Grupo ADI, los químicos catalanes en Airbus o Nike

Grupo ADI nació en 90 y ya supera los 80 millones de euros de facturación, con la voluntad de llegar a los 250 en cuatro años

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Jordi Simó fundó el Grupo ADI el 1997, después de años de experiencia en el sector químico. Nació como distribuidora de productos químicos en España y, 25 años después, con sede en Terrassa, se ha expandido por medio mundo y tiene una facturación de 80 millones de euros. Sus químicos se pueden encontrar en los cosméticos más vendidos, y también en tejidos utilizados por Nike o a las moquetas de los Airbus.

Simó trabajaba en una multinacional alemana y les propuso externalizar la logística y la facturación en España y Portugal. Les gustó la idea y con 27 años montó el primer negocio, el embrión del Grupo ADI. En aquellos primeros años se centró especialmente en la distribución de químicos para la construcción y la pintura.

Simó: "Pedí un préstamo y fue nuestra primera filial"

Bien pronto la ambición para crecer se empezó a materializar. El Grupo ADI tenía relaciones con la rama textil de Bayer y le propusieron a Simó comprar la división de Portugal. "Pedí un préstamo y fue nuestra primera filial", explica. Fue justo en el 1997, y la facturación ya era superior a los 3 millones de euros.

Esta entrada al sector textil les abrió las puertas de los tejidos técnicos, cómo la aeronáutica, la automoción o la ropa deportiva. Paralelamente iba creciendo bajo el paraguas de muchas multinacionales, que apostaban en ellos para abrir spinoffs en varios países. Bien pronto entraron en Francia y Marruecos y, más adelante, en Brasil. La mayoría de casos a través de la adquisición de empresas ya existentes.

Una apuesta agresiva

"El grupo ya tenía una envergadura importante. Y decidimos desinvertir en negocios que no nos interesaban", destaca Simó. Habían hecho grandes inversiones y palancas, y apostaron para desprenderse de la división de pinturas. Un salto atrás para hacer dos adelante: "Nos permitió recuperar caja y hacer una adquisición importante".

Así, compraron Quaternia, especializada en químicos para el sector de productos del hogar y cosmética: "Entramos en un mercado mucho más amplio y nos permitió crecer mucho, duplicando la facturación".

Todo ello forma parte de un plan de crecimiento que Simó califica como "bastante agresivo", basado especialmente en la adquisición de empresas. Así han llegado hasta facturar 80 millones de euros, con el objetivo de llegar a los 250 en cuatro años. "Estamos creciendo cada año más de dos dígitos, de manera orgánica también", resume.

Simó: "Casi todas las empresas más importantes españolas colaboran con nosotros"

Después de dejar un poco de lado el sector de pinturas y construcción, se centraron especialmente en los tejidos, los productos del hogar y la cosmética, donde son "unos referentes a España" y ya están "penetrando" con fuerza a Europa. En total tienen unos 2.000 clientes por Europa, África, América del Sur y América del Norte.

Entre sus clientes hay desde empresas pequeñas y medias hasta grandes grupos industriales. En cosmética o limpieza del hogar, las empresas que fabrican por Mercadona o Carrefour utilizan sus químicos. "Casi todas las empresas más importantes españolas colaboran con nosotros", enfatiza.

En textil, sus químicos se pueden encontrar desde ropa deportiva de Nike y Adidas, Inditex o las moquetas de Airbus.

Jordi Simó: "El mundo químico tiene que ser verde, tiene que ensuciar el mínimo posible"

Durante los 25 años de experiencia, el sector químico está experimentando cambios relevantes, más en un contexto de emergencia climática. "La innovación es muy importante", reconoce Simó, que destaca que disponen de varios laboratorios de I+D a a Terrasssa, Oporto y Brasil. "Y todavía es más importante el registro de los productos, de control de la materia primera, los orígenes, que contamine lo menos posible", añade. Unos parámetros que los grandes clientes requieren.

"El mundo químico tiene que ser verde, tiene que ensuciar el mínimo posible", sentencia. Aún así, señala que "sin químicos, no podría vivir nadie": "La química forma parte de nuestra vida, de la comida, de la ropa... Todo lo que tocamos lleva químicos".

Pero indica que el panorama ha cambiado "totalmente" desde los años 90. "Todo lo que se pone en el mercado está mucho más controlado, más pautado, hay más registros para llevar el control. Si lo miras fríamente, encarece el producto, pero es la responsabilidad que tenemos que coger todos", reitera.

Aprender de los fracasos

Haciendo una mirada a la historia de Grupo ADI parece que el éxito ha estado siempre presente y el crecimiento imparable, cómo también la ambición. Pero no todo siempre sale cómo uno plantea: "En Estados Unidos hemos fracasado, montamos una filial hace 2 años. Y por culpa de la covid no pudimos entrar, fue todo muy complicado y la hemos tenido que cerrar. De vez en cuando también fallamos".

Pero continúan adelante y ya están cerrando la adquisición de otra empresa a Italia. En cuatro años quieren estar consolidados en todos los continentes, sacado de Àsia. Y llegar a los 250 millones. Un reto mayúsculo.

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