Un año con la grama al bolsillo

La moneda social de Santa Coloma de Gramenet logra las 300.000 unidades en la calle y una percepción dispar entre los usuarios en sus primeros 12 meses en circulación

La plaza del Reloj es una de las zonas comerciales de Santa Coloma de Gramenet | Gramenet Turismo La plaza del Reloj es una de las zonas comerciales de Santa Coloma de Gramenet | Gramenet Turismo

Este sábado hace exactamente un año que Santa Coloma de Gramenet sacó en la calle su moneda social, la grama. Se pusieron en circulación un total de 6.000 grames, las cuales fueron recibidas por los comerciantes con cierta sorpresa y a la vez esperanza. "Corrí a poner wi-fin porque los compradores pudieran utilizar la aplicación", recuerda la propietaria de la fruiteria Huerta Meya, Cristina Meya, una de las tenderas que se sumó desde el primer momento y que convirtieron la ciudad en el primer municipio de más de 117.000 habitantes al tener una divisa propia para pagar las subvenciones.

Un año después, no ha perdido la ilusión, pero reconoce que ha tenido menos impacto del que esperaba: "No va mal, pero tiene poca circulación. La grama se mueve entre cuatro entidades y creo que hasta que no llegue a los funcionarios, no será como se esperaba". Y es que entre su clientela hay mayoritariamente actores del sector de la hostelería, "los que pagan facturas grandes con grames y hace que me cuesten gastar porque no tengo proveedores que acepten".

Garrido: "Si ya hay quién duda para pagar con tarjeta, con una app sería todavía peor"

Un aspecto que también destaca el propietario del restaurante Tremendos, Miguel Garrido, quien considera que el hecho de estar disponible en colectivos pequeños hace que no tenga tanto recorrido. Aún así, reconoce que la gente no acaba de ver claro pagar con el móvil y que esto hace que se avance lentamente: "Si ya hay quién duda para pagar con tarjeta, con una app sería todavía peor. La gente prefiere tocar el dinero y saber que los tiene".

Identificar los proveedores y comercios antes de comprar

Igual que Meya, Garrido también pone en circulación sus grames pagando los pedidos a los proveedores. "Cuando los pregunto si puedo pagar con grames, me dicen que sí, pero lo hacen con un tono que demuestra que prefieren que lo haga en euros", comenta sobre la reacción que encuentra.

Y es que a pesar de que se pueden cambiar por euros, hay quién se quiere mantener firme con su uso pero encuentra dificultades para dar salida en la moneda social: "Todavía no tengo el hábito, me olvido que es una opción cuando voy a comprar, y me pasa que de golpe abro la aplicación y veo que tengo monedas por valor de 100 euros y no lo sabía". Todo es cuestión de acostumbrarse, insiste, porque él mismo ha podido comprobar de primera mano que la propuesta hace que el dinero se muevan dentro de Santa Paloma y no salgan hacia Barcelona.

Meya: "Tengo localizados cuatro o cinco establecimientos que ya son estables, voy a comprar siempre a los mismos lugares para pagar con grames"

La solución que Meya ha encontrado es pagarse una parte de su sueldo en monedas sociales para después gastarlo en los comercios del barrio que aceptan. "Tengo localizados cuatro o cinco establecimientos que ya son estables, voy a comprar siempre a los mismos lugares para pagar así. Al principio era un poco refractaria, pero ahora ya compro con grames", señala.

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La 'grama' se gestiona desde una app con el móvil | Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet

Este es el resultado que quería el Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet, que no era ninguno otro que hacer que el dinero que se destinan en la ciudad en forma de subvención se queden al municipio. Eso sí, hace falta encara rodaje y salir del estado de "en prácticas" que la propietaria de la fruiteria considera que viven los vecinos, quienes recuerda que todavía no se han hecho a la idea de tener una moneda que no sea física, sino digital, y que se utiliza a través de una app en el móvil.

Grames que generan riqueza local

"La grama nació como consecuencia de una trama urbana en deterioro por la competencia que generan las grandes superficies, los cambios de hábitos del consumo y la falta de relevo generacional al comercio tradicional", explica el 1r Teniente de alcaldesa del área Interna, Promoción económica y comercio, Esteban Serrano. El consistorio quería dinamizar el comercio social y generar riqueza y cohesión social a través de "nuevos lugares de trabajo y oportunidades".

Sólo 2,9 de cada 10 euros de subvenciones del Ayuntamiento se quedaban en Santa Coloma de Gramenet

La idea era hacer que de cada 10 euros de gasto público del Ayuntamiento, su totalidad se quedara en Santa Coloma de Gramenet, no que sólo permanecieran 2,9 euros como pasaba antes, motivado principalmente por el potencial económico de Barcelona. La mecánica consiste a abonar entre el 50 y el 100% de las ayudas a través de grames, todo en función de si se trata de entidades deportivas u organizaciones económicas y comercios.

"La cuestión era hacer que la empresa más grande de la ciudad, la Administración pública, diera ejemplo. Sin poner ni un euro adicional de gasto, los tributos que pagan los ciudadanos se devuelven en forma de subvención y se convierten en consumo directo", defiende Serrano. Y es que la propuesta tomó forma después de un estudio elaborado por la Universitat Pompeu Fabra –que ahora asesora el consistorio a escala jurídica- y una ayuda europea de 132.000 euros.

La moneda de todos

Actualmente las 6.000 monedas que entraron en circulación inicial se han multiplicado hasta lograr las 300.000 unidades y el número de comercios adheridos ha pasado de los poco más de 120 a sumar 1.700 con cerca de 300 usuarios activos. Siempre, pero, se tiene que intentar que el tejido de establecimientos sea diverso para asegurar que los vecinos tienen la oferta necesaria porque la grama revierta realmente al municipio.

Serrano: "Al final queremos conseguir que toda la ciudadanía entre al sistema y poder llegar a pagar algún día los impuestos con grames"

A pesar de que las sensaciones son diversas entre los que ya utilizan la moneda, el proyecto sigue vigente. Según el 1r Teniente de alcaldesa, para el 2018 la pretensión es pagar los sueldos de los empleados del Ayuntamiento con grames y empezar a pensar en la manera de ampliar la propuesta a la contratación pública. "Evidentemente, al final queremos conseguir que toda la ciudadanía entre al sistema y poder llegar a pagar algún día los impuestos con grames", apunta Serrano, quienes añade que todo se tiene que hacer " a paso porque cada fase necesita un reglamento concreto".

El proyecto de Santa Coloma de Gramenet es pionero. A pesar de que todo el mundo toma como referencia el caso de la Bristol Pound en el Reino Unido, que ha demostrado ser un sistema sólido, este es otro de los que se han lanzado a escala privada, mientras que la grama fue la primera moneda 100% pública al salir a la calle.

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