Kave Home, los muebles catalanes que triunfan de México a Corea del Sur

Kave Home vende sus muebles a más de 80 países y quiere ser una de las cinco marcas líder del sector en el mundo

Francesc Julià Gelabert, fundador de la empresa, y su hijo, Francesc Julià Almendro |Cedida Francesc Julià Gelabert, fundador de la empresa, y su hijo, Francesc Julià Almendro |Cedida

Francesc Julià Gelabert trabajaba en el sector de la metalurgia y la tornería cuando decidió emprender nuevos caminos. Este giro en su vida lo acabó llevando a fundar una empresa de muebles el 1984. 37 años después, Kave Home prevé facturar más de 100 millones de euros y sus productos se venden desde México hasta Corea del Sur.

"Tenemos el reto de ser una de las cinco marcas más relevantes en el mundo de nuestro sector", ambiciona el hijo del fundador, Francesc Julià Ametller, actual Managing Director de la compañía.

Un reto de vida

"Tenía la inquietud de salir del taller y ver qué pasaba fuera y de comerme el mundo", explica Francesc Julià Gelabert, que es el CEO de Kave Home. Su tiet tenía una fábrica de muebles y lo introdujo en este sector. Sus primeras pasas fueron como representante de una marca y, en dos años, fundó Julià Grup, con sede a Sils.

Primero se dedicaban a la distribución de muebles otras empresas. Pero despacio fue evolucionando, tal como explica Francesc Julià Ametller: "Pasamos de ser un distribuidor de marcas nacionales y europeas a importar productos de calidad. Después, incorporamos el diseño propio y la fabricación".

Francesc Julià Ametller: "Éramos un actor transparente para el cliente final"

Fue el 2004 cuando crearon su propio equipo de diseño y ya fabricaban sus productos. Y un año después ya empezaron la internacionalización, pero todavía sin ser reconocidos como marca propia. "Éramos un actor transparente para el cliente final, estábamos detrás las tiendas a pesar de que diseñábamos y fabricábamos", recuerda el Managing Director.

El fundador de Kave Home relata que su intención inicial era vender a profesionales y tiendas, pero que detectaron que las tiendas de muebles iban desapareciendo. "Al ver todo este cambio a nivel mundial, vimos que o nos espabilamos a crear una marca y buscar nuevos canales de venta, o tendríamos un problema de existencia".

Y así decidieron crear su propia marca, Kave Home, que vio la luz el 2013. "Nos ha puesto a otro nivel y hemos obtenido reconocimiento", destacan.

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Algunos de los muebles de Kave Home | Cedida

De Catalunya al mundo

El proceso de internacionalización empezó el 2004 con la voluntad de diversificar los riesgos. 17 años después, ya son presentes además de ochenta países y el 75 % de su facturación proviene del mercado exterior. Todo va empezar con la contratación de una persona especialista en la exportación.

"La primera exportación fue a Nueva Caledonia, a la otra punta de mundo. El responsable de exportación que entró, fue a una feria de muebles y el primer cliente fue de allá", recuerda Francesc Julià Ametller. Francia, Italia, Alemania, Australia, Corea del Sur y México son sus principales mercados.

Francesc Julià Ametller: "Nos permitió sobrevivir y crecer. Muchos competidores desaparecieron"

Su apuesta por la internacionalización los salvó de la crisis del 2008, que afectó duramente el sector de la construcción a España y, por lo tanto, el de los muebles. "Estábamos muy diversificados y nos permitió sobrevivir y crecer. Muchos competidores desaparecieron", añade el Managing Director.

Muebles universales

Kave Home dispone de un equipo de cazadores de tendencias que investigan por todo el mundo las modas en el mundo del mueble. Esto los permite diferenciarse y poder introducir sus productos en diferentes mercados.

Ametller explica cómo es posible que un mismo mueble guste a culturas tan diferentes: "El diseño es internacional y nos ha ayudado la pedagogía del mundo de la moda. Inditex tiene prácticamente el mismo a Àsia, Europa o América. Todos vemos las mismas series, los gustos se están unificando".

Y su crecimiento constata el éxito del producto: el 2019 facturaron poco más de 50 millones, el 2020 superaron los 70 y, por este 2021, prevén llegar a los 113 millones.

Competir contra IKEA

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Sede de Kave Home a Sils | Cedida

Qué tienen de especial los muebles de Kave Home para gustar tanto? "Mi padre siempre dice que solo quiere fabricar muebles que se poneria él en casa", resume Ametller. Muebles de calidad que se sitúan en una gamma media "con una relación de calidad, precio y diseño equilibrada". "Nos hemos enfocado a personas que buscan algo más que comprar un sofá y nos hemos situado dos puntos por encima de la gran competencia a nivel internacional", añade.

Y es que si se piensa en el sector de los muebles, IKEA es la marca que le va a todo el mundo al cabo. El gigante sueco ha cambiado las reglas del sector y, también, ha acabado con muchas tiendas locales. Kave Home tenía claro que no podía competir con el precio contra la empresa sueca: "Históricamente las marcas se han peleado para ofrecer el precio más económico".

Kave Home tiene su propia fábrica en Murcia, pero también trabaja con fábricas externas de países europeos cómo Portugal o Italia y asiáticos cómo India, China o Vietnam. "Intentamos producir cerca del mercado de venta y de donde hay la materia primera. El próximo año más del 50% de nuestra producción será en Europa", apunta Ametller.

Comercio electrónico y tiendas propias

Desde la creación de la marca, Kave Home tenía el objetivo de llegar directamente a los clientes. Así, el 2013 abrió tienda online a Francia . Después a España, Italia, Holanda y Portugal. Próximamente venderá por internet también a Australia y Reino Unido. Paralelamente, el 2019 abrieron sus primeras tiendas físicas a Barcelona, Madrid y Vigo. El plan pasa para abrir locales en las principales capitales de provincia y también tienen pensado abrir tiendas a Francia.

Ametller: "La única vía de supervivencia es seguir creciente"

Todo ello con el objetivo de seguir creciente. "Con la moda, los grupos pequeños, no digitalizados y poco diferenciales, han ido desapareciendo. Los grupos grandes y globales se están quedando la cuota. La única vía de supervivencia es seguir creciente y ser más relevantes", resume Ametller.

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