Manresa liberaliza la muerte

La insistencia de una pequeña empresa funeraria ha hecho de la capital del Bages la primera ciudad catalana que se enfrenta a un mercado abierto, tal como recomienda la normativa de la Unión Europea

Cuánto cuesta morirse? En sentido económico –y disculpan las molestias- en Manresa han calculado que el pago de un servicio funerario completo se sitúa en los 4.000 euros de media. Son cifras de la Asociación Esfune, quien ha estimado que con la liberalización del mercado el ahorro será de unos 1.000 euros aproximadamente.

"Más operadores al mercado, menos precio" mantiene el presidente de la asociación, Aureli Sánchez, quien ha luchado desde su empresa, Eternam Servicios Funerarios, porque "encontramos que había problemas con el Ayuntamiento porque queríamos entrar al mercado y no podíamos porque había trabas, puesto que no se había actualizado la normativa de los servicios funerarios".

Arran su insistencia, al pleno municipal del mes de febrero se ha aprobado una medida que hace de Manresa la primera ciudad catalana con servicios funerarios liberalizados. "Una empresa de Guadalajara, por ejemplo, podría pedir la licencia de actividades y por lo tanto, ofrecer los servicios aquí. Pero, al margen de la licencia, el que pediremos es que tenga licencia a su municipio y, sólo por este hecho, ya tendrá permiso para operar al nuestro", explica a VÍA Emprendida Joan Calmet, regidor de Barrios y Acción Comunitaria del Ayuntamiento de Manresa.

El motivo lo encontramos al artículo 19.1 de la Ley General de Unidad de Mercado (LGUM) de alcance europeo en la que se ampara Esfune, que establece que desde el momento en que un operador económico esté legalmente establecido en un lugar del territorio español podrá ejercer su actividad económica en todo el territorio, mediante establecimiento físico o sin él, siempre que cumpla los requisitos de acceso a la actividad del lugar de origen, incluso cuando la actividad económica no esté sometida a requisitos en este lugar…".

Contemplar la rebaja de precios
"La liberalización tiene que repercutir en una rebaja de los precios de los servicios funerarios como pasó con la telefonía móvil, etc. Pero a la práctica, ya veremos como acaba repercutiendo que haya más competencia", continúa explicando Calmet. Antes del cambio normativo –que todavía tiene que pasar por algunos trámites administrativos-, en Manresa operaban tres empresas funerarias: Funeraria Fontanova de Fontanet y Sunyé (está dentro del grupo Áltima, Servicios Funerarios), Funeraria Fontal S.A (de la empresa Mémora) y Funeraria del Bages.

Esta última, la empresa más pequeña de las tres, asegura que "no nos quita el sueño mucho, pero tendremos menos a repartir". Lo explica Carles Velasco, su responsable, quien no se aventura a estimar si el cambio los perjudicará más o menos. "De las tres empresas que hay, cada cual tiene sus clientes, y los nuestros son clientes bastante fieles, que venden por amistad, a los que ya hemos tratado con alguno otro familiar... pero potencialmente nos puede afectar porque nos puede sacar clientes", explica.

Regidores al pleno en qué Manresa ha aprobado la medida. M. Martí (ACN)


Aun así, como explica Aureli Sánchez, "abriendo el mercado de Manresa pueden entrar otras empresas. Evitar la agravación que había implica que contra más empresas haya, los precios bajarán más, cómo hemos visto con las operadoras de telefonía". Sánchez se aferra a un estudio presentado por Esfune, el cual estima que si hubiera más operadores, a cada servicio funerario habría un ahorro de 1.000 euros, una cifra por debajo de los 4.000 euros que cuesta de media actualmente contratar un servicio completo.

Otra de las consecuencias de este cambio normativo es que si la familia quiere que el difunto pase por el tanatorio y su empresa no dispone de tanatorio, tendrá que hablar con las empresas que sí gestionan, como apunta el regidor Calmet. "A ningún médico lo obligan a tener un hospital para poder ejercer, no? Pues tener un tanatorio no tiene que ser obligatorio", matiza Sánchez quién argumenta que "con la nueva normativa, las empresas no se verán obligadas a disponer de un tanatorio". Una inversión que también han cuantificado: haría falta una inversión de 1,5 millones de euros para montar un tanatorio en Manresa, "y esto sólo está al alcance de empresas muy grandes", repite Sánchez.

Barcelona, Girona, la próxima ciudad?
En la ciudad de Girona, Esfune también ha presentado una instancia en el Ayuntamiento para exigir que la normativa se adecúe a la europea. Y la lucha de Esfune también se extiende en Barcelona, porque si construir un tanatorio nuevo en la capital del Bages supera el millón de euros de coste, sus estudios estiman que a la capital de Cataluña la cifra puede reunir a los 9 millones de euros. Este pasado 3 de febrero han presentado una queja formal a la Síndica de Barcelona, Maria Assumpció Villano, que se suma a las otras dos instancias presentadas –en diciembre de 2015- al consistorio barcelonés para exigir en el Ayuntamiento la adecuación de los servicios municipales de servicios funerarios a la LGUM.

"Estamos trabajando en la actualización del ordenanza de servicios funerarios para evitar las trabas actuales a las pequeñas funerarias", ha apuntado recientemente el primer teniente de alcalde de Barcelona, Gerard Pisarello, en declaraciones recogidas por el diario Ahora. Y es que el estudio de la Asociación Esfune aprecio que, con la liberalización del sector, se podría conseguir un ahorro de entre un 20% y 35% en los servicios funerarios de gama mediana de Barcelona que, según sus cifras, se sitúan de media en los 2.500 euros.

En resumen, a la pregunta de cuando cuesta morirse, tendríamos que contestar que depende de la ciudad donde lo hacemos.

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