La aviación corporativa se eleva en el Prat

Cada día en el Prat se elevan y aterrizan una decena de aviones privados, una cifra que se puede multiplicar por 100 coincidiendo con ferias destacadas y acontecimientos deportivos

La demanda de vuelos privados al aeropuerto del Prat ha crecido un 9,1% durante el último año año. Cada día en el Prat se eleva y aterriza una decena de aviones privados, una cifra que se puede multiplicar por 100 coincidiendo con destacadas ferias en Barcelona, como lo Mobile WorldCongress , o acontecimientos deportivos, como los premios de motociclismo. De este modo la actividad de vuelos privados rompe con varios años de caída y llega al nivel que tenía el sector en 2009, un año después de la inauguración de la terminal corporativa del Prat.

Las instalaciones del Prat, independientes a las dos terminales y más cerca del casco urbano del Prat, se estrenaron en 2008 un año en que la crisis económica ya se dejaba notar a los números de las empresas. La infraestructura cuenta con cinco salas VIP y varias salas de reuniones , además de zonas comunes o salas de espera.

Evolución inversa
La evolución de la terminal ha sido inversa a la del tránsito de pasajeros en quieres comerciales. Entre 2010 y 2012, la aviación corporativa ha perdido un 9,4% de tránsito en Barcelona, un total de 1.333 pasajeros. En cambio, durante este mismo periodo, el Prat ha conseguido su récord de pasajeros con 35,1 usuarios en un año. El último año las cifras vuelven a subir por la llegada de turistas pero sobre todo por la reactivación económica de la capital catalana. El año 2012 se registraron 7.183 vuelos, una cifra que en 2013 llegó a los 7.839.

"Entre los clientes de este tipo de vuelos hay turistas, fundamentalmente del Europa del Este y chinos, pero mayoritariamente los clientes de la aviación corporativa del Prat son pasajeros de negocios que necesitan ir de un lugar a otro del mundo perdiendo en mínimo tiempo posible", comenta el responsable de Menzies al aeropuerto del Prat, John Kay.

Esta empresa escocesa gestiona desde julio del año pasando con la veterana Gestair las instalaciones corporativas del Prat y las dos abonarán a Aena un mínimo de 3,3 millones de euros entre 2013 y 2018, que es el periodo de la concesión. El acuerdo prevé que Gestair y Menzies den a Aena el 70% de su facturación por publicidad y promoción, además de entre el 20% y el 25% del resto de ingresos, de forma que los ingresos de la empresa pública pueden crecer en función de la evolución del negocio de las dos compañías. Es el primer paso de la privatización de la empresa pública que gestiona los aeropuertos en España.

Las dos compañías se encargan del mantenimiento de la terminal y de la gestión de las instalaciones, desde los servicios de handling (los servicios de tierra) hasta las salas vip o los caterings.

A pesar del elevado coste, las compañías aseguran que el negocio se rentable y no se limita exclusivamente a estrellas de la música o el cine o turistas con un elevado poder adquisitivo. "Hay empresas que prefieren alquilar un avión privado para ahorrar tiempo y que aprecian la flexibilidad que ofrecen los vuelos privados y además desde aquí también se hacen los servicios de ambulancia o transporte de órganos", explica Kay.

Espacio para 42 aviones
La terminal corporativa del aeropuerto del Prat, que está abierta 24 horas al día todos los días del año, tiene 2.118 metros cuadrados de superficie, permite estacionar hasta 42 aviones al mismo tiempo y cuenta con seis compañías aéreas con oficina: Gestair, Menzies Aviation, ExecuJet, General Aviation Service y Euraservices , que hacen quieres domésticos, internacionales e intercontinentales.

"Los clientes pueden usar estas compañías o volar con otros y pedir permiso para aterrizar en el Prat", comenta el responsable de Menzies, una compañía con presencia a 32 aeropuertos, como los de Praga o Ciudad del Cabo. "Trabajar en Barcelona es fácil porque las instalaciones son relativamente nuevas pero hay cosas que se tienen que mejorar como por ejemplo las tax free", dice Kay.

El problema en este caso, según denuncia el responsable de Menzies, es que los clientes que han comprado en las tiendas libres de impuestos tienen que trasladarse a la T2 para poder hacer la declaración pertinente y poder volar. "Por un lado los ofreces servicios muy exclusivos y personalizados y de otra los tienes que enviar a la T2 a hacer la declaración", dice Kay, que también alerta que los últimos meses se está detectando un traspaso de pasajeros corporativos al aeropuerto de Girona, que también ofrece los servicios aunque no tiene una terminal exclusiva.

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