Punt Mobles, la madera que se acerca al arte

La empresa valenciana de mobiliario de alta gama superó un concurso de acreedores durante la crisis y hoy crece de forma estable manteniéndose fiel a sus orígenes: la pasión por el diseño

El showroom de Punto Amuebles El showroom de Punto Amuebles

"El diseño es un valor añadido para la compañía? No, no es un valor añadido, es lo que yo vendo!", exclama Mariano Soria, director general de la empresa valenciana Punt Mobles. "Antes que muebles, yo vendo diseño. Muebles hay de toda clase y precios, la competencia es atroz. Nosotros buscamos piezas donde el diseño se convierte en una cuestión atemporal y se aprecia el producto casi como una obra de arte, de forma que lo tienes 15 años en casa como un cuadro que es una pieza de arte y que sobrevive al tiempo", explica. De hecho, en el catálogo tienen productos que venden sin cambios desde hace 35 años. Casi toda la vida de esta compañía arraigada a Paterna.

De las palabras de Soria se desprende una cierta pasión, que es el tuétano de Punt Mobles. La empresa nació en 1980 de la mano de una pareja, Vicent Martínez y Lola Castelló, enamorados del diseño. Apasionados. "El origen no era tanto la búsqueda de un modelo de negocio con visión contemporánea, como pensar la manera de hacer dinero y de encontrar un nicho de mercado, sino más bien de una pasión, como a veces nacen las empresas", apunta Soria.

"Quién compra Ikea no compra Punt Mobles, y quien compra Punt Mobles, a veces compra Ikea porque necesita un mueble con menos requisitos estéticos para su casa"

"De hecho, las estrategias originalmente se articulan con la unión entre lo que me apasiona, lo que puedo hacer y lo que puedo vender. La intersección de esas tres posiciones da como resultado un producto que empieza a funcionar. En este caso, se unió la pasión de una pareja y una necesidad de diseño, porque no había nada en el mercado, y supieron conectarlo con la demanda", añade. Así "se fijaron en los clásicos nórdicos donde predomina la madera" y "enseguida vieron que había interés por las piezas", pero cómo no había empresas que pudieran editarlas, "no les quedó más remedio que lanzarse a la aventura de crear una compañía".

Factura 4,1 millones de euros y crece alrededor de un 20% anual

Estas son las raíces de Punt Mobles, que casi 40 años después da trabajo a 30 personas y factura 4,1 millones de euros (esperan cerrar 2019 con un crecimiento del 20% y llegar a los 4,8). En 2012 iniciaron su proceso de internacionalización y hoy el 25% de las ventas se concentran en el Estado español, el 50% en el resto de Europa (principalmente Reino Unido, Francia, Alemania, Suiza y Bélgica) y el 25% restante por el resto del mundo.

La pasión originaria se ha contagiado a los nuevos dueños de la empresa, el Grupo Zriser; o al menos a su gerencia y equipo de trabajo. El fundador Vicent Martínez todavía trabaja como diseñador, pero la crisis lo apartó de la dirección. El terremoto financiero hizo patentes las carencias y vulnerabilidades de la empresa: "El componente internacional no estaba completamente trabajado, la administración pública pasó de 100 a 0 proyectos por licitación en un momento y el catálogo se había estancado un poco".

Así llegó el concurso de acreedores y el capital riesgo ya desaparecido ValCapital apostó por Punt Mobles; en su consejo de administración estaba Mariano Soria, que también era un accionista del fondo. Finalmente decidieron prescindir de la gestora y coger las riendas de la empresa. Buscaron una compañía "con vocación para relanzarla", que fue el Grupo Zriser, quien hoy tiene toda la titularidad.

Ahora crece de forma estable. Soria destaca como acierto que han sabido mantener el foco permanente en el diseño que "está en el ADN de la empresa" y que en ningún momento, ni siquiera durante la crisis, se plantearon cambiar la calidad del producto y bajar los precios. También señala el éxito de haber "incorporado nuevos procesos y materiales que han sofisticado más el producto" y el proceso de internacionalización.

El cliente tiene un poder adquisitivo medio-alto, pero quieren diferenciarse de las marcas "muy burguesas" y "de altísima gama"

Punt Mobles vende a través de las tiendas repartidas por todo el mundo -Soria prefiere denominarlas "boutiques"- y por prescripción. "Los interioristes están más cerca del consumidor final y son quien prescriben el producto. Es fundamental llegar a ellos en las ferias y otras redes", sostiene el director general. El cliente tiene un poder adquisitivo medio-alto, a pesar de que quieren diferenciarse de las marcas que se han posicionado como "muy burguesas" y "de altísima gama". "Nosotros intentamos no competir en burguesía, sino al centrarnos en el diseño y atraer gente apasionada por el arte, que lo disfruta sin buscar un componente superfluo de ostentación", explica.

Sus competidores son las empresas de gama alta, pero a pesar de seguir una línea muy nórdica, Soria aclara que no están en el mismo mercado que Ikea: "Su boom nos ha perjudicado cero. Son dos modelos completamente complementarios. Es cómo si nos planteamos si a Louis Vuitton le afecta la competencia de Zara. No, conviven. Quién compra Ikea no compra Punt Mobles, y quien compra Punt Mobles, a veces compra Ikea porque necesita un mueble con menos requisitos estéticos para su casa".

Muebles diseñados por independientes de todo el mundo, pero 100% fabricado en València

Punt Mobles bebe de un ancho abanico de ideas porque cuentan con "diseñadores independientes" de varias procedencias: del Estado español, de Alemania, de Reino Unido o del Japón. Ahora bien, la fabricación es enteramente valenciana. Todo el proceso se desarrolla en Paterna, excepto el trabajo con "materiales más sofisticados", para los cuales tienen "una red de proveedores locales expertos que están a menos de 15 kilómetros de distancia".

En el mundo de los muebles exclusivos, el carácter local tiene unas fronteras más permeables que en otros productos y se amplía en Europa. "Europa es el origen genérico para el consumidor europeo. Un italiano compra español y al revés y lo ve como local, el valor añadido es que se haya fabricado en Europa. Es difícil que en el nicho del alta gama se compre un mueble que no sea europeo o norteamericano porque es donde están los más altos estándares de calidad", comenta Soria.

En la actualidad, el director general de Punt Mobles, Mariano Soria, cree que la empresa tiene mucho potencial y espacio para crecer, a pesar de que es consciente de los obstáculos: "Desde el principio, el principal han sido los recursos. Somos empresa de marca y para calar en el mercado hace falta mucho dinero y mucho tiempo". "Tenemos una inversión y un reconocimiento de marca muy inferior a nuestros competidores. Tenemos que demostrar a los clientes que estamos aquí. Para lograrlo, tenemos que presentar productos especialmente sorpresivos y ser capaces de llamar la atención comunicativamente", concluye.

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