Jóvenes para romper la brecha de género

La generación Z es clave para avanzar en la igualdad entre hombre y mujer al trabajo gracias a su aportación de un cambio de modelo a la hora de trabajar

Los jóvenes sonidón la clave para acabar con la desigualdad a las empresas | iStock Los jóvenes sonidón la clave para acabar con la desigualdad a las empresas | iStock

Cómo podemos acabar con la desigualdad entre hombre y mujer a la empresa? El cambio de modelo que ya trae (y aporta) de base la generación Z -los jóvenes nacidos después del 1995- se establece como un factor clave en la lucha para cerrar la brecha de género. La forma de trabajar de este segmento de la sociedad, como el teletrabajo y el hecho de funcionar por objetivos y no por jornadas de horarios fijos, son elementos indispensables para hacer posible esta transición. En este sentido, la cofundadora y presidenta ejecutiva de Holaluz, Carlota Pino, sostiene que las reglas del mercado no arreglarán esta situación por sí mismas, por eso, a pesar de que no le gustan las cuotas, encuentra que todavía son necesarias.

El Círculo de Economía pone la directa en esta cuestión y quiere profundizar debatiendo sobre el camino a seguir para acabar con la discriminación de la mujer dentro de las compañías. La institución pone hilo a la aguja y lo hace a través de un ciclo titulado Persona y Empresa. El primer debate del otoño afirma que la generación Z y su manera de funcionar y de ver el mundo es la oportunidad perfecto para impulsar la igualdad en los lugares de trabajo, no sólo para acabar llegando a una discriminación positiva hacia la mujer a la empresa, y a una paridad entre los dos géneros sino también para cumplir con los objetivos de una compañía con la complicidad de sus trabajadores.

Cristina Fontgivell (moderadora), Jaume Oliu (Sabadell Real Estate) i Carlota Pi (Hola Luz)

Cristina Fontgivell (moderadora), Jaume Oliu (Sabadell Real Estate) y Carlota Pino (Holaluz) | MEM

Si bien la pregunta que se hace la empresariat es si la brecha se va resolviendo, la realidad -y la tienen clara- es que es un proceso lento. El frente a frente entre la cofundadora y presidenta ejecutiva de Holaluz y el director de Sabadell Real Estate, Jaume Oliu, tiene sus momentos calientes, a pesar de que los dos andan en una misma dirección. Moderado por la directora de Comunicación y Marketing de EY Cataluña, Cristina Fontgivell, y con muchas mujeres a la sala -también hombres-, el centro de la cuestión gira en torno la paridad a la empresa, sobre todo a la hora de proponer una mujer por un alto cargo. Y los jóvenes, los centennials, pueden ser la solución al problema.

Carlota Pino no es sólo conocida por haber revolucionado el sector de la energía con Holaluz, sino también porque es de las pocas mujeres a quienes se recorre para ir a debates como este. "A veces, me da vergüenza porque en acontecimientos de hablar de mujeres, siempre somos las mismas", se lamenta. A pesar de que ella no es la primera a hablar -la moderadora decide hacerlo por orden alfabético y le toca a Oliu-, Pino quiere hacer un llamamiento a las mujeres porque, sostiene, "nos tenemos que visibilitzar y se tienen que visibilitzar". Es cuestión de ir trabajando sin forzar la situación.

Cifras que asustan

Los dos aseguran que no los gusta hablar de cifras y, todavía menos, de cuotas. Ahora bien, sí que sostienen que, de momento, todavía son necesarias porque funcionan "como objetivo", así como "para romper estos sesgos". De momento, pero, la situación avanza despacio, pero hay que actuar. Y los jóvenes tienen la solución en sus manos puesto que su manera de trabajar ha cambiado mucho y esto obliga las empresas a hacer un cambio de modelo. Por ejemplo, en la cuestión del teletrabajo y funcionar, no por jornadas laborales de horarios fijos, sino por objetivos.

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La cofundadora de Holaluz subraya que "como mujeres y como hombres que nos toca vivir esta generación no podemos pasar por aquí confiando que las reglas del mercado lo arreglarían" y, precisamente por eso, su empresa no tuvo que ponerse las pilas en nada porque ya nació ser una compañía paritaria. A ella la despidieron pocos meses antes de fundar su empresa sólo incorporarse de la baja maternal de su primera hija. Al volver, no tenía ni mesa, ni ordenador a la oficina.

Consciente de la problemática, su objetivo se centró en, además de moverse 100% por las energías renovables, "construir una compañía donde todas las personas que trabajamos nos pudiéramos desarrollar 360 grados". Esto ha dado resultados y Holaluz hoy tiene "paridad total en todos los equipos y a todos los niveles". Mientras tanto, Oliu es consciente que en el Sabadell Real Estate "todavía nos queda mucho para hacer" y asegura que "la vergüenza que nos hace cuando vemos los números nos hace ser más conscientes y proactivos".

Role modelos

Quizás, y a parecer tanto de Pino como de Oliu, hacen falta más role modelos. O role modelos de referencia. El director de Sabadell Real Estate considera que "es muy útil hacer una serie de acciones como empresa". Precisamente por eso, explica que "acompañamos las mujeres porque hagan un mentoring porque tengan esta visibilidad y poder crear los perfiles porque puedan ser directivas". Pero la situación todavía es débil y pone encima la mesa que "la falta de role modelo es evidente dentro de la misma empresa", motivo por el cual aboga porque "cuando tenemos promociones internas, tengan más visibilidad".

Un cambio de modelo a la hora de trabajar ayudaría a poner fin en la desigualdad a la empresa

Mientras tanto, la cofundadora de Holaluz insiste en la idea que "nosotros ya montamos la compañía con este propósito y es tan sencillo cómo ser gente normal: que trabaja, tiene sus objetivos y su familia". La solución, según su parecer, es cambiar el modelo de trabajo general, dar más flexibilidad a los trabajadores, trabajar en equipo y, incluso, hacer deporte a la oficina y tener una escuela cuna. Aquí ya no entra el debate entre mujer y hombre, hombre y mujer, porque esto ya "favorece a colectivos como las mujeres que muchas veces hemos sentido como una pelotita que no encajaba en un agujero".

Dos empresas muy diferentes, con una trayectoria muy diferente y con una manera de funcionar también diferente, pero que tienen un mismo objetivo: no hablar en un futuro sobre esta cuestión porque ya se haya normalizado hasta tal punto que no será objeto de debate. De momento, pero, y teniendo claro, como dice Oliu, que "al final buscas el mejor talento", las empresas tendrán que "continuar haciendo muchas acciones y ser muy críticos". Porque, si no se actúa, "las políticas todo el mundo las tiene claras, pero después no pasan cosas".

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