Señor: la popularización de los vestidos a medida

La empresa catalana, que celebra 50 años de historia, ha automatizado el proceso de producción y redirigido el negocio a los hombres profesionales de empresas 2.0

Traer un vestido no está reservado exclusivamente a ceremonias, acontecimientos especiales o trabajo sino que puede ser un elemento diario siempre que el usuario se sienta bien y cómodo con él. Esta es la premisa de la sastreria Señor, con sede en Manresa, que trae más de medio siglo vistiendo a medida a sus clientes y que ha actualizado su catálogo a las demandas de la sociedad y ha aprovechado las ventajas que ofrecen las nuevas tecnologías para optimizar los procesos de producción..

"Un vestido tiene que ser sobretodo cómodo, amplio por dentro y entallado por fuera", comenta el actual responsable de la sastreria, Josep Maria Ribas, hijo de los fundadores. Ribas asegura que la marca continúa manteniendo la esencia de la sastreria a medida, confeccionada de manera artesanal, pero actualizada y puesta al día con la incorporación de las últimas tecnologías y la industrialización de algunos procesos de producción.

"Las herramientas para cortar incorporan un tipo de cámaras que nos permiten tener una mayor precisión y una exactitud al milímetro", dice Ribas. El responsable de la empresa explica que el proceso de elaboración del vestido empieza del mismo modo que hace medio siglo, cogiendo las medidas del cliente y eligiendo la tela con la que se confeccionará. "Pero el tratamiento de los datos está totalmente informatizado", comenta Ribas. Uno de las ventajas se que se reduce el número a veces que el cliente tiene que ir a emprovar-se el vestido.

Todo ello hace que el proceso de confección se reduzca notablemente y se pueda tener un vestido preparado en poco más de 10 días. También se rebaja el precio, manteniendo la calidad y los acabados. "El sistema nos permite estandarizar una cosa que no es estándar", dice Ribas, que defiende que "así podemos llegar a un público más amplio y poner al alcance de todo el mundo la posibilidad de traer un vestido a medida único".

15.000 vestidos el año
Otro de los secretos de la empresa es que controla todo el proceso de confección. "Todo nos lo hacemos en casa", recuerda Ribas, que explica que del taller de Señor, a la calle Àngel Guimerà, donde abrió la primera tienda hace medio siglo, salen 15.000 vestidos cada año. "Nosotros queremos vestir y no tapar", dice Ribas, que asegura que "traer un vestido a medida se nota y para darnos cuenta sólo hace falta que nos ponemos uno".

El responsable de la sastreria Señor, con casi 100 de empleados y nueve tiendas a todo el país, considera que el sector tiene futuro y mantiene que cada vez tiene más buena aceptación entre la gente "sobre todo entre los jóvenes". Profesionales de empresas 2.0, jóvenes que tienen que ir muy vestidos pero sin convencionalismos o personas que sencillamente buscan presencia son algunos de los sectores a los que se dirige la sastreria.

"Tenemos varias líneas para responder a las necesidades de cada persona desde vestidos más formales o de ceremonia a una opción de deporte o casual", explica Ribas, que mantiene que "el objetivo siempre es el mismo: que el cliente esté cómodo dentro del vestido".

Profesionalidad del sector
Tanmteix, Ribas reivindica la profesionalidad de los trabajadores de la sastreria que "más que vendedores o sastres son asesores o incluso confesores, un elemento que se ha perdido mucho en el sector de la moda los últimos años". Así, el diseño del vestido dependerá del que la persona que lo tiene que traer necesita más que de la tendencia o de la moda. Y es, según su responsable, "nosotros queremos hacer clientes más que vender vestidos. Que la gente vuelva porque le guste y esté cómodo con el vestido".

Los vestidos a medida representan un tercio de la facturación de Señor, que también dispone de piezas de prêt-à-portero y complementos a las nueve tiendas que tiene abiertas. "Hemos ido creciendo en función de la demanda de nuestros clientes, hemos ido allá donde nos reclamaban para evitar que se tuvieran que desplazar hasta Manresa", comenta Ribas.

Así, además de las tiendas de la capital del Bages, Señor dispone de establecimientos en Terrassa, Badalona y Barcelona . "Desde aquí llegamos en todo el mundo", dice Ribas en referencia a los establecimientos de la capital y recuerda que "entre nuestros clientes tenemos muchos turistas extranjeros, sobre todo de EE.UU., que venden recomendados por otros que han comprado un vestido durante su estancia en Barcelona".

 

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