Jennifer Lawrence y Leonardo DiCaprio en una escena de la película 'Don't Look Up'. | EP

La Tribuna

Prohibido mirar

Mirar hacia arriba no es solo mirar al espacio, sino también al 'deep state' que dirige el mundo

Seguro que muchos de ustedes recordarán un famoso anuncio de Ikea que dice así: "Esto no se toca, quita. Con esto no se juega, dale". La vida está llena de prohibiciones a pesar de anhelos de libertad que emergen ya de muy pequeños. Dos grandes filósofos cómo Thomas Hobbes y Jean-Jacques Rousseau pusieron sobre la mesa de debate si el ser humano era bueno o malo por naturaleza y qué papel tenía la sociedad, la política o la economía en todo ello.

El inglés veía guerra y paz, el francés veía más bien (des)igualdad. "Tanto si somos buenos como malos, lo importante es si es posible organizar sociedades alrededor de los mejores aspectos de nuestra naturaleza -empatía, generosidad, solidaridad- o si podemos tener esperanza y encontrar formas ingeniosas de dar un buen uso a nuestro interés personal. Aunque pienses que somos buenos por naturaleza, la pregunta es si podemos aprovechar nuestras mejores calidades frente a las condiciones sociales y económicas de la modernidad", apunta el profesor Roben Douglass del King's College de Londres y autor de Rousseau y Hobbes: Nature, Free Will, and the Passions (2015).

Douglass: "Tanto si somos buenos como malos, lo importante es si es posible organizar sociedades alrededor de los mejores aspectos de nuestra naturaleza -empatía, generosidad, solidaridad- o si podemos tener esperanza y encontrar formas ingeniosas de dar un buen uso a nuestro interés personal"

Hoy, pero, no hablaremos de filosofía, naturaleza ni de recuerdos o anuncios de infancia. Pocas horas después de celebrar -o lamentar por el simple hecho de tener que existir- el Día Mundial de la Reducción de las Emisiones de CO2, La Tribuna de este domingo es sobre la película Don't Look Up dirigida por Adam McKay y protagonizada por Leonardo DiCaprio, Jennifer Lawrence o Meryl Streep, entre otros muchos actores y actrices de bandera.

Definitivamente, está prohibido mirar donde no toca y es por eso que ni se le ocurra leer estas 10 reflexiones personales alrededor de una parodia de "ciencia ficción":

  1. Los científicos están infravalorados y los políticos escuchan poco o nada la sociedad civil.
  2. El cambio climático es una realidad imparable, por mucho que Donald Trump crea que es "un cuento chino".
  3. El poder del relato: "Washington siempre necesita un héroe".
  4. El click y las redes sociales hacen tambalear los medios de comunicación.
  5. La política actual a menudo tiene más marketing, pirotecnia y escenografía que contenido real.
  6. El debate entre la economía y la salud no empieza ni acaba con el coronavirus.
  7. El debate entre el individuo y la sociedad no empieza ni acaba con el coronavirus.
  8. Los algoritmos y las bases de datos dominarán el mundo: "Dejaremos a este hombre fuera del sistema".
  9. Mirar hacia arriba no es solo mirar al espacio o "hasta el infinito y más allá", sino también el deep state que dirige el mundo.
  10. Hay una lucha de países y también una lucha de clases. Cada país es un mundo y cada clase tiene su lucha.

Todo ello, esperando nuevas noticias sobre el cohete -fuera de control- de Space X y Elon Musk que chocará contra la Luna o sobre el cohete ruso -fuera de control- que se dirige hacia la Tierra. Mientras tanto, ya sabemos que hay una mujer mayor de México que se llama Angélica Torres y sigue luchando contra el cambio climático después de haber plantado más de un millón de árboles en una década.

Més info: ¿Y la europea? Bla, bla, bla

Efectivamente, Don't Look Up es una película tan realista cómo absurda capaz de mostrar cómo una anestesióloga amiga de la presidenta de los Estados Unidos dirige La Nasa o un cometa acaba con La Tierra después de que un gran empresario del mundo de la tecnología y con poder en la política intente aprovechar la extinción del planeta para crear miles de puestos de trabajo y enriquecerse. La última cena no es solo una obra de Leonardo da Vinci, sino también una escena familiar para la historia de Leonardo DiCaprio.

Mirar o no mirar. Tocar o no tocar. Ser bueno o malo. Creer o no creer. Vivir o morir. Ser o no ser, que decía William Shakespeare. Y eso sí que sobretodo depende de nosotros. "Un hombre siempre tiene opciones, se trata de escoger la correcta" y sí, "en verdad, ya lo teníamos todo".