La botella medio vacía de Gay de Liébana vs. la medio llena de Oriol Amat

Los economistas exponen sus recomendaciones ante una de las caídas más fuertes de la economía, un déficit público en aumento y un rescate a la vista

La botella medio vacía de Gay de Liébana y la medio llena de Oriol Amat | MEM La botella medio vacía de Gay de Liébana y la medio llena de Oriol Amat | MEM

La misma situación, el mismo diagnóstico, pero dos visiones distintas aunque complementarias. Los economistas José María Gay de Liébana Oriol Amat saben bien de lo que hablan y, a pesar de que sus recomendaciones son muy similares, su punto de partida es distinto: una botella medio vacía vs. una botella medio llena. A través de su fama de "pesimista", Gay de Liébana vuelve a recurrir al futbol para hablar del panorama económico y advierte de que su querido Espanyol puede ser la bola de cristal que nos prediga el futuro. Por su parte, Amat busca la parte positiva de la situación y avisa de que, si no hubiese existido la crisis de la covid-19, nos hubiera golpeado con fuerza otra crisis "motivada por la revolución 4.0". Una caída fuerte de la economía, empresas en la estacada, un gran déficit público y un rescate a la vista.

"El Espanyol es la premonición del rumbo de la economía española, siempre hay que estar atentos a lo que hace". Gay de Liébana es de las pocas personas que cuando vio cómo empezaba su equipo la temporada, ya supo que bajaría a segunda división. Ahora, el objetivo de los blanquiazules es remontar de cara a 2021, el mismo propósito que tiene la economía española que, por el momento, "está sufriendo la caída más fuerte del mundo". Si no hay rebrote, se hundirá entorno al 12,8% y, mientras tanto, los políticos continúan sin hacer las tareas pendientes. El economista ya decía hace unos días que España se encuentra en una "situación comprometida" porque "estamos tocadillos por nuestro modelo productivo, por el empleo, la falta de cualificación y porque no hemos aprovechado los años de bonanza económica para hacer los deberes".

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Pero los deberes ni se hicieron entonces, ni se están haciendo ahora. Según apunta Gay de Liébana en la clausura virtual del Foro del Auditor Profesional organizado por el Col·legi de Censors Jurats de Comptes de Catalunya, "el Gobierno ha dejado en estacada al mundo empresarial" y ha dado "mucho aval pero ningún detalle", de modo que las empresas han quedado "totalmente desnudas y sin ninguna protección". A esto, se suman los avisos de los de Pedro Sánchez de una subida generalizada de impuestos, que, a pesar de que los agentes sociales le advierten de que este no es el momento para llevarlo a cabo, previsiblemente el Ejecutivo estatal tirará adelante su medida para enjugar el déficit público.

Un déficit que lleva acumulados 941.000 millones de euros, el 84% del PIB, entre 2008 y 2020, y que convierte al Estado -que representa ahora mismo el 51,1% del PIB- "en el primer motor económico del Estado". Justamente por este motivo, Gay de Liébana apunta que "tendremos que ver de qué manera nos disfrazamos para poder estar en el mundo" porque, dice con ironía, de momento, "la gran solución consiste en aumentar impuestos y en recortar ayudas al motor de la economía española". "Este es el panorama, tétrico, malo y desolador", un panorama que convierte al rescate de las cuentas públicas en condición sine qua non para salvar a España.

Crisis 4.0 con economía intervenida

Estos argumentos son los que llevan a Gay de Liébana a sentenciar que "las finanzas públicas van a hundir la economía española", una economía que bautiza como "sovietizada" e "intervenida a la antigua usanza". El problema se repite y sigue sin solventarse. "No hemos invertido adecuadamente en el tema tecnológico, hemos tirado para los servicios de bajo valor añadido, el empleo precario, la temporalidad…", dice el economista. A sus palabras se añaden las de Oriol Amat, que quiere dejar bien claro que, si la crisis del coronavirus no hubiera existido, estaríamos inmersos en otra crisis hija de la revolución 4.0, y sostiene que "hay empresas que habrían desaparecido porque no se estaban adaptando a lo que estaba pasando".

Ahora, se suman las dos cosas. Una crisis por sorpresa marcada por una caída en picado de la economía, que ha hecho sacar a la luz las debilidades y carencias para afrontar los cambios tecnológicos a la misma velocidad en que van llegando, cosa que nos vuelve a llevar al punto de salida: "Las empresas que no se suban al vagón de la revolución 4.0 se van a perder".

Amat: "Una de las peores enfermedades que tiene nuestro sistema económico es que cada año invertimos menos en I+D"

Y aquí la clave está en manos del Gobierno. Como recuerda Amat, "una empresa no puede hacer nada contra la deuda pública", pero si el poder ejecutivo se concentra "en lo que puede hacer la empresa", el motor para la recuperación económica rodará de manera mucho más rápida y eficaz. Así pues, hubiera o no habido crisis motivada por la covid-19, las empresas que ganarán y se posicionarán en el mercado serán aquellas que "aprovechen las oportunidades, digitalización, apostar por la salud, la ciencia o el kilómetro 0".

Ejemplos de esto han salido como setas durante el confinamiento. Restaurantes que se vieron obligados a cerrar y reformularon su negocio mezclando la solidaridad y el reparto a domicilio, empresas en ERTE que modificaron su línea de negocio para ayudar a los sanitarios, pequeños comercios que se lanzaron al mundo en línea... Sin embargo, esta ha sido la fuerza empresarial, pero, ¿dónde queda el Gobierno? Tal y como expone Amat, "una de las peores enfermedades que tiene nuestro sistema económico es que cada año invertimos menos en I+D. ¿Cómo podemos hacer frente a la revolución 4.0 con menos inversión?", se cuestiona.

Medio llena...

Pero Amat, que siempre ve la botella medio llena y, de hecho, así se titula su último libro, aporta un toque de esperanza a la situación: "Tenemos la suerte que somos un país rico y de que sabemos cuál es el problema". Pero, con optimismo y con pesimismo, el veredicto es el mismo: España necesita "un rescate contundente ahora", así como continuar con una política de rescate para las empresas que "implique menos trámites burocráticos".

Antoni Gómez, José María Gay de Liébana i Oriol Amat

Antoni Gómez, José María Gay de Liébana y Oriol Amat

Si el Estado no lo hace así, avisa Amat, "tendrá que pagar el desempleo durante muchos años y será peor". Para salir adelante, su fórmula es clara: hay que "revisar la regulación" y "necesitamos más actividad económica y más sector privado".

...medio vacía

Y en eso da igual que se vea el vaso medio lleno o medio vacío porque este es, según Gay de Liébana que se suma a las palabras de Amat, "un momento en el que tiene que haber unas políticas que sean pensando en el motor económico del país, que son las empresas, hay que darles alternativas, soluciones y facilitar situaciones de insolvencia en las que tienen viabilidad".

Liébana: "Tendremos que ver de qué manera nos disfrazamos para poder estar en el mundo porque la gran solución consiste en aumentar impuestos y en recortar ayudas al motor de la economía española"

Porque, sea como sea, y como dice Gay de Liébana, "de las crisis no se sale más fuertes, se sale tocados y saldremos muy endeudados", pero, si se fija el foco en los temas de presente como la sostenibilidad, la responsabilidad social y la digitalización, saldremos adelante. Y es que, reitera Amat, "en toda crisis hay ganadores y perdedores y, aunque no hubiera coronavirus, la revolución 4.0 iva a hacer eso".

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