Dónde son ahora los emprendedores del 4YFN?

Cuatro años después de la primera edición, el acontecimiento internacional de referencia por emprendedores hace balance de la trayectoria de las startups triunfadoras de la competición

Cuando la startup catalana Infantium decidió presentarse hace justo cuatro años a la competición del 4 Years From Now (4YFN), no sabía todo el que le esperaba. Era la primera edición de una feria que, de la mano del Mobile World Congress, aspiraba a convertirse en un punto de encuentro internacional de referencia por emprendedores, inversores y grandes corporaciones.

Participando al Mobile Startup Competition, se jugaban una semana a la Startup Embassy de Silicon Valley, apoyo financiero y legal, formar parte del programa de emprendedores del Banco Sabadell y, por supuesto, ser los protagonistas del paradigma mediático. Y como explicaba a VÍA Emprendida la cofundadora y CEO de la compañía, Karen Márquez, era muy consciente: "Es un acontecimiento reconocido mundialmente y que además se celebra en Barcelona. Representar nuestra ciudad es un honor". Un día después, la startup supo que se convertía en la ganadora de la primera edición de los premios. Un galardón que los ha catapultado hacia el éxito y a consolidar un producto educativo en quien ya confían clientes como McMillian, Cruce o Edebé.

De aleshors acá, se han cumplido ya tres ediciones y la competición, conocida ahora como 4YFN Awards, ha visto como hasta 60 finalistas han expuesto arriba del escenario sus ideas. Algunas han sido más maduras, otros más disruptives y otros han ido ya con varios inversores al bolsillo, pero todas han demostrado que la emprendeduría se encuentra en plena ebullición.

Validación del producto por una voz experta
Caravelo, startup fundada el 2010, fue la ganadora de la categoría Disrupted by Mobile en la segunda edición de la competición. Llegaban con una compañía que ya traía casi cinco años de rodaje, pero con sólo 18 meses "relevantes". Así es como lo recuerda el cofundador y CEO de la startup, Iñaki Uriz, quien explica que participar en los 4YFN Awards fue la manera de tener presencia a la feria.

Entonces ya contaban con una primera ronda de financiación completa y estaban totalmente seguros de la viabilidad del proyecto para optimizar los billetes de avión. "Sabíamos que teníamos una idea interesante y que era suficiente atractiva para sacar algo", señala, "pones tu idea sobre la palestra, ante gente con experiencia y junto a otros negocios potencialmente interesantes". Y si el proyecto que uno presenta sale ganador, como fue su caso, "demuestra que es uno de los más atractivos y que gente experta lo considera viable".

Más allá del premio en cuestión, Uriz considera que la experiencia fue buena para saber qué se cuece en cada sector: "Una startup hace algo que ya se hacía, pero con una mirada más fresca. Ver qué están haciendo compañeros en otros sectores siempre es interesante". Los colaboradores de Caravelo son también startups, buscan proyectos jóvenes y disruptius como Kantox, por ejemplo, de forma que es un buen lugar para hacer networking. Además, al poco de la competición consiguieron cerrar una segunda ronda de financiación que los ha permitido crecer hasta facturar medio millón de euros y tener ya una plantilla de 15 trabajadores.

Un camino muy similar al qué ha seguido el ganador más reciente de la misma categoría, ThingThing. Levantarse con el premio el 2015 los permitió "validar el producto, motivar el equipo y cerrar con éxito una ronda de finançament", detalla el cofundador y CEO, Olivier Planto, quien asegura que el hecho de "poder decir 'fuimos allá y ganamos' tiene mucho poder e influencia cuando conversas con inversores".

Con estos recursos económicos ThingThing han ampliado el equipo hasta los 9 empleados y han fortalecido los departamentos de marketing, UX y desarrollo para consolidar el teclado en el cual trabajaban desde Barcelona.

Un empujón en forma de visibilidad
Caravelo y ThingThing pueden hablar desde el punto de vista del galardonado, pero la competición evalúa un total de 24 finalistas que resultan escogidos de entre centenares de solicitudes. Uno de ellos es Braingaze, participando en la edición del 2015, una compañía que el mismo cofundador y CEO, Laszlo Brax, define como "particular" porque se trata de un producto pensado para el eHealth y "un poco al límite de la Internet of Things". Precisamente el YATE es uno de los principales intereses de los inversores del momento, de forma que eran conscientes que no serían tan atractivos como los otros proyectos.

A pesar de las trabas, Brax reconoce que participar enl a competición los ha dado visibilidad. "No hemos causado tanto interés como otros, pero sí que hay empresas que consideraron nuestra tecnología y miraron qué podíamos hacer por ellos", constata, "sin ser finalistas, probablemente no nos habrían notado". En un año han podido superar la fase de prototipatge y validar clínicamente el producto, pensado para diagnosticar problemas de atención y percepción visual, para dar el paso a su comercialización. Según Brax, venden la herramienta en España, el Reino Unido y Holanda.

Una competición para cada momento
Son los 4YFN Awards unos premios más y bastante? Para Uriz, de Caravelo, la respuesta es clara: "No, porque tiene mucha querencia y está enmarcada en el contexto del Mobile World Congress". Y es que en los últimos años el número de competiciones ha ido en aumento, una tendencia que algunos empiezan a ver como un desprestigi para los programas de más recorrido.

Uriz es uno de los que considera que hemos llegado a este extremo de saturación, por el que recomienda ser "selectivo": "No puedes presentarte a todo, tienes que ver donde encaja a tu empresa o equipo, qué tienes que hacer para participar o ver si paga la pena". Desde su punto de vista, de forma natural los mismos emprendedores ya han ido distinguiendo aquellas oportunidades que están más pensadas para startups en fase seed de las que tienen un destinatario más maduro. Aun así, también cree que muchos de los premios que se han creado los últimos años acabarán desapareciendo para no tener suficiente fuerza.

Emprender o no emprender en Barcelona?
Si hay una opinión que los tres emprendedores comparten, esta es que Barcelona es un hub en potencia. "No es lo más destacado en este momento, probablemente Berlín o Londres tienen más startups, pero la situación mejorará", defiende Uriz.

Para el CEO de ThingThing , uno de los elementos negativos que tiene el ecosistema emprendedor catalán es su tendencia a copiar modelos de éxito. "Sólo tienes que fijarte en todas las compañías de delivery que están luchando en Barcelona, me recuerda a la burbuja del punto como", comenta, y afirma a continuación que "la clave es apoyar y nutrir los proyectos más innovadores y disruptius, dejamos que las copias luchen invirtiendo en marketing hasta que sólo quede una de pie".

Siguiendo con la lista de deberes pendientes porque la capital catalana sea un verdadero hub, Planto menciona el papel de los inversores: "La inversión se encuentra por debajo de las condiciones otros mercados. Massa startups están haciendo mucho con muy poco, el que a largo plazo daña todo el ecosistema emprendedor". Y en la lista de peticiones de mejora apela directamente a las instituciones y a la burocrática, donde las políticas de visados de trabajo son una traba respecto de ciudades como Berlín, París o Londres. "No podemos aceptar un periodo de tres meses para contratar alguien de fuera de la Unión Europea y normalmente los mejores talentos se encuentran fuera de la UE", sentencia.
Hoy Destacamos
Lo más leido