"La gente no se imagina nunca que tiene un detective detrás"

Hablan los investigadores confidenciales, profesionales expertos en el hallazgo de pruebas de utilidad para ganar procesos judiciales y, sobre todo, para facilitar información empresarial de la competencia

En la era del Whatsapp, espiar en la vida real va más allá del clásico detective de novela policiaca. Con las nuevas tecnologías, el control de la información y las comunicaciones ha quedado claro que es una de las prioridades de los gobiernos y grandes compañías y, en contra del que se puede pensar, en el mundo de la empresa las investigaciones privadas están a la orden del día. En Cataluña principalmente se investigan asuntos relacionados con patentes, marcas y competencia desleal, pero también deudas personales y bajas laborales. Lo explica David Sanmartín, secretario de la Asociación Profesional de Detectives de España (APDPE) y representante en Cataluña, donde -por su tejido industrial- "hay un auge en la demanda de servicios de localización de personas para solucionar deudas".

También lo confirma Àngela Martí, directora de la agencia catalana Global Risk Detectives, quien reconoce que "saber qué hace la competencia es el que más investigamos. Muchas veces se pone un infiltrado en la empresa contraria, que se usa tanto para saber si un ropa en una empresa como para saber qué hace esta compañía", detalla. "El sistema jurídico nos conoce muy bien porque las pruebas son necesarias en los juicios, pero todavía es una profesión desconocida", apunta Sanmartín.

Ambos explican a VÍA Emprendida como esta es una profesión poco conocida, ligada al imaginario colectivo arran personajes como Colombo o Sherlock Holmes y más relacionada a cuestiones personales como infidelidades y divorcios. "Somos personas tan normales que la gente no se imagina nunca que tiene un detective detrás y después, cuando vamos a juicio a declarar, se sorprenden muchísimo", explica Martí. "El sistema jurídico nos conoce muy bien porque las pruebas son necesarias en los juicios pero la nuestra es todavía una profesión desconocida", apunta el secretario de la Asociación Profesional de Detectives de España.

Competencia desleal y bajas de los trabajadores, con lupa
Y todo porque, con el objetivo de conseguir la información requerida, utilizan todo tipo de sistemas. Desde hacerse pasar por un repartidor y fotografiar la cara de quien recibe el paquete hasta infiltrarse en la empresa de la competencia y enterarse de que hacen, como y por qué. "A los supermercados pasa muy a menudo que los empleados 'cogen' cosas y se contrata un detective que trabaje con ellos al almacén para saber quién es quien roba", explica Martí.

Cómo muy claramente explica Martí, "usted compra el diario para saber qué pasa en el mundo, pero si quiere saber qué hace su hijo, como está económicamente una empresa o si el accidente aquel ha sido provocado o no para cobrar el seguro, viene a nosotros". Y es que además del ámbito empresarial, el terreno personal también genera gran cantidad de investigaciones al sector. "Muchas familias quieren saber donde van los hijos, si se drogan, si no se drogan, donde van, con quienes se ven... Sobre todo hace unos años cuando había un consumo masivo de drogas. Antes también investigábamos muchas infidelidades pero ahora, como que los divorcios sin una causa objetiva pueden hacerse rápidamente, es menos frecuente hacer investigaciones de este tipo", enumera la directora de Global Risk.

Sanmartín va más allá y explica la evolución de los casos según los territorios, de forma que asegura que "en Andalucía hay muchísima actividad y desde los últimos años hay una incidencia en reclamaciones a compañías de seguros por un gran volumen de fraudes; en materia laboral y competencia destacan Cataluña y Madrid, que capitalizan una parte importante, a pesar de que el sector industrial de Valencia también es impresionante", reconoce. Y una curiosidad: "Hay menos investigaciones de infidelidades en Cataluña que al sur de España".

Qué quiere saber el empresario
También las bajas laborales los dan trabajo. "Los empresarios suelen querer saber qué hace un trabajador cuando está de baja, si es una baja fingida o no", apunta Martí. Bajas laborales y competencia desleal son, en resumen, el que más trabajo da a estos profesionales que en el conjunto del Estado español son borde 2.000, 400 de los cuales están asociados a la entidad que representa Sanmartín. "Habitualmente se asocia un detective por despacho, por lo tanto cubrimos borde el 90% de los despachos de España". Todo y el intrusismo que existe y la confusión con el trabajo que desarrollan los peritos, hay unos requisitos cerrados para poder vestir su popular gabardina. Los indispensables son carecer de antecedentes penales y tener un título universitario oficial de grado en el ámbito de la investigación privada o haber realizado un curso reconocido por el Ministerio del Interior.

Los detectives pueden investigar todo el relativo al ámbito económico, laboral, mercantil, financiero y, en general, a la vida personal, familiar o social, exceptuada la que se desarrolle en los domicilios o lugares reservados y pueden obtener información tendente a garantizar el normal desarrollo de las actividades que tengan lugar en ferias, hoteles, exposiciones, espectáculos, certámenes, convenciones, grandes superficies comerciales, locales públicos de gran concurrencia o ámbitos análogos. También pueden realizar averiguaciones y obtención de información y pruebas relativas a delitos sólo perseguidas a instancia de parte por encargo de los sujetos legitimados en el proceso penal. En general cuando aparece un delito, marchan. "En España solamente caben dos fuerzas de seguridad: las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y nosotros, puesto que tenemos competencia exclusiva para investigar todo aquello que no es delito como tal", recuerda Sanmartín.

La foto de Facebook, la ayuda del detective
Con Internet muchas rutinas de los detectives han cambiado, explican. "Una cosa que nos facilita mucho las cosas es que la gente es tan tonta que pone su foto a cualquier lugar. Antes para saber la cara que tenía un investigado, teníamos que ir a hacer como que le entregábamos un paquete con una cámara. Ahora no, ahora miras por cualquier lugar y te la encuentras", razona Àngela Martí. "El que es cierto es que Internet es una fuente de conocimiento, igual que lo es para las empresas de reclutamiento, etc. pero detrás de una investigación en Internet, tiene que haber una corroboración de los datos porque tengan validez en una investigación", apunta Sanmartín.

También las fuentes de información se han digitalizado, el que reduce mucho el tiempo de las investigaciones. "El Registro Mercantil, el Registro de la Propiedad, la DGT... Todo esto que antes exigía tener que desplazarnos, ahora lo hacemos por Internet donde tenemos toda la información comercial, de propiedades y de tránsito", enumera Àngela Martí. "Ahora es mucho más fácil trabajar en un despacho todo el día, y hacer seguimientos de vez en cuando con una moto para saber qué hace, donde va y si cumple con el que se le ha encomendado hacer", concluye. Por eso, recuerde girarse de vez en cuando, no sea que traiga un detective detrás.
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