¿Una nueva cuota de autónomos?

Es necesario crear un sistema de cuota diferente al actual para los profesionales que trabajan por cuenta propia, en función de sus ingresos mensuales

Una trabajadora autònoma calcula la cuota que tiene que pagar | iStock Una trabajadora autònoma calcula la cuota que tiene que pagar | iStock

Los autónomos en España representan a un colectivo aproximado de 3,3 millones de profesionales en activo; y, en Catalunya, de unos 550.000. Además del número, también hay que destacar que este perfil profesional es un potenciador y dinamizador de la economía, pues actúa como una empresa unipersonal, que tiene que gestionar su trabajo, lograr recursos y tener resultados para mantenerse en activo. Esta figura está presente en toda Europa con diferentes sistemas (la mayoría con fuertes ventajas y ayudas para fomentarla) y con un número que el Eurostat indica alrededor de los 26 millones, aproximadamente el 14% de la población activa europea.

Podríamos entrar en detalle en las tipologías de autónomos, especialización de sectores, comparativa de actividad, etc, pero centremos el caso en un tema transversal que los afecta a todos: la cuota de autónomos. Primero, ¿qué es la cuota? Ser autónomo en España tiene un coste mínimo mensual. Este 2021, la cuota ha tenido un nuevo incremento y se sitúa en los 289 euros, y 371,5 euros para autónomos societarios (ambas aplicarán este incremento a partir de junio de 2021). Evidentemente, además de esta cuota, cada autónomo por los trabajos, negocio o beneficio que genera, tiene que aplicar la retención, el IVA y tributar. Actualmente, un autónomo puede decidir ampliar esta cuota (siendo la máxima de 1.245 euros) teniendo a cambio una mayor cobertura social de prestaciones del estado, y, especialmente, un futuro acceso a una mejor pensión por esta alta cotización.

En el caso de Catalunya, el 85% de los autónomos consideran que cotizar por la mínima es lo que les conviene. De hecho, hay que tener en cuenta que la cuota mínima española es la más alta de toda Europa. Pongamos un símil comercial: cuando un 85% de nuestros "clientes" (que, por cierto, son cautivos) optan por una línea de producto disponible, será porque es la más adecuada o porque no se han sabido poner en valor las otras opciones del producto. Pero lo que es seguro, es que imponer una nueva tarifa aumentada no ayuda a la satisfacción del cliente afectado (que ya considera que está pagando demasiado, comparado con lo que pagan otros mercados).

¿Existen previsiones de modificar la cuota de autónomos? Ciertamente, hay que hacer una revisión de qué cuota se tiene que aplicar, pero para hacerlo, hay que tener en cuenta al sector. Durante 2020, hubo dos filtraciones o noticias-test, digámosle como queramos, de la modificación y el aumento de cuota de los autónomos pasando a ser por tramos. Este año, ha habido una nueva, citando al Ministerio en la noticia y poniendo fecha del cambio a inicios de 2022.

¿Qué pasará en 10 meses?

Este tema es clave en la economía de España y se tendría que tratar con el rigor necesario. Las Cámaras de Comercio, donde están los autónomos por el hecho de ser autónomos, son legalmente órganos consultivos que tienen que aportar en estos procesos, como lo tienen que hacer de manera ejecutiva los agentes sociales representativos. Tirar mensajes y pensar que si no hay eco será "fácil de mover el tema" no tiene que ser la manera, pues genera incertidumbre y preocupación a un colectivo que es básico en la economía y, a la vez, es muy frágil. El Eurostat ya advirtió en abril de 2020 que los autónomos serían de los más afectados por la crisis de la covid-19.

No se ha dicho cuál será el incremento exacto, pero sí ha quedado patente que la recaudación será más elevada en términos generales por las cuotas. Dar un mensaje de que los autónomos podrían pagar, como citaban, 5.000 millones de euros más al año con sus cuotas no es la manera.

Estética, emocional y económicamente, no es el momento de implementar una medida que tenga un objetivo de incremento sobre la recaudación de los autónomos

Lo dijimos en octubre y lo repetimos. Sobre todo cuando no ha habido ayudas directas. Ahora mismo, el cálculo que se planteaba en el Pacto de Toledo centraba la atención en cómo adecuar tramos para calcular los años de cotización para la jubilación; y también se ha sumado la reforma de la cuota de pagar según los ingresos. Por lo tanto, el aumento de cuota, dependiendo de cómo se calcule, puede llevar a una mínima como decíamos del 50% superior. Pero no se acaba aquí, porque si establecen una corelación no porcentual de ingresos-tramos (con la máxima actual) nos podríamos encontrar con que algunos autónomos pasarían a pagar menos, pero otros se podrían incrementar según se equiparen los tramos. Si como decíamos este sistema de tramos por ingresos estuviera ligado al sistema de mínima y máxima actual de cuota, por ejemplo, alguien que hoy paga 289 euros al mes podría tener que pagar 1.245 euros al mes. Y esto se podría empezar a aplicar, según lo que se ha publicado, en 10 meses. Por esta razón hay que dar un mensaje de alerta, pues hay que conocer y entender como se pretende implementar, y evitar que se aplique directamente.

Ahora viene una etapa en la que muchos sectores de autónomos están y estarán afectados con una crisis derivada de la covid-19, y no será fácil de gestionar. Por lo tanto, ahora estética, emocional y económicamente, no es el momento de implementar una medida que tenga un objetivo o un impacto de incremento sobre la recaudación de los autónomos.

Segundo, es necesario y más justo crear un sistema de cuota diferente al actual que vaya en función de los ingresos. Correcto. Y para hacerlo, hace falta que se sigan los procedimientos necesarios y estudiar escenarios, en vez de tirar mensajes. Existen las entidades consultivas y sociales por un motivo, y tienen que ser consultadas.

Es necesario y más justo crear un sistema de cuota diferente del actual, que vaya en función de los ingresos

Tercero. En caso de que se tenga que aplicar, se podría plantear un sistema que, en vez de hacer un tramo según facturación, sea por un porcentaje de la facturación, quien cobra "mucho" pagará un x% concreto más elevado y quien cobra "poco" pagará un x% concreto inferior, una opción que no implica incrementar el actual por tramos obligatorios, sino implicaría bajar o incluso en algunos casos podría llegar a eliminarse la cuota. Y también se podrían añadir otras opciones o sistemas si se quiere ordenar el sector, como puede ser introducir derechos como el de poder hacer media jornada.

Particularmente, entiendo que para el Estado es mucho más "cómodo" marcar tramos, pues así puede tener unas previsiones de cuánto ingresará (tenemos xy en este tramo y xy en este, por lo tanto, podemos prever un ingreso de xyz). Tener que depender de cuánto facture cada persona no permite tener una previsión clara. Pero tanto en esta como en otros cuestiones, depende de prioridades; si nos preocupamos por el presupuesto o por la actividad y los y las profesionales. Otros países lo hacen. Todas estas medidas permitirían mantener los acuerdos del Pacto de Toledo sobre las cotizaciones y pensiones futuras de los autónomos este 2020.

Aún así, se tienen que preparar estos escenarios, y esperamos que sea de manera ordenada y en clave para el colectivo de profesionales.

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