Comunicar es escuchar y comprender

En la empresa familiar la comunicación puede ser más difícil por los intereses ocultos o el miedo al conflicto

Ilustración del libro "Empresa Familiar con Humor", editorial Profit, de JL Martin y Jordi Tarragona Ilustración del libro "Empresa Familiar con Humor", editorial Profit, de JL Martin y Jordi Tarragona

Comunicar es más que hablar, es un proceso bidireccional, es una actitud de empatía: de escuchar ("no hay peor sordo que el que no quiere oír") y tratar de comprender, de aceptar que el otro tiene parte de razón; de diferenciar mensaje de mensajero; de entender más allá de las palabras.

No es extraño que en una familia haya incluso menos comunicación que en un entorno no familiar. En la empresa familiar la comunicación puede ser más difícil que en la empresa no familiar debido a que están presentes sentimientos que pueden ser muy intensos. Puede haber más agresividad, intereses ocultos difíciles de justificar, o miedo al conflicto (las heridas pueden hacer más daño).

Es muy normal que un gran empresario, sobre todo si es el fundador, olvide la comunicación con y en la familia

Ha de prestarse atención a la mejora de la comunicación familiar. Es muy normal que un gran empresario, sobre todo si es el fundador, olvide la comunicación con y en la familia. A lo mejor sólo hay información unidireccional. A lo mejor para evitar conflictos familiares no se explica los qués, los cómos y los porqués. No se consultan ni negocian los temas. No se manifiestan las oposiciones, no se conocen los intereses ni las inquietudes personales. Todo esto puede tener graves consecuencias en la empresa.

La comunicación se aprende practicándola; conviene crear espacios de diálogo. Ayuda a crearlos el fomentar actividades conjuntas

Los hábitos de comunicación "se heredan", "se maman en casa", pero también se pueden formar y desarrollar. La comunicación se aprende practicándola; conviene crear espacios de diálogo. Ayuda a crearlos el fomentar actividades conjuntas que hagan habitual el compartir y el estar juntos. Para fomentar la comunicación ha de pedirse opinión sobre los temas haciendo preguntas abiertas, retrasando los juicios de valor sobre las respuestas; y en todo caso dirigiéndolos al contenido no a las personas. Ojo con hacer valoraciones personales en público.

Hay herramientas, como DISC, que ayudan a mejorar la comunicación. Al igual que la empresa destina tiempo y recursos a la comunicación con sus clientes, la empresa familiar debe hacerlo a la comunicación en la familia propietaria y entre la empresa y la familia.

Ilustración y texto extraídos del libro “Empresa Familiar con Humor”, editorial Profit, de JL Martin y Jordi Tarragona. Derechos de autor cedidos a Manos Unidas.

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