"Cada vez que dices tengo que mueren 15 filólogos"; "No me des besos. Hazme"; "El tamany no es importante, la medida quizás sí". Estas son algunas de las frases con que La incorrecta se presenta en las redes sociales. Valentina Planas y su hermana Júlia son las caras detrás de una empresa de corrección de textos que triunfa con su merchandising de frases ingeniosas sobre ortografía sólo aptas para haters y lletraferits.
Na Valentina estudió filología catalana en la Universitat de Girona, es máster en corrección por la Universitat de Barcelona y tiene un máster para ser profesora de catalán. El otro 50% de La incorrecta, su hermana Júlia, es diseñadora gráfica. El tándem perfecto, porque también reciben encargos de diseño y maquetación.
Después de hacer el máster, la Valentina percibió que el mundo de la corrección es "muy elitista, si no tienes un nombre y apellido es muy difícil vivir de esto", afirma. Además, considera que se limita a unos ámbitos muy concretos. Mientras Valentina hacía trabajo en una editorial, quería abrirse a otros campos: "Corregir un trabajo final de máster, una carta de un restaurante o un web, quería hacerlo más accesible, asequible y personalitzable". En vez de hacerse un web de correctora con su nombre, añadió un toque de humor y, de la mano de su hermana, diseño gráfico. La compañía empezó a andar a final del 2016.
"La idea de La incorrecta era hacer accesible la corrección", explica. Acceder a sus servicios es tàn fácil como ponerse en contacto a través de correo electrónico y esperar a recibir un presupuesto.
Las hermanas -que trabajan desde casa suya, en Banyoles- confiesan que se han sentido sobrepasadas por el éxito que han tenido a Facebook, Twitter e Instagram. La repercusión de las frases ingeniosas los ha comportado una notable visibilidad. Y muchos clientes nuevos, por supuesto: "Desde bufetes de abogados, nutricionistas, hoteles, restaurantes, particulares, diseñadores gráficos, arquitectos, mucha gente!", exclama. Incluso han hecho una colaboración con la bodega El Xitxarel·lo. "Hemos tenido un éxito que no nos lo esperábamos", afirma, y todo esto sin tener ni idea de redes sociales.
"Yo soy un poco hater y con el tema de las faltas siempre he tenido mucha fijación", explica Valentina. Hizo una primera bolsa y sorteó 20 por Facebook: "En cuatro días lo compartieron más de 2.000 personas y pasamos de 100 seguidores además de 4.000", recuerda. Después del éxito mucha gente se puso en contacto con ella porque querían comprar la bolsa.
El resto es historia. La incorrecta crea su propia tienda en linea con merchandising con frases que destacan errores típicos de los catalanoparlantes pero también muestran "respeto y amor por la lengua catalana".
Con esta trayectoria meteórica, na Valentina ha podido dejar una de los tres trabajos donde trabajaba. "En un futuro me gustaría consolidar más clientes y dedicar más tiempo", explica. Así, La incorrecta espera seguir concienciando sobre la lengua "sin dar grandes lecciones de gramática, queremos acercar la importancia de escribir y hablar bien a todo el mundo" y siempre con ironía.