Abacus és una cooperativa que este año hace 50 años

FINANCIACIÓN

Cooperativas que no dependen de nadie

Abacus, El Olivo y Femmefleur exponen los mejores instrumentos para conseguir financiación y diversificar en el sector de la economía social

Cuando intentas montar un nuevo proyecto, y más especialmente un proyecto cooperativo, necesitas invertir una gran cantidad de dinero al ponerlo en marcha. Esto supone, muchos golpes, gastarte todo el que tienes y endeudarte. Y cuando te has endeudado, necesitas aumentar los fondos propios para hacer frente pero te encuentras que ninguna entidad bancaria te deja dinero porque no tienes capital. Y de este modo se entra en un bucle difícil de salir. Es por eso que, el director de Abacus, Miquel Àngel Oliva, explica en un almuerzo de financiación de Acción que se tienen que buscar nuevas herramientas de financiación que se alejen de la banca tradicional y diversificar el más posible las fuentes de dinero de las cooperativas.

Abacus es un modelo cooperativo de éxito. La cooperativa dedicada en la educación, la cultura y el ocio, que celebra este año su 50è aniversario, es un claro ejemplo de como un proyecto de economía social puede salir adelante con la ayuda de sus trabajadores y socios. Con una facturación de 89 millones de euros el 2017, la empresa dirigida por Miquel Àngel Oliva tiene claro que en el modelo de financiación "no puedes depender de nadie".

No depender nunca de nadie

Esta es la premisa bajo la que se basa el modelo de financiación de Abacus y bajo la cual Oliva diseña toda su estrategia. Según su director general, la financiación de una cooperativa tiene que descansar sobre diferentes patas, que en su caso son los recursos propios, la banca tradicional y otras fórmulas como los títulos participativos, las empresas de capital riesgo o las colaboraciones con el Instituto Catalán de Finanzas (ICF). "Cuando las cosas van bien no hay ningún problema, pero en momentos de más inestabilidad económica, tienes que tener tu financiación diversificada", señala.

Pero conseguir todas estas patas de financiación no es fácil. Es por eso que cuando tienes que ir a pedir dinero a una institución o entidad, es muy importante tener claro para que quieres este dinero. "Nosotros necesitábamos una inversión en logística y por eso convencimos a la ICF, a las cajas de ahorro y a mutuas francesas para crear una sociedad de capital riesgo por proyectos de economía social de los cuales fuimos beneficiarios", explica Oliva. Gracias a esta iniciativa, Abacus consiguió levantar entre 10 y 12 millones de euros.

Oliva, de Abacus: "La financiación de una cooperativa tiene que descansar sobre diferentes patas, para diversificar"

En este punto de pedir inversión para financiar proyectos concretos también coincide Carles de Ahumada, director general del Olivo. La cooperativa, nacida de la mano de cuatro socios "sin un duro", empezó a elaborar vinos hacia finales de los años 80. Su crecimiento sostenido del 10% los obligó a ampliar su pequeña bodega en 1994 con una inversión de 1,8 millones de euros. Y para conseguirlo echaron de títulos participativos.

A partir de aquel momento, los títulos participativos se convirtieron en la herramienta de financiación por excelencia de la cooperativa. El Olivo emitió 450.000 euros de títulos participativos a 1.000 euros el título y en 15 días consiguió el dinero y tenían demanda de hasta 1 millón de euros. "Es una herramienta de más difícil gestión porque necesitas una red de gente que esté dispuesta a apostar por tu proyecto, pero cuando esto se da, es una herramienta muy potente", apunta de Ahumada.


Acto de de finançamento de las cooperativas de Acció | Cedida

Cuando tus clientes quieren poner dinero

A la hora de buscar financiación, "tenemos que buscar herramientas las más sencillas posible porque el mundo financiero tiende a complicarse mucho, y el que necesitamos son instrumentos fáciles que se avengan bien en la inversión que necesitamos", señala Oliva. Es por eso que el director general de Abacus no recomienda los préstamos, puesto que supone endeudamiento. Para Oliva, cualquier herramienta que incremente los fondos propios y el capital de la cooperativa es un buen instrumento.

Sin embargo, para el empresario de Abacus, "los títulos participativos van muy bien pero desde nuestro punto de vista era complicarnos la vida, puesto que para conseguirlos se tiene que ir a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y pedir permisos", explica. Es por este motivo que Abacus se lanzó hacia una nueva herramienta: el capital social voluntario.

De Ahumada, del Olivo: "Cuando las cooperativas son pequeñas y tienes pocos socios, es más difícil que te aporten capital"

La cooperativa Abacus ha conseguido un modelo de financiación de éxito con el capital que aportan sus socios de forma voluntaria. La asamblea de la cooperativa emite cada año emisiones de 2 millones de euros renovables y las personas que quieran participar y aportar dinero lo pueden hacer mientras que su aportación se encuentre entre un mínimo de 150 euros y un máximo de 60.000 euros. "No queremos que un inversor nos coloque mucho dinero porque después cuando los retira, hace daño", señala Oliva. Además, las personas que aportan capital a Abacus tienen la total garantía de que podrán retirar el dinero cuando quieran. Y es que la cooperativa tiene el 25% del dinero que dejan los socios garantizados en pólizas de crédito sin utilizar "por si un día pasa algo".

Según Oliva, "cualquier cooperativa puede aplicar el capital social voluntario, puesto que al final se basa en que el socio que deja el dinero tenga confianza llena en la empresa". Sin embargo, de Ahumada no tiene tan claro que todas las cooperativas puedan salir adelante con este modelo. "Cuando las cooperativas son pequeñas y tienes un número determinado de socios, es más difícil que aporten capital", señala.

Crowdfunding para avanzar las ventas

Es el problema con el cual se ha topado Eva Polío, de Femmefleur . Femmefleur es una cooperativa nacida en 2011 y que ha diseñado las calcetes Cocoro, una alternativa a los tampones y a las comprendidas. Al ser tan joven y pequeña, la cooperativa se ha topado en qué algunas de las herramientas utilizadas por grandes empresas como Abacus o El Olivo no son fáciles de implementar.

Femmefleur ha puesto en marcha su proyecto con diferentes herramientas de financiación: por un lado, ha conseguido la fase 1 de la SME Instrumento de la Comisión Europea para financiar la parte de investigación; y de otra, ha financiado el negocio con un préstamo participativo de 50.000 euros a cinco años, préstamos bancarios y una campaña de crowdfunding . Y es que por los títulos participativos "necesitas una base de gente que crea en tu proyecto y nosotros, al ser muy jóvenes todavía, nos falta todo este recorrido", señala Polío.


Ponentes en el acto de Acció | Cedida

Más ayudas de la Administración pública

Para ayudar a las jóvenes cooperativas a financiarse y a no sufrir tanto las dificultades con las que se ha encontrado Femmefleur, Oliva reclama la creación de una herramienta como la Sociedad Catalana de Inversión en Cooperativas (Sicoop), que desapareció el 2016. "Se trata de una herramienta muy necesaria para poder dotar de fondos propios a las empresas cooperativas más allá del sector bancario tradicional", apunta el director general de Abacus. Es por eso que pide a la Administración pública una nueva herramienta de capital riesgo que incorpore capital a los proyectos empresariales nuevos.

Las cooperativas tienen que tener muy claro para que quieren financiación y tener un proyecto empresarial viable

Además, de Ahumada reivindica también una mejor gestión por parte de las entidades: "Hay herramientas de financiación más o menos accesibles pero a veces la lentitud al resolver los problemas es muy grande", apunta.

Sin embargo, herramientas de financiación existen. El que hace falta por parte de las cooperativas es tener muy claro para que quieren el dinero cuando se va a pedir financiación y tener un proyecto empresarial viable. "Sin esto último, nadie nos dejará dinero", concluye Oliva.