El Rebuild presenta la innovació del sector de la construcció

Economía

La construcción se apunta a la innovación

Los cambios tecnológicos están creando un sector más eficiente en sus métodos de trabajo y con capacidad de transformar el que hoy conocemos como vivienda

A pesar de la caída del mercado interno posterior a la crisis, que hizo que la construcción pasara de representar el 10% del PIB estatal el 2007 al 4,9% el 2014, las grandes constructoras españolas acumulan una década de crecimiento más o menos generalizado, gracias, básicamente, a la internacionalización. España es el segundo país en facturación internacional en el sector, con 59.000 millones de dólares, sólo por último de la China. Claro que no todas las empresas son ACS o Ferrovial. Por el resto, la palanca de crecimiento pasa por la recuperación de la obra civil, que según el Observatorio Sectorial DBK ya hará crecer la industria un 7% en este 2018, y la innovación . Es en este segundo ámbito en el cual se centra el congreso Rebuild, que reunirá más de 9.000 participantes entre el 26 y el 28 de septiembre en Barcelona.

Més info: SimBim y el futuro de la arquitectura

"Si somos sinceros, tenemos que decir que la construcción es uno de los sectores más prehistóricos", avanza el director del Congreso Nacional de Arquitectura Avanzada y Construcción 4.0 del Rebuild, Ignasi Pérez, que concede que se dan innovaciones en estructuras y materiales, pero no en sistemas constructivos. "Todavía hoy, el arquitecto trabaja sin hablar con el aparejador y el constructor por separado del promotor. Esto implica que cada cual tiene sus propios objetivos, y esto afecta la calidad y el cumplimiento de presupuestos y tiempos de entrega", indica Pérez, que, por este motivo, considera que la innovación en la construcción pasa para "crear sistemas que inviten a todos los agentes del ciclo de vida de los proyectos de construcción a trabajar juntos".

No es un proceso nuevo. La directiva 2014/24 de la Unión Europea señalaba la tecnología Building Information Modeling (BIM) como sistema de uso preferente en la construcción al continente. Y el BIM el que ofrece es una solución tecnológica para trabajar de forma integral y colaborativa en cualquier proyecto. "Es una grande pasa en la digitalización del proyecto. Gracias a esta innovación podemos convertir los datos que obtenemos en sistemas de seguimiento. De este modo todos los profesionales implicados saben qué tienen que hacer y en qué momento", explica Pérez.

Este sistema permite que, ahora sí, todas las partes implicadas en una construcción estén en contacto y trabajen coordinadas, gracias a la sincronización en tiempo real de la información gestionada a través de la nube. "Antes, cuando imprimíamos un plano, era muy probable que estuviera obsoleto, porque seguro que alguien había decidido cambiar algo", indica Pérez. Pero más allá de la anécdota, el BIM permite, sobre todo, cumplir con algo que parece imposible cuando se trata de proyectos de este sector. "Ahora podemos entregar los encargos con el precio y tiempos indicados en el presupuesto inicial; una situación que tendría que ser de normalidad, puesto que cuando compramos, por ejemplo, un coche, el concesionario nos lo entrega con el color y el precio acordado".

La digitalización de los proyectos aporta beneficios más allá de la operatividad entre los actores implicados en un proyecto. El mercado ya ofrece aplicaciones que permiten hacer la traçabilitat de los materiales y de las personas implicadas en una construcción, el que se traduce en un control total sobre las materias, sistemas de trabajo más eficientes y menos accidentes en el mundo de la construcción.

Un modelo más sostenible

La innovación a la construcción va más allá de la tecnología y afecta también los modelos de negocio, que tienden a ser más sostenibles con la incorporación de sistemas conocidos y habituales en otros ámbitos, como la economía circular, uno de los temas estrella en este Rebuild. "La construcción genera más del 50% de los residuos urbanos", recuerda Pérez, que considera que se están superando los tiempos en que "los residuos de obra acababan en una montaña dentro de un vertedero".

Las empresas de la construcción se fijan en la aplicación que hacen de la economía circular sectores como la industria, los hoteles o los hospitales. "Todavía se está definiendo el proceso por el cual tienen que pasar los proyectos de la construcción, pero, de momento, ya tenemos compañías que trabajan con la perspectiva de volver a poner en el circuito productivo todos los elementos que conforman un edificio, un golpe este deje de dar su servicio".

La casa del futuro

La transformación tecnológica de la construcción no sólo está cambiando las formas de trabajar de empresas y profesionales, sino también las viviendas, tal como los conocemos. Si hace unos años sólo se hablaba de domótica, hoy este concepto está más que desfasado. "El smart living, que es la idea con que se trabaja ahora, ha dejado atrás aquello de subir y bajar persianas en distancia. El objetivo es que las construcciones ahora sean más eficientes por la función que han sido diseñadas, sean para vivir, trabajar o descansar", explicar Pérez.

Si la innovación pensada por los profesionales en la construcción todavía está dando las primeras pasas, las novedades de puertas adentro de la vivienda se multiplican. En los últimos años han aparecido startups que han diseñado sistemas de control de acceso a los edificios, cámaras con reconocimiento facial, asistentes personales, aplicaciones para el aprovechamiento energético, etc. Todo tipo de tecnologías integradas y sincronizadas que prometen llegar con el pleno desarrollo de la Internet of Things y del 5G.

De nuevo, la tecnología no es la única vía para introducir la innovación en las viviendas. Uno de los conceptos clave en el Rebuild será el cohousing. "Todo el mundo sabe qué es el coworking, pero no estamos tan acostumbrados a pensar en un espacio en el cual vivir y dónde sólo pagamos por los servicios mínimos que necesitamos y, si no los utilizamos, no los pagamos", introduce Pérez, que lo considera un sistema ideal para los millennials, "que ya no valoran tanto la propiedad".

Bajamos el concepto a la realidad. "En Barcelona ya hay un edificio de madera de cuatro plantas que funciona como cooperativa. En lugar de una propiedad o un alquiler, quienes viven tienen un derecho de uso, pueden acceder a su vivienda como miembros de la cooperativa y tienen habitación, mientras que las zonas de convivencia, como el comedor o la sala de estar, son compartidas, igual que los servicios como la lavandería". Una nueva forma de entender la construcción.