El síndrome miofascial

Los disturbios sensoriales que se manifiestan son: Hiperalgesia, disestesia y/o dolor referido

La síndrome de dolor miofascial | iStock La síndrome de dolor miofascial | iStock

El síndrome de dolor miofascial es un trastorno osteomuscular con síntomas sensoriales, motores y autonómicos, producidos principalmente por puntos gatillo o trigger point musculares activos. 

Los disturbios sensoriales que se manifiestan son: Hiperalgesia, disestesia y/o dolor referido. 

El punto gatillo es un punto hiperirritable, entre una banda tensa muscular o en la fascia muscular, doloroso a la compresión, que puede ser referido y con características de disfunción motora. Existen dos tipos, los activos y los latentes; estos últimos son los más comunes.

El dolor que se relaciona con dicha contracción muscular (excesiva o involuntaria) puede estar ocasionado por una gran variedad de condiciones clínicas, algunas asociadas a trastornos del movimiento o a padecimientos, en donde el dolor y el espasmo muscular son los únicos síntomas. Entre ellos encontramos problemas osteomusculares dolorosos, como el síndrome de dolor miofascial, la disfunción temporomandibular y el bruxismo.

Hay varios tratamientos para estos síndromes. Pero, cuando el cuadro doloroso mejora parcialmente con los tratamientos convencionales, se puede usar de toxina botulínica tipo A (BOTOX ®) para un beneficio más prolongado. Para la utilización racional de la toxina botulínica A en el control del dolor, el paciente debe tener dolor crónico secundario a un diagnóstico conocido. Aunque la toxina botulínica A no se considera como un tratamiento de primera elección para el dolor miofascial crónico, puede ser una opción terapéutica en los casos en que éste es refractario.

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