El lenguaje masculino, el emprendimiento femenino

Los sesgos de género, los estereotipos y la falta de referentes crean el llamado "mundo empreserial de los hombres"

El lenguaje masculino en el que hablamos crea realidades | iStock El lenguaje masculino en el que hablamos crea realidades | iStock

¿Cuántas veces hemos agradecido el líquido correctivo en una redacción? ¿Y el parabrisas un día de lluvia? ¿Qué pasa con el cubell de basura con pedal incorporado? Bette Nesmith, Mary Anderson y Lillian Moller Gilbreth respectivamente, son las tres inventoras de estos utensilios tan importantes en nuestro día a día. Esto, reafirma una cosa, las mujeres siempre han sido referentes, modelo y capacitadas para crear, aún así, siempre han estado en segundo plano, una realidad que este siglo XXI muchas empresas se han dispuesto a cambiar.

Nementora Catalunya, es una asociación de empresarios y empresarias, sin ánimo de lucro y dedicada a apoyar a los emprendedores y emprendedoras catalanas. Y es la misma asociación que abre un debate bajo el nombre Cómo hacer inversiones más seguras y rentables? El impacto del acompañamiento en red y de las mujeres emprendedoras, con la colaboración del Col·legi d'Economistes de Catalunya.

"El 70% de las decisiones de compra las hacen las mujeres", explica Beatriz de Vicente, directora de Nementora. En este sentido pues, relata cómo a pesar de que las mujeres tienen un papel muy importante en la toma de decisiones de compraventa todavía ahora hay pocas mujeres en altas esferas de las empresas o ya directamente directoras o presidentas.

Brey: "El mundo de hombres se lo debemos a los sesgos de género"

Unos datos que no alientan a las mujeres emprendedoras a hacerse un lugar en el mercado. "Muchos de los proyectos que me presentan para invertir son liderados por mujeres y me pregunto: porque solo me saltan las alarmas a mí?", relata Eli Abad, socia fundadora Between Technology, miembro de Netmentora y de la red de inversores privados EconomistesBAN del Colegio de Economistas de Cataluña. Y es que las mujeres, de momento, todavía no tienen la paridad en el mundo de las inversiones, que es un mundo de hombres.

"El mundo de hombres se lo debemos a los sesgos de género", explica Mercè Brey, fundadora BLUE, cofundadora +Diversity. Los sesgos de género vienen inculcados desde pequeños, son los llamados modelo mentales, en los cuales vemos a un niño cómo un campeón y una niña cómo algo que necesita protección: "Los estereotipos juegan mucho en contra de las mujeres, puesto que se tiene a las mujeres cómo seres más sentimentales y los hombres más racionales; y en una empresa se busca racionalidad", añade Brey.

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Aún así, este argumento no tiene nada que ver con la realidad de algunos estudia aportados por Abad, quien reafirma la necesidad de tener mujeres a los equipos directivos: "Hay estudios que dicen que las startups dirigidas por mujeres tienen un 28% más de porcentaje de supervivencia que las dirigidas por hombres". Además, y sin ir más lejos, las mujeres constituyen la mitad de la población mundial, cosa que hace que si no hay mujeres en la dirección de empresas, se pierda el punto de vista de la mitad del mundo. "Yo decidí entrar a trabajar a Nementora para precisamente cambiar esta visión masculina; cuando vi un listado de trabajadores donde todo eran hombres decidí que yo sería la excepción", relata Núria Basi, presidenta Basi Group y miembro de Netmentora.

La voz de las mujeres

No es ningún secreto que las voces de las mujeres son menos escuchadas que las de los hombres, primeramente debido al lenguaje: "Cuando utilizamos un lenguaje masculino para hablar nos afecta profundamente, puesto que las palabras crean realidades", recalca Brey. De este modo, nos constata otra de las claves empresariales de nuestra economía: la voz de la mujer, muchas veces poco escuchada o interrumpida.

Bonmatí: "Tenemos que crear red, porque aprendemos por imitación, cuantas más mujeres poderosas más mujeres querrán emprender"

"Muchas veces las mujeres cambian la voz al convertirse en directoras, porque las voces más femeninas se toman menos seriamente", remarca Brey. Además, también interfiere en la toma de decisiones de una empresa, puesto que si una opinión femenina se interrumpe, la desacredita automáticamente. Es por este motivo, que en el debate Talía Bonmatí, fundadora Dinbeat y miembro de Netmentora deja clara la importancia de los referentes femeninos y la necesidad de dar voz a todas aquellas mujeres líderes: "Tenemos que crear red, porque aprendemos por imitación, cuantas más mujeres poderosas más mujeres querrán emprender".

El caso Heidi y Howard

"Las mujeres poderosas no caen bien", espeta Abad. Sin ir más lejos la socia fundadora Between Technology, relata la historia de un proyecto que llevó a cabo Frank Flynn, profesor universitario norteamericano. En el estudio él presentaba dos currículums de la misma persona, la Heidi, una empresaria exitosa y poderosa. La única diferencia entre los dos currículums, era que en uno decía Heidi y al otra Howard. Pues bien, el estudio demostró que la mitad de la clase que leyó el currículum de la Heidi decidió que "no sería una buena compañera y no querrían trabajar con ella, los parecía egoísta". En cambio, aquellos alumnos que habían leído el currículum del falso Howard relataban su "ambición y las ganas que tenían de trabajar con ellos". "Tal como vemos al estudio, las mujeres poderosas se las valora negativamente", reconoce Abad.

La cuestión principal que rodea el debate es una realidad que viene de lejos; las mujeres tienen el mismo derecho a tener las oportunidades de inversión y de liderazgo que los hombres, pero la primera piedra es conseguir visibilitzar estas mujeres empresarias y exitoses sin que se las relacione con algo negativo. Parafraseando una de las frases de Mercè Brey: "No buscamos una confrontación entre hombres y mujeres sino una colaboración de lo masculino y lo femenino".

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