SlashMobility: apps catalanas al MWC

La empresa catalana que nació con una inversión inicial de 10.000 euros, espera multiplicar por tres la facturación gracias a la internacionalización de sus servicios en Londres

A algunos la crisis no los asusta, más bien los anima a afrontar nuevos retos y riesgos. De locos? "Quizás sí". Es la respuesta que dio hace cinco años Emilio Avilés cuando se armó de valor y creó SlashMobility. "Siempre había sido informático, había trabajado en multinacionales como Microsoft o Gas Natural, pero nada me sacaba el gusano de la emprendeduría", recuerda, por eso obvió los comentarios de quienes lo rodeaban y que intentaron convencerlo de que vale más tener un trabajo estable.

Y suerte que siguió más su intuición que no los consejos del entorno. La empresa que empezó con sólo tres socios y tres trabajadores el 2010, tiene ya cinco socios, 45 empleados y factura dos millones de euros. Unas cifras que avalan su éxito y que justifican su presencia al Mobile World Congress como compañía referente en el desarrollo de aplicaciones.

Emprender por inconformismo
"Creo que el 80% de las personas quiere emprender, pero no todo el mundo se atreve o no encuentra la idea buena. Por eso, hay que tener los ojos muy abiertos", recomienda el CEO de SlashMobility. En su caso, fue el auge del iPhone y de las aplicaciones móviles el que lo hizo ver que aquí había un nicho de mercado en potencia. Esto y su necesidad "de ir a contracorriente", como bien dice.

Además, remarca que hay que seguir mucho más la intuición y no desaprovechar el talento por la comodidad que da un contrato estable en un trabajo rutinario. "Más inconformismo, esto es el que hace falta", reivindica.

Diversificar el negocio dentro de un mismo sector
A pesar de que SlashMobility empezó desarrollando apps, hoy tienen un negocio basado en tres ramas más: formación, asesoramiento y posicionamiento.

La primera se basa a dar charlas para informar sobre las posibilidades de la tecnología móvil, sesiones llamadas 'SlashFriday'. La segunda, consiste a trabajar el marketing: "No sirve de nada tener una app muy guapa y potente si no tienes usuarios ni descargas. Mejoramos la visibilidad, la captación de usuarios y el número de descargas". Finalmente, la tercera pata, el laboratorio de innovación donde ayudan a impulsar nuevo proyectos de emprendeduría denominado SlashLab.

Una incubadora para intraemprenedors
La start-up nació con el apoyo de Barcelona Activa, una entidad sobre la cual Avilés no tiene más que alabanzas: "Es un modelo de referencia a escala mundial y que no hemos conseguido encontrar en ninguno otro país". Por este motivo tiraron el laboratorio SlashLab, para ofrecer la ayuda que ellos recibieron a los emprendedores que quieren adentrarse en el mundo de las apps.

Una de las particularidades de la incubadora es que tiene el título de ser la primera de todo Barcelona al impulsar aplicaciones. También destaca para sacar el máximo provecho al talento de los trabajadores de SlashMobility, los cuales Avilés define como "intraemprenedors". El CEO de la start-up considera que es la mejor opción para dar respuesta a la emigración de empleados con talento de las pymes hacia las grandes empresas, "porque ven que ellas tienen más dinero y los permiten desarrollar los proyectos o líneas de producto que siempre han querido".

Con SlashLabs, se aseguran que las grandes mentes se quedan en casa y ponen su "granito de arena en el mundo de las start-up y de la emprendeduría catalana", expresa con orgullo.

Hasta entonces han recibido 55 proyectos en los tres años que trae en activo la incubadora. De ellas, invierten en 10 y ya han conseguido convertir en empresa cinco iniciativas anteriores, entre ellas, Manduka Games.

Emprendedores obreros
El CEO de la empresa tecnológica se define a él mismo y a sus socios como "emprendedores obreros". Obreros porque tenían poco dinero y porque la inversión inicial fue de 10.000 euros, la justa para constituir la sociedad y arrancar con la actividad. Y de esta pequeña cantidad y mucho picar piedra han construido una compañera que tiene ya tres suyos: Barcelona, Madrid y Londres –esta última en fase inicial.

Posteriormente han hecho dos rondas de financiación de 50 y 250 mil euros para hacer crecer SlashMobility e invertir en compañías de su laboratorio.

Poner la tecnología al servicio de las personas
Sus apps son aptos para todos los sectores, por el que no tienen un tipo de cliente habitual. Más bien trabajan con puntas de demanda, es decir, "en momento donde un sector está muy interesado a crear apps, como lo fue el de salud y farmacia hace cinco años, o como lo es ahora la banca, la ec-commerce y las telecomunicaciones", detalla Avilés.

Han trabajado con grandes empresas de la talla de Desigual, LetsBonus o el FC Barcelona. Tanto en la creación de apps corporativas cómo en la adaptación de tendencias como los wearables, la gamificació, los beacons o el Big Data. Uno de los últimos proyectos se ha hecho con la Casa Batlló de Barcelona con la creación de una app que mejora la experiencia de visita.

Ser un referente tecnológico en Europa
Son ambiciosos porque saben que pueden serlo. La reciente internacionalización hacia Londres ha hecho crecer el umbral de autoexigència hasta el punto de marcarse como objetivo por el 2018 multiplicar por 10 la facturación. Esto significa que quieren pasar de los 2 millones de euros del 2014 a los 20 millones de euros.

Descabellado? No del todo si se tiene en cuenta que, hasta ahora, un 4% de los ingresos han surgido de Londres, un 15% de Madrid y el resto de Barcelona. La sede del Reino Unido todavía tiene que consolidarse, por el que esperan multiplicar sus ganancias, diversificar el negocio con más empresas y aumentar la plantilla hasta acercarse a los 100 empleados.

En este mismo periodo de tres años, contemplan seguir la expansión hacia Berlín para posicionarse como un referente europeo, o probar suerte en los Estados Unidos.

Barcelona y el MWC, dos grandes escaparates
"Barcelona no es sólo la capital mundial de la movilidad, hay un ecosistema de ingenieros enorme, muchas ayudas y siempre ha tenido un tejido emprendedor único". Resumiendo las palabras de Avilés, la capital catalana es una ciudad idílica para poner en marcha un negocio.

Y cómo que nunca es todo perfecto, aquí también hay uno pero: "Nos quedamos en una emprendeduría más pequeña, no lo queremos hacer al por mayor como hacen Madrid o Londres, que quieren coger el mundo con iniciativas a gran escala". A pesar de tener una visión más pequeña en Barcelona, Avilés repite que es más fácil iniciar un proyecto aquí que a cabeza de las otras dos ciudades. Especialmente en Londres, que tiene un mercado más grande y donde se pide más capital para empezar.

Tampoco se puede olvidar el gran númerode acontecimientos que atraen los inversores en Barcelona, con el Mobile World Congress como cabeza de cartel en cuanto a tecnología. Este 2015 es el cuarto año que SlashMobility tiene presencia y llega con el objetivo de fidelitzar sus clientes. Después de cuatro ediciones, ya ha superado la fase de darse a conocer y convertir los contactos en negocio, por el que ahora quiere aprovechar la querencia que le puede suponer promocionarse como empresa que ha prestado servicio a Desigual y al FC Barcelona.

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