km 0 (1): los diez retos de la empresa catalana

Innovar, exportar y acabar con modelos de gestión obsoletos

El tejido empresarial de Cataluña se encuentra en un punto de inflexión. Después de cinco años de recesión , necesita repensarse. Varias voces del mundo empresarial, académico e institucional explican a VIAempresa donde se encuentra la empresa catalana y, sobre todo, donde hace falta que vaya.

1. Innovar
En Cataluña, 9 de cada 10 sociedades tienen menos de una decena de trabajadores y se dice más a menudo "tengo un negocio" que no "una empresa". Para el profesor Josep Maria Galí, de la escuela de negocios Esade, es un síntoma de una visión obsoleta. Asegura que las empresas catalanas se centran más en el "mercado interior, que no quiere consumir y no responde a la estimulación clásica", en lugar de apostar por "la innovación del producto, la mejora respecto a la competencia y unos servicios al cliente excelentes".

2. Acercar universidad y empresa
Para el gerente de Transferencia Tecnológica de la agencia pública ACC1Ó, Oriol Alcoba, las empresas son muy conscientes de la necesidad de innovar. "Pero en estos tiempos de crisis, están demasiado preocupadas por la hoy como para pensar en el mañana", justifica. Por eso, una de las grandes prioridades es aprovechar al máximo la investigación que se hace en los centros universitarios. "En Cataluña, estiércol muy bien la producción científica", subraya Alcoba.

3. Acabar con el corto plazo
La empresa catalana tiene que dejar de mirar resultados a corto plazo y no desertar si no los consigue. Este cambio de mentalidad quiere decir también adaptarse a los ritmos europeos: por ejemplo, responder correos en el momento, garantizar que ningún pedido incluya un error y dejar de ver a la empresa vecina como una competidora. "La atomización de las empresas no es la solución, saldremos de la crisis con empresas fuertes con capacidad de innovar y competir", asegura la portavoz de CCOO en Cataluña, Dolors Llobet.

4. Combatir el divorcio entre formación y demanda
Pero la competitividad viene con el mercado laboral, con más de 900.000 parados y un retroceso de las condiciones. "Tenemos que hacer planes intensivos de formación ", alerta Josep González, el presidente de la patronal Pimec. "Por desgracia, tenemos un tejido demasiado grande de personas sin formación", asegura. A la vez, las listas de licenciados y diplomados sin opciones a las empresas catalanas no para de crecer: "Las cuotas de sobrecalificación se mantienen altísimas", lamenta José Garcia Montalvo, profesor de Economía de la universidad pública UPF.

5. Mejorar la FP, la eterna asignatura pendiente
Desde el centro privado EADA, el profesor Martin Rahe apunta que faltan más personas "especializadas en procesos operativos". Esto es, formación profesional. Según Rahe, se necesitan "reformas estructurales en el campo de la formación profesional para responder a la crisis". De intentos y estímulos, habido muchos en esta área, pero el mundo de la empresa todavía lamenta que es uno de los puntos débiles. 

6. Luchar contra la debilidad de los idiomas
El otro punto débil son las lenguas extranjeras. Palabras como "xapurrejar" o "macarrònic" se repiten cuando se comenta el nivel lingüístico de los empresarios, directivos y trabajadores catalanes. Sólo el 70% de las empresas catalanas tiene la documentación en el idioma de su cliente internacional y 4 de cada 10 tienen un plan formal en este sentido, según un estudio de la UOC.

7. Completar el salto en Internet
A pesar de que Cataluña tiene la sede central de grandes empresas de Internet, el salto a la red se ha hecho en general tarde y lento. Los profesores de Economía lamentan esta tardanza especialmente a las pymes, mientras que las patronales acusan la falta de infraestructuras. "Se encuentran a niveles manifiestamente mejorables", se queja el presidente de la patronal Cecot, Antoni Abad. "El alta velocidad en conexiones digitales en los polígonos catalanes hace falta que mejore mucho", ejemplifica.

8. Exportar, exportar y exportar
Los representantes de la empresa catalana lo tienen claro: "El sector exportador en Cataluña es el único que hace una aportación positiva al crecimiento desde el 2008", subraya Salvador Guillermo, de Fepime y Fomento del Trabajo, la mayor patronal del país. "Es evidente que las oportunidades las tenemos en los mercados exteriores, especialmente fuera de la Unión Europea", insiste el presidente de Cecot, Antoni Abad. De hecho, según el informe anual de la agencia pública ACC1Ó, 34.384 compañías catalanas venían sus productos al extranjero el 2008; el año pasado, 45.937 sociedades.

9. Pero no todo el mundo puede exportar
Eso sí, cada vez hay más voces que advierten que ni todas las empresas están preparadas para hacer el salto, ni todos los sectores son idóneos para salir al mercado exterior. La portavoz de CCOO explica que no se puede olvidar el mercado interno: "Hay empresas que no tienen respuesta a la internacionalización", explica. Para el profesor Josep Maria Galí, las pequeñas y medianas empresas son las que están menos preparadas.

10. Acabar con el miedo
"Con la incertidumbre actual, nadie puede prever cuando frenerà la situación", explica el profesor Montalvo. Exportando o no, innovando o no, las empresas afrontan a diario la incertidumbre económica como uno de sus mayores enemigos. Así mismo, todavía está para comprobar si las soluciones promover desde las empresas han sido las correctas. "Se han tenido que sacar la grasa, e incluso un trozo de carne, porque pudiera sobrevivir el resto del cuerpo", dice el portavoz de Fomento.

Y este martes a VIAempresa Los retos de la economía catalana. Recibe el alerta.

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