Las ideas son la chispa que hacen nacer un negocio, pero también son el combustible que lo hacen perdurar. Este es el caso de la empresa IUL, una compañía de largo recorrido que durante la mayor parte de su vida se ha dedicado al desarrollo de equipamiento para laboratorio. Ahora en pleno relevo generacional y con el asesoramiento de Barcelona Activa IUL está desarrollando un nuevo test rápido para detectar la covid-19. El test de la compañía es un lector de diagnóstico médico. Se trata de un aparato que está programado para leer varios marcadores de la muestra que analiza de forma rápida y eficiente.
Una gran ventaja que presenta es la costumización. Vicenç Font, su responsable, afirma que "hacemos un lector baso que después se adapta a las necesidades de cada cliente. Lo podemos adaptar para detectar la covid como la malaria". Teniendo en sus manos la "masa madre" para diagnosticar cualquier enfermedad sólo tienen que adaptar su lector y producir los tests que se les encomienda.
La otra facilidad que hace destacar el dispositivo de IUL es la conectividad de este. Gracias a eso el lector facilita la trazabilidad de la enfermedad. "En el caso de la covid la conectividad es clave, puesto que permite hacer un seguimiento de la expansión de los contagios", asegura Font. Son estos elementos que han convencido a muchos de sus clientes que se reparten por Italia, Bélgica, Taiwán o los Estados Unidos.
Un largo proceso de cambio
La compañía tradicionalmente se ha enfocado únicamente al desarrollo de equipamiento por laboratorio que automatizaba muchos procesos que antes eran manuales. Han proveído tanto material para control alimentario como para laboratorios farmacéuticos.
Cuando Vicenç Font y Marcel Lleonart se pusieron al frente de la empresa tomando el relevo de sus respectivos padres, quisieron ampliar el terreno de trabajo de IUL. Desde hace cinco años han trabajado con una empresa norteamericana que se dedica al sector veterinario. Fue con esta compañía que desarrollaron su primer lector de diagnóstico, pero dirigido a gatos y perros.
"Si nuestro lector se acaba introduciendo como forma de diagnosticar, podrían enviar datos en tiempo real que permitiría objetivar las medidas que se tomaran"
"Vimos que su uso se podía adaptar a las personas, de este modo el mercado se nos ensanchó mucho", recuerda Font. Es así como empezaron el camino que hoy les ha llevado a implicarse en el rastreo de la covid. "Si nuestro lector se acaba introduciendo como forma de diagnosticar podrían enviar datos en tiempo real que permitiría objetivar las medidas que se tomaran", remarca el CEO. Por ahora se encuentran en fase de prueba en colaboración de entidades médicas.
Apuestas de futuro en dos direcciones
La antigua rama de IUL sigue siendo la protagonista, tanto por facturación como por volumen de trabajo. Es un valor seguro para la empresa que les da alas para seguir invirtiendo en la nueva aventura de los lectores de diagnóstico.
"Queremos seguir manteniendo las dos líneas", asegura el empresario. Por ahora esta combinación ha sido un éxito, puesto que en un año como este no sólo no han tenido que recortar personal sino que se encuentran en proceso de contratación.
