Keynesianismo barato y un nuevo Bill Gates

Antoni Abad y Daniel Innerarity reflexionan sobre la necesidad de transformar la sociedad y el modelo actual para superar la crisis del coronavirus

Bill Gatas, cofundador de Microsoft. | EP Bill Gatas, cofundador de Microsoft. | EP

La crisis económica provocada por el coronavirus ha hecho replantear la visión de la sociedad sobre nuestro sistema. La gran parada de la actividad ha abierto nuevas perspectivas que ahora hay que aprovechar para la reactivación y transformación del modelo productivo y económico. Es una de las conclusiones del diálogo entre el filósofo Daniel Innerarity y el presidente de la Cecot, Antoni Abad, organizado por la patronal catalana sobre el modelo de la sociedad del futuro. Mientras la crisis de 2008, explica Innerarity, se analizó señalando víctimas y estafadors; ahora se ha impuesto la necesidad de un problema sistèmic que hay que afrontar.

"El liberalismo bien entendido empieza por ocuparse de la persona. Y colectivamente nos interesaría el apoderamiento social", sentenciaba Antoni Abad, que reclamaba la necesidad de que el individuo sea consciente y se comprometa a ser socialmente útil más allá de sus obligaciones personales y profesionales. Esto tendría que provocar una transformación de la política, puesto que no es suficiente "dejar sólo a los políticos y al Estado que se ocupen del interés general". El presidente de Cecot apuesta por una visión de 360 grados en la esfera pública que incluya toda la sociedad.

Innerarity: "Cada vez somos más conscientes como sociedad que tenemos unos retos de una naturaleza descomunal"

"Cada vez somos más conscientes como sociedad que tenemos unos retos que son de una naturaleza descomunal y exigen transformaciones enormes en nuestro sistema productivo y modelo de vida", sentencia Daniel Innerarity, que reconoce que falta fuerza para llevarlos a cabo. Y recuerda algunos otros momentos históricos, como los Pactos de la Moncloa durante la transición, cuando "cuatro hombres" lideraron el cambio. "Esto ya no se puede hacer. Tenemos un país compuesto, con una sociedad civil muy activa. Pero el cambio será más duradero y profundo si se implica a muchos más agentes", apunta el filósofo, que recalca que el tiempo de 'el ordena y mando' ya ha pasado.

Ciudadanos o vasallos

Y por eso hace falta que la clase política replantee su mirada. Como ejemplo, Abad puso de manifiesto el mal funcionamiento en el pago y planteamiento de los ERTE. Para Abad, el papel de la sociedad no es el de ser un "vasallo que paga tributos", sino que quiere y tiene que poder contribuir y asumir responsabilidades. "Espera las soluciones para que todo el mundo pueda salir adelante", enfatiza.

Un momento para replantear el modelo

El presidente de la patronal considera que el estado se tiene que repensar e interlocutar con la sociedad, apostando de manera decidida por la colaboración público-privada. Abad señala que la sociedad está "dopada por el Estado", que ha abanderado una política paternalista: "Ahora es un momento óptimo para replantearlo".

Un cambio en la mentalidad que también tiene que cambiar la mirada respecto a la economía: "El gran reto que tenemos es la sociedad, que queremos que apueste a favor de la empresa y la persona. Ahora todavía se escuchan dudas sobre la empresa, que al final son dudas sobre la iniciativa y la libertad empresarial. Es un populismo anticuado".

Innerarity: "El mundo es demasiado complejo para esperar que alguien nos salve con su clarividencia"

Una transformación que está viviendo la sociedad son los liderazgos. Una reflexión posible es que se echan de menos los líderes de décadas atrás, que eran referentes absolutos para la ciudadanía. Ahora, pero, ya no es así. " habrá muchos referentes, un mundo más horizontal y no de un sabio o Bill Gates de turno", analiza Innerarity, que resalta que "hay mucha inteligencia en la sociedad" pero que a menudo cuesta atender esta diversidad y tenemos "nostalgia" de un gran referente. "Una autoridad compartida", resume el filósofo, que enfatiza que se huirá de iluminados: "El mundo es demasiado complejo para esperar que alguien nos salve con su clarividencia".

La desconfianza, el principal mal

Pero a la necesidad de transformación social y política hay un factor que falla. "Nos falta confianza. Confianza entre los representantes políticos y con la gente", lamenta Innerarity, que apuesta por liderazgos capaces de generar confianza. "El acuerdo es la mejor manera para lograr una transformación", apunta.

"La confianza es un intangible de altísimo valor y ahora está en una posición muy débil. España parece que no pueda ser nada si no tiene enemigos y, estamos cansados desde el mundo empresarial de tener esta percepción", remacha el presidente de la Cecot, que cree que la actual política se basa más en el exhibicionismo que no con la empatía. "Reivindiquemos [como sociedad] ser escuchados de manera frecuente en los grandes temas", reclama Abad.

Keynesianismo de garrafón

Una demanda clara de la Cecot es la apuesta definitiva por las infraestructuras básicas para la reactivación económica, pero alertan que no se pueden repetir algunas experiencias anteriores, como las obras para construir plazas a cada rincón de cada municipio. "El keynesianismo de garrafón dura poco", sentencia Daniel Innerarity, que añade: "Un estado protagonista, militarizado como el que hemos visto los últimos meses, es un estado que no puede durar mucho tiempo".

Todo ello, como explica Innerarity, llega en un "momento crítico" para la humanidad.

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