Un desastre peor que la crisis de 2008

El economista Jordi Bellini analiza el impacto de "calmadores" como Trump y Lagarde en la bolsa

Christine Lagarde es la presidenta del BCE. | EP Christine Lagarde es la presidenta del BCE. | EP

Todo apuntaba que esta semana sería igual de desastrosa que la semana pasada. Lunes todo empezó con fuertes pérdidas, borrando las exiguas recuperaciones que los mercados tuvieron el viernes anterior. Bien, exiguas comparadas con el gran desastre que estamos sufriendo. Todo el mundo tiene claro que esto que está pasando no ha pasado nunca antes. Este nivel de caídas no las hemos tenido ni en la crisis del 2008. Para ponernos en contexto, durante la crisis del 2008, el Ibex bajó un 58% a lo largo de un año y tres meses y ahora lo ha hecho un 42,5% en 20 días. Una barbaridad.

"Durante la crisis de 2008, el Ibex bajó un 58% a lo largo de un año y tres meses y ahora, ha caído un 42,5% en 20 días"

Los bancos centrales han ido como locos para ganarse la credibilidad de los inversores mientras veían estas bajadas sin precedentes. Incluso, han salido rumores indicando que las bolsas cerrarían (del mismo modo que lo hizo China alargando las vacaciones de año nuevo). Más tarde, hemos visto como los parqués de las bolsas de Nueva York se quedaban vacíos, pero no por estar cercados, sino porque han seguido la recomendación de trabajar desde casa. También hemos visto como el VIX, el índice que indica la volatilidad de los mercados americanos, marcaba máximos históricos. Ha llegado a los 82,69 puntos, comparado con su anterior máximo histórico de 80,86 puntos durante la crisis financiera del 2008.

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Todo esto hasta este miércoles cuando salieron los "calmadores" de la semana. Donald Trump y Christine Lagarde. En primer lugar, Trump ha negociado con el Congreso un macroprograma de más de 1 billón de dólares para luchar contra el SARS-CoV-2. En este programa ha incluida una medida sin precedentes. A diferencia del BCE y de cualquier país de la UE, en EEUU los ciudadanos recibirán cheques por parte del gobierno para hacer frente a la situación. La medida podría costar 250.000 millones de dólares sólo en abril, y la misma cantidad también está prevista en mayo siempre y cuando la crisis continúe. En Europa, Christine Lagarde ha anunciado un plan de choque contra el coronavirus. Viendo que las bolsas estaban cayendo en picado, han aprobado un programa de compra de activos (siendo los activos buenos soberanos de sido miembros) de 750.000 millones de euros. Todo esto provocó que las bolsas se levantaran jueves con más fuerza, como si todo este dinero fueran una cura para desinfectarse de un virus que se llama pánico.

"Los bancos centrales han ido como locos para ganarse la credibilidad de los inversores mientras veían estas bajadas sin precedentes"

Ninguno de los protagonistas de esta semana se ha quedado aquí. Cómo si tuvieran que acabar de hundir el clavo, ambos hicieron declaraciones jueves por la tarde/noche. Lagarde aseguró que están preparados para aumentar el programa de compra de activos si hace falta. Esto ayudó a que viernes no se perdieran las subidas que las bolsas habían hecho el día anterior. Trump, en cambio, decidió hablar del petróleo. Aseguró que los precios del oro negro estaban demasiado altos, y a pesar de que esto tiene ventajas, se tiene que buscar ahora un equilibrio entre precios bajos y beneficios para los productores. También anunció que compraría 77 millones de barriles para ayudar a los productores de petróleo. Este incremento repentino de la demanda hizo que los precios del petróleo subieran en un primer momento, y a pesar de que bajó al final de la mañana y la tarde de viernes, ayudó que el Brent cerrara la semana por encima de los 30 dólares.

Se tiene que decir que el Ibex ha recibido una ayuda extra por parte de la CNMV. El regulador español prohibió las ventas en corto (unas operaciones que provocan bajadas en los precios) con cualquier instrumento financiero que pudiera afectar el índice o cualquiera de sus acciones. Viendo que ya se habían reembolsado 3.000 millones de euros, también dio instrucciones a las gestoras para evitar los reembolsos masivos, cosa que provoca una venta forzosa de los activos de los fondos y por lo tanto bajadas.

Viendo la situación de estado de alarma, empresas españolas están empezando a hacer ERTOS. Seat ha cerrado la planta de Martorell e Iberia, que ya casi no tiene vuelos operando, ha presentado un ERTE para 13.900 empleados. No todo son malas noticias por eso, puesto que Inditex, que tenía previsto hacer un ERTE a toda su plantilla, finalmente no lo hará salvo que el estado de alarma se extenga más allá del 15 de abril.

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