Las nuevas telarañas

Los últimos años han dejado una nueva generación de empresarios llamados a liderar el ecosistema catalán y marcar el futuro

Francisco José Barrio, fundador y director general de Audax Francisco José Barrio, fundador y director general de Audax

Si ayer veíamos cómo algunas telarañas clásicas empiezan a deshilacharse, hoy hablaremos de nuevos personajes del mundo del dinero que hace cinco años todavía no habían madurado bastante cómo para salir en La gran telaraña. Sin duda, uno de los protagonistas de los últimos tiempos es José Elías Navarro, que ha pasado de ser un empresario que disfrutaba de cierto anonimato a ocupar espacios tanto en la prensa escrita como en los medios audiovisuales. La razón de esta aparición fulgurante es doble: por un lado el crecimiento de sus empresas, encabezadas por la energética Audax y por otra, su rol de avalador clave en la junta directiva del Barça de Joan Laporta. Los rankings de fortunas ya atribuyen a Elías un patrimonio de 885 millones de euros, gracias a sus acciones a Audax (antigua Fersa) y también a las empresas menores Aspy Global Services, Atrys Health, Ezentis y La Sirena. No tiene ninguna vinculación familiar con las dinastías que secularmente han sido las más poderosas del país, hasta el punto que es consciente que estas lo consideran un recién llegado al círculos de poder. Además, la irrupción de la firma Audax tiene un toque simbólico de renovación de telarañas muy interesante: esta empresa es heredera directa de Fersa, la compañía de energías que tenía por accionistas a un buen puñado de apellidos de La gran telaraña, como por ejemplo Godia, Daurella, Seerra Farré, Sumarroca, Miarnau, Feliu Bassols, Tusquets Trias de Bes, etc. La inversión resultó ruinosa y allí apareció Elías al rescate.

Y si la persona estelar de los tiempos pandémicos es Elías, quien ocupa este pedestal en el ámbito corporativo es Hipra, unos laboratorios gerundenses que han desarrollado su propia vacuna contra el virus de la Covid. La refundación de unos antiguos laboratorios madrileños por parte de Joan Nogareda Gifre marcan el inicio de todo, allá por los setenta. El farmacéutico catalán había ocupado cargos de responsabilidad en lo que hoy es Zoetis, en la Vall de Bianya, cuando todavía se llamaban Laboratorios Sobrino. Dedicado siempre a la salud animal, apenas ahora la empresa que potenció mujer el salto hacia la salud de personas a través de la mencionada vacuna. Quién lidera la compañía hoy en día son los hermanos David y Maria del Mar Nogareda Estivill, segunda generación familiar. Los dos han irrumpido recientemente (2021) en la lista de los más ricos del país, con un patrimonio superior a los 300 millones de euros que los coloca también en el top-100 estatal. Además de todo esto, hace pocos meses adquirieron una prometedora startup del sector biomédico llamada Good Gut. La firma había nacido en 2014 en el ámbito del Parque Científico y Tecnológico de la Universitat de Girona y se dedica a elaborar pruebas diagnósticas basadas en la microbiota intestinal.

Los rankings de fortunas ya atribuyen a Elías un patrimonio de 885 millones de euros, gracias a sus acciones en Audax y en empresas menores 

A pesar de que no es ni mucho menos una fortuna nueva, hay que reseñar la metamorfosis continua que Sol Daurella está imprimiendo al negocio de distribución de Coca-Cola que heredó de su padre. Si en La gran telaraña ya explicábamos el paso adelante osado que había hecho aprovechando la fusión de las embotelladoras españolas, donde Cobega quedó como máxima accionista, y también la repetición de la jugada en 2016, cuando se produjo la fusión paneuropea de concesionarios, ahora hay que hacer mención al tercer capítulo de la expansión, que ha consistido en la adquisición de Amatil, el distribuidor para Australia y Pacífico de la bebida yanqui. El grupo resultante ha pasado a llamarse Coca-Cola Europacific Partners y tiene como máximos accionistas con diferencia (controlan más de un tercio del capital) a la familia Daurella. El proceso que ha liderado Sol Daurella es un camino radicalmente inverso al de tantas otras empresas catalanas de generaciones que han optado por sobrevivir estancadas a su pequeño charco o que, peor todavía, han sido vendidas por sus accionistas, que han preferido hacer caja antes que ser empresarios.

Otra aparición nueva de trinca en la lista de las fortunas es la de Marta Santacana Gri, que, con su doble vertiente de accionista de una empresa familiar de perfil clásico y de una start-up innovadora, acumula un patrimonio de 540 millones de euros. Por un lado, la empresa que ha heredado de su padre es Eurofred, una firma de climatización y refrigeración fundada el 1966; por otro, está la irrupción de la start-up Wallbox, que merece por derecho propio una mención en este artículo. El año 2015, los emprendedores catalanes Enric Asunción Escorsa y Eduard Castañeda Mañé fundaron una empresa de cargadores de baterías de coche que desde entonces no ha dejado de crecer, hasta llegar a devenir un unicornio (empresa valorada en más de 1.000 millones de dólares) y cotizar a la bolsa de los Estados Unidos. El máximo accionista y primer ejecutivo continúa siendo Asunción, mientras que Castañeda es uno de los principales directivos. Entre los máximos accionistas de la firma está, además de Asunción, la eléctrica Iberdrola, la ya mencionada Marta Santacana, la familia Soler (Quadis) y varios fondos de inversión. Teniendo en cuenta las valoraciones que se hacen de la firma, es lógico que Enric Asunción haya pasado a formar parte de la lista de los más ricos, con un patrimonio estimado de unos 325 millones de euros.

Viendo la aceleración de todo, es fácil imaginar que de en cinco años los cambios a la telaraña original todavía sean más notorios. Cuando llegue el momento, intentaremos explicarlo

Dos personajes poco o nada conocidos del país y que, a pesar de ser muy ricos, no han formado parte nunca de las telarañas nacionales son Pedro Alonso Agüera y Tomàs Arrufat Pujol. El primero era hasta hace no mucho el propietario de la empresa Infun, del sector de la automoción, que vendió a los mexicanos de Grupo Industrial Saltillo por una cifra superior a los doscientos millones de euros. Ahora sale en la lista Forbes con un patrimonio próximo a los 350 millones, parte de los cuales invertidos en la compra del antiguo edificio del Corte Inglés a la plaza Francesc Macià de Barcelona, un inmueble por el que pagó 152 millones de euros (2019). Por su parte, Arrufat es el propietario de Proeduca, el holding que controla la Universidad Internacional de La Rioja (Unir), único centro universitario del Estado que cotiza en bolsa. El entramado factura unos 100 millones de euros y proporciona a sus accionistas beneficios recurrentes. El patrimonio estimado de Arrufat asciende a los 550 millones de euros.

Para acabar, hay que hacer mención a la plataforma de inversión creada por el biólogo Daniel Oliver Uriel, denominada Capital Cell. Su objetivo es la captación de fondos para invertir en startups del sector biomédico. Desde 2015 han invertido en 62 empresas diferentes, con un total de 60 millones de euros invertidos. A buen seguro que de esta cartera saldrán algunas de las revelaciones de los próximos años y de las que oiremos  hablar.

Estos que hemos visto son unos cuantos ejemplo de la renovación que se ha producido durante los últimos cinco años a los círculos del dinero, que a menudo nos parecen más estáticos del que realmente son. Viendo la aceleración de todo, es fácil imaginar que de aquí cinco años los cambios a la telaraña original todavía sean más notorios. Cuando llegue el momento, intentaremos explicarlo.

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