Casa Mas estrena fábrica y nuevos platos

La empresa elaboradora de platos frescos fundada por Sebastià Mas quintuplica la superficie industrial con una nueva planta en Sallent

Así era la primera cocina industrial de Casa Mas, en 1996, con el fundador Sebastià Mas (segundo por la izquierda en la fila superior) | Twitter | @platoscasamas Así era la primera cocina industrial de Casa Mas, en 1996, con el fundador Sebastià Mas (segundo por la izquierda en la fila superior) | Twitter | @platoscasamas

Casa Mas, elaborador de platos frescos, conocido por sus canalones, trasladará este otoño la producción a una nueva planta de Sallent (en la comarca del Bages) que quintuplica la superficie de sus actuales instalaciones de Castellterçol (Moianès). El objetivo es el de disparar la producción, pero manteniéndose fiel a los platos de cocina tradicional con los que ha triunfado en los lineales de los supermercados.

Con el impulso de los resultados de los últimos ejercicios, en los que han crecido a doble dígito, incluso durante la pandemia, la empresa fundada por Sebastià Mas Puig da un salto empresarial: una nueva fábrica, con una inversión de 33 millones de euros, que introducirá nuevas líneas de producción, pero también las últimas tecnologías para garantizar la sostenibilidad.

Casa Mas creció un 26% en el año más duro de la pandemia gracias a sus platos de cocina tradicional

Casa Mas lleva años con un incremento de ventas sostenido. Cerró el ejercicio de 2021 con una facturación de 46 millones de euros, un 24% más que los 37 millones de 2020, que ya fue un 26% superior a los 29,25 millones de 2019. Al no vender a través del canal horeca, no se vieron afectados por el cierre de la restauración durante la pandemia de la Covid-19. Todo lo contrario, sus platos frescos se vendieron más que nunca en los supermercados. También fabrican con marca blanca para grandes superficies como Bonpreu o Mercadona.

Este otoño iniciarán el cierre de la planta de Castellterçol, de 6.000 metros cuadrados, donde se instalaron hace 25 años, para trasladar la producción a las nuevas instalaciones de Sallent, de 30.000 metros cuadrados. Según apuntan fuentes próximas a la empresa, la migración del personal se realizará de forma progresiva y no se completará hasta finales del primer trimestre del próximo año. A pesar de que las obras todavía no se han acabado, este septiembre ya ha entrado en funcionamiento una instalación de 4.000 placas solares, colocadas en la cubierta, que suministrarán electricidad para el autoconsumo de la planta.

Según las previsiones de la empresa, a finales de octubre o principios de noviembre, entrarán en funcionamiento las tres primeras líneas de producción y, durante el primer trimestre del año próximo, cuatro más. La planta de Sallent estará totalmente operativa en abril.

Apuesta por la sostenibilidad

La ingeniería catalana Cunovesa se ha encargado del proyecto técnico así como de la dirección de la construcción y de las instalaciones. En cuanto a la sostenibilidad, además de las placas solares también se ha instalado un depósito de recuperación del calor residual para generar agua caliente. La flota de vehículos será eléctrica. Pero el gran cambio se dará en el packaging porque se planea una transición hacia los envases de cartón para reducir el consumo de plástico. Además, han puesto en marcha el plan "Un paso MAS por el planeta", con medidas contra el cambio climático.

Para financiar las nuevas instalaciones se ha optado por un crédito sindicado liderado por BBVA que cuenta con la participación del Institut Català de Finances (ICF), según informa esta última entidad pública en su página web. La línea de crédito es de hasta un máximo de 30 millones de euros. Así, Casa Mas evita dar entrada a socios externos.

Sebastià Mas, el excomercial de Casa Tarradellas que ha levantado un imperio gracias a los canelones

Casa Mas es una empresa familiar fundada por Sebastià Mas. Este excomercial de Casa Tarradellas decidió montar, en 1993, su propio negocio en la planta baja de su residencia de Castellterçol. En los inicios, se dedicó a la distribución de jamón y fuet de calidad. Posteriormente, con la colaboración de su prima, propietaria de un restaurante, empezó la producción de croquetas, que distribuía personalmente con su furgoneta. En 1997 se instaló en una nave del polígono industrial El Vapor, de Castellterçol. Debido a la imposibilidad de ampliar estas instalaciones, en 2017  adquirieron unas parcelas en el polígono Plans de la Sala, de Sallent, donde están a punto de trasladarse. En la actualidad superan los 300 empleados.

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