Un dato es fácil de olvidar, pero una buena historia no. Ni una imagen. Las historias quedan en la memoria, ayudan a entender realidades, pero necesitan de datos para ser fidedignas y para aportar información enriquecedora.
En un contexto como el actual, en el que sólo en un minuto se envían 41,7 millones de mensajes de Whatsapp, se suben 500 horas de Youtube, se incorporan 320 usuarios nuevos a Twitter, se hacen más de 1,3 millones de videollamadas, se suben casi 150.000 fotografías a Facebook -según el proveedor de Internet Arsys-, es fácil quedar empachado de un exceso de datos y no saber cuáles utilizar o cómo conectarlas para construir un relato. La ciencia de los datos avanza y se adentra, poco a poco, en las estrategias digitales tanto de empresas como de administraciones: para incrementar ventas, optimizar recursos, conocer al cliente, anticiparse... Pero una vez las tenemos localizadas y trabajadas, ¿cómo comunicarlas?
La startup barcelonesa Story Data nació hace exactamente un año, en el edificio Media Tic, de Barcelona Activa, con el objetivo de ayudar a empresas, administraciones y medios de comunicación a saber explicar y visualizar sus datos. "Hacemos comunicación en todos los formatos: páginas web, presentaciones, story telling...", explica Eli Vivas, periodista de datos y cofundadora de Story Data.
Según Vivas, los datos se trabajan en muchas empresas de manera muy eficiente -con perfiles técnicos como data scientist y data engineers- pero a muchos de estos departamentos les falta la rama de la comunicación: alguien capaz de trabajar y analizar los datos desde una vertiente comunicativa, que sepa visualizarlos con perspectiva comunicadora y periodística.
Entre sus clientes destacan LABturisme, de la Diputación de Barcelona, para quien han creado un informe con los indicadores de turismo de la Administración, que está pensado para que sea accesible y de interés para la ciudadanía y también para que se lo puedan descargar, desde una filosofía de open data. También trabajan para la oficina municipal de datos de Barcelona, a quien aportan la parte comunicativa y visual que requiere el mismo equipo técnico de la oficina, además de dar formación. También para asociaciones, empresas privadas y medios de comunicación, como Sentit Crític. Y ya tienen clientes internacionales, como el Instituto Reuters de la Universidad de Oxford.
Conseguir todo este portfolio en tan solo un año de trayectoria no solo es fruto de un buen trabajo sino que también demuestra que "hay una demanda real del mercado", indica Vivas, quien no acaba de tener claro si, para seguir creciende, tendrán que tirar de ronda de inversión o podrán continuar por la vía orgánica. Los proyectos son muchos pero los plazos de pagos, especialmente cuando se trata de entidades públicas, son lentos.
¿Cómo se comunican los datos?
"Tratamos los datos desde una perspectiva periodística, intentando ver dÓnde está el interés por parte de la sociedad y cómo se pueden visualizar mejor", explica Vivas. No todos los gráficos y formatos sirven por todos los datos ni para todos los públicos. Lo que sí sirve siempre es simplificar: facilitar la lectura y hacer que cada color escogido aporte información.
Vivas: "Nuestro trabajo no es solo aquello que se ve, sino todo el trabajo previo que no se ve"
Para comunicarlas bien, pero, se tiene que hacer primero una buena dosis de análisis y de limpieza de los datos, que muchas veces implica mucho más tiempo que otras partes del proceso. Según Vivas, su trabajo "no es solo aquello que se ve, sino todo el trabajo previo que no se ve", indica Vivas. Y todo aquello que después queda.
