC, entre los que encontramos a Collboni y Parlon, y 7 de Junts, incluyendo Fortuny y Mascarell) tiene 5 con el curioso estatus de "diputados sin voto, pero con voz". Paradójicamente, el primer diputado de la lista que no tiene voto, pero sí voz, se llama Mut (mudo, en catalán) de apellido. Todo en la DiBa es mágico y sorpresivo. Estos cinco "diputados eunucos", si se nos permite la expresión, estan designados por cada uno de los siguientes partidos: ERC, Comuns, Ciudadanos, Partido Popular y Tot per Terrassa. La presencia de esta última marca vallesana puede resultar curiosa, pero tiene la explicación en el método como se eligen los diputados del pleno, que es el siguiente órgano que analizaremos.

El Pleno de la Diputación es el máximo órgano colegiado de gobierno y está formado por 51 diputados, que al mismo tiempo son regidores electos de los diferentes ayuntamientos del país. Por lo tanto, hoy en día la composición de este pleno guarda relación directa con las elecciones municipales del pasado 26 de mayo del 2019, que dio el siguiente reparto:

• PSC: 16 diputados.

• ERC: 16 diputados.

• Juntos: 7 diputados.

• Comuns: 5 diputados.

• Ciudadanos: 4 diputados.

• Partido Popular: 2 diputados.

• Tot per Terrassa: 1 diputado.

Y aquí el factor diferencial del pleno: los diputados son asignados no por comarcas, sino por partidos judiciales, que es una división del territorio muy antigua -tanto como la misma DiBa y la división provincial- que proviene del ámbito de la justicia. La provincia está dividida en 14 partidos judiciales, muy heterogéneos, lo que provoca que, por ejemplo, una lista local como Tot per Terrassa tenga silla en el pleno. No obstante, tampoco son precisamente los partidos judiciales con los que trabaja la administración de justicia, que tiene veinticinco, sino que son los "partidos judiciales electorales", que quedan reducidos a catorce. Los partidos judiciales electorales son los siguientes:

• Arenys de Mar (con 20 municipios).

• Barcelona (4).

• Berga (35).

• Granollers (34).

• L'Hospitalet de Llobregat (10).

• Igualada (34).

• Manresa (35).

• Mataró (18).

• Sabadell (12).

• Sant Feliu de Llobregat (21).

• Terrassa (12).

• Vic (45).

• Vilafranca (23).

• Vilanova i la Geltrú (8).

Realmente es un procedimiento solo apto para iniciados.

"Neus Munté, Celestino Corbacho o Xavier Garcia Albiol esperan el regreso de los 'glory days', o bien, directamente la jubilación"

Entre los miembros del pleno encontramos viejos conocidos de la política catalana, ahora ya en franco retroceso, como por ejemplo Neus Munté Fernández, Celestino Corbacho Chaves o Xavier Garcia Albiol, que esperan el regreso de los glory days, o bien, directamente la jubilación, mientras yacen aparcados a la Diputación.

Pero con los cargos políticos no acaba todo, si no que más bien solo empieza, porque por debajo de ellos está la estructura directiva, que tiene dos capas: personal directivo profesional y personal directivo a palo seco, que podríamos pensar, sensu contrario, que son amateurs y trabajan por amor al arte; más adelante resolveremos la duda. De entre el personal directivo profesional está la Secretaría General, la Tesorería y la Intervención General, la Dirección del Gabinete de Presidencia y después un ejército de coordinadores (hasta doce) que están por debajo de la Coordinación General, que suponemos que será un tipo de "coordinador de coordinadores". El usuario que pasee por la llanura web de la DiBa puede tener momentos de angustia al ver que cada hipervinculo que pulse correspondiente a un cargo hará que se despliegue ante sus ojos un árbol de cargos y subcargos que le hará sentir en medio de uno de aquellos memes fractales que no acaban nunca.

En este sentido, la Secretaría, que parecía ocupada solo por una persona (de nombre Petra Mahillo García, por cierto), en realidad es un universo en forma de árbol de donde cuelgan el Servicio de Secretaría, la Dirección de los Servicios de Secretaría Adjunta a la Secretaría General, el Servicio del BOP de Barcelona y otras publicaciones oficiales, la Dirección de Servicios Jurídicos, el Servicio de Asesoría Jurídica, el Servicio de Asistencia Jurídica Local y la Dirección de Servicios de Secretarías Delegadas, este último ya imposible de desencriptar por lo que se refiere a sus funciones. Ante tal despliegue de combinaciones de denominaciones, a buen seguro que los guionistas de "La vida de Brian" marcharían cabizbajos rompiendo en añicos su guión pueril.

"El personal eventual (un máximo de 124) en realidad son un ejército de asesores técnicos (26) y de asesores de grupos políticos (64)"

Recuerden que, en cuanto a los directivos, solo hemos analizado los profesionales y nos faltan los, digamos, amateurs. Aquí están todas las gerencias de la DiBa (hasta diecisiete, algunas con denominaciones tan peculiares como "Gerencia de Servicios Residenciales de Estancias Temporales y RESPIR"), de las que cuelgan otros estamentos denominados "Oficinas" y "Direcciones", además de algún "Servicio", como el de "Convivencia, Diversidad y Ciclo de Vida". Además de las gerencias, en este apartado también se encuentran las direcciones (once), una de las cuales se llama "Dirección de Servicios Apoyo Coordinación General", que pensamos que debe de ser alguien que ayuda a aquel coordinador de coordinadores que hemos visto antes. Estas Direcciones también tienen su grado de fractalitdad, porque se despliegan en "Servicios" y "Oficinas". Algunas, suponemos que las más importantes, también tienen "subdirecciones". No queremos pasar por alto algunas de las oficinas, como por ejemplo la Oficina Técnica de Internet, que si se ocupa de todo internet entero, debe estar muy atareada. Pero con las gerencias y direcciones no se acaba todo, porque también están los gabinetes (tres). Por cierto, hemos resuelto la duda sobre la existencia o no de retribución en estos cargos directivos que hemos denominado amateurs porque no van acompañados del término profesional, como sí pasaba con los que habíamos analizado anteriormente. No tenemos buenas noticias, porque todos cobran entre 95.444,84 euros y 101.400,02 euros. Los otros, los profesionales, llegan a los 127.065,94 euros anuales. Pero como en la DiBa debe haber una gran carga de trabajo, con toda esta estructura no tienen bastante para tirar el trabajo adelante, de forma que hace falta personal eventual (un máximo de 124), que en realidad son un ejército de asesores técnicos (26) y de asesores de grupos políticos (64). No nos llevemos a engaño, la mayoría de los etiquetados como técnicos, también provienen de los partidos políticos. A todo lo que hemos visto, hay que añadir el ingente cuerpo de funcionarios, que eleva la plantilla total por encima de las dos mil personas.

Y para ir acabando con el tema del personal y poder ofrecer lo que los anglosajones denominan grand total, diremos que el gasto de personal prevista para el 2022 asciende a más de 254 millones de euros, que a grandes rasgos se divide en 5 millones para el personal directivo, 5,5 para el personal eventual, 162 para los funcionarios, 5,6 millones para personal laboral y otros 15,8 para incentivos (?) y 60 millones de Seguridad Social y similares.

"El momento de mayor gloria de las diputaciones fue a partir de 1914, cuando las cuatro diputaciones decidieron fusionarse para formar la Mancomunidad de Catalunya"

Sin duda, y desde el punto de vista de los catalanes, el momento de mayor gloria de las diputaciones fue a partir de 1914, cuando las cuatro diputaciones decidieron fusionarse para formar la Mancomunidad de Catalunya, que representó un instrumento primigenio de autogobierno en el siglo XX. Con las pocas herramientas de que disponían, el resultado fue extraordinario en materia de obra realizada, pero una vez más el periplo de autogobierno resultó demasiado corto, en este caso por la llegada de la dictadura de Primo de Rivera en 1923. Si tenemos muy claro el rol capital que representaron las diputaciones en aquel periodo, en la actualidad no lo tenemos tanto. Como decíamos al principio, si preguntáramos por la calle a que se dedica la DiBa, seguramente obtendríamos un buen puñado de votos en blanco, abstenciones y pasapalabras. Como mucho, quizás encontramos alguien que nos dice que es la entidad que gestiona la principal red de bibliotecas públicas de la provincia.

Según la página web de la misma DiBa, "la Diputación de Barcelona fundamentalmente da apoyo técnico, económico y tecnológico a los ayuntamientos para que puedan prestar servicios locales de calidad de manera más homogénea en todo el territorio. Coordina servicios municipales y organiza servicios públicos de carácter supramunicipal", una definición que no nos ayuda mucho a entender qué hacen. Otro párrafo que la misma entidad proporciona no añade luz a la oscuridad: "La asistencia y la cooperación con los gobiernos locales se concreta en la transferencia de recursos técnicos (trabajos de asesoramiento y asistencia), económicos (ayudas, fondos de prestación y créditos) y materiales (prestación directa del servicio por parte del personal de la Diputación de Barcelona)". Buscando otras fuentes, descubrimos toda una serie de organismos que dependen de la DiBa:

• CCCB (el centro cultural de la antigua Casa de la Caridad).

• Centro de Documentación y Museo Textil de Terrassa.

• Instituto del Teatro.

• 'Xarxa de Comunicació Local'.

Y así hasta diecisiete entidades. Pero tampoco nos sirve de mucho para entender sus funciones, de manera que algunos seguirán pensando que la DiBa "son aquellos de las bibliotecas". No obstante, parece lícito que se despierten dudas sobre cuál es la utilidad real de un organismo que este año dispone de un presupuesto superior a los 1.000 millones de euros -de los cuales una cuarta parte son gastos de personal- y si no estará sufriendo una hipertrofia producto de la obligación autoimpuesta de ofrecer soluciones habitacionales muy retribuidas a personal que orbita alrededor de los partidos políticos. Otro terreno brumoso de este país menguando que es Catalunya.

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