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Un futuro ilegal

Uber o Airbnb son la punta de lanza de todas aquellas nuevas iniciativas empresariales que no encajan en el marco legal, populares entre los consumidores y motivo de conflicto con las empresas tradicionales

Este 2018 se celebran 40 años de la Constitución española, un documento que no incluye la palabra Internet en cabeza de sus páginas y que ejemplifica que el regulador siempre llega tarde. Cómo puede operar Uber si hoy en día está conceptualizado que quien quiere hacer el servicio de taxis tiene que pagar una milionada por licencia? Cómo puede actuar Airbnb si la normativa sólo contempla alojamientos tradicionales como por ejemplo hoteles, albergues, hostales o viviendas de uso turístico? Qué pasa con quien sólo quiere compartir una habitación durante cinco días? "Quién hay detrás de una iniciativa empresarial justamente el que le interesa es tener seguridad jurídica para avanzar y crecer", explica Joan Roselló, politólogo y abogado, socio director de Public Affairs Expertos. El futuro es imparable y no puede ser ilegal.

El 2016 el Ayuntamiento de Barcelona multó Airbnb y Homeway con 600.000 euros. El decreto 159/2012 determina la regulación de las viviendas de uso turístico en Cataluña, una normativa muy clara según Enrique Alcántara-García, representando de la asociación de Apartamentos Turísticos de Barcelona (Apartur). Ahora bien, el vacío legal existe en el alquiler de habitaciones que todavía está pendiente de regular. "Hay un decreto de la Generalitat que ya se tendría que haber aprobado pero tendremos que esperar al hecho que haya gobierno, añade el responsable de Apartur.

Més info: Airbnb, enemigo o aliado?

En el caso de Airbnb, el Ayuntamiento de Barcelona quiere tratar la plataforma de alquiler turístico como una inmobiliaria más pero la empresa alega que sólo es un intermediario y que oferentes y demandantes hacen los tratos de forma privada. Según Alcántara esto no los exime de cumplir la normativa. "Airbnb tiene cosas muy positivas; la proximidad entre el propietario y el cliente; funcionan con pagos por transferencia bancaria; sólo los hace falta publicitar aquellos alojamientos que tienen licencia, pero estoy convencido que es cuestión de tiempo", manifiesta.

Modelos tradicionales vs. plataformas tecnológicas

"Las cosas no se pueden simplificar en sí son legal, ilegal o alegal", argumenta Montserrat Junyent, presidenta de la nueva Federación de Asociaciones de Empresas Inmobiliarias (FADEI), que esta semana ha enviado un comunicado donde reivindica el servicio y la atención al cliente de la inmobiliaria presencial, ante los nuevos modelos online. "No podemos negar la evolución del mercado, pero la proliferación de estos negocios nos crea dudas. La agencia online guía al cliente, pero a diferencia del resto de agencias, no se implica en la gestión de venta. Es como comprar un kit de bricolaje en el cual tienes a tu disposición todos los materiales y una hoja de instrucciones", aseguran desde la patronal.

El sector privado siempre va una pasa por ante el sector público en cuanto a creación de disrupción

"A diferencia de modelos como Uber o Airbnb, Housfy cumple la ley tanto o más que las agencias inmobiliarias tradicionales", rebate Albert Bosch, CEO y fundador de Housfy, la inmobiliaria digital y sin comisiones creada el año pasado y que vende un piso cada cinco horas. Housfy es colegiada al colegio de APIO's de Barcelona y, según sus fundadores, "cumple todos los requisitos que marca el colectivo".

Bosch tiene otro argumento: El modelo de negocio de Housfy es la primera inmobiliaria en el Reino Unido. "Purplebricks no existía hace cinco años y ahora ya tiene una valoración en bolsa de 1.200 millones de euros".

Según FADEI, el que pasa con estas plataformas tecnológicas es que se están posicionando ante los consumidores denigrando el que hacen las agencias tradicionales. "Las agencias online ofrecen unos servicios y tienen su espacio al mercado; ahora bien el que no es admisible es que estas plataformas se equiparen a las agencias inmobiliarias argumentando que nosotros cobramos unos honorarios desorbitados y que ellos, fen el mismo, cobran mucho menos".

"Nosotros somos una inmobiliaria que ayuda a los propietarios a vender su vivienda por su cuenta; lo dotamos de herramientas. Hemos sido capaces de coger el proceso de una agencia tradicional y le hemos dado la vuelta. Tenemos unos costes mucho más adecuados al que es la venta del inmueble", insiste el fundador de Housfy.

La ley que hunde o beneficia la empresa

Qué pasa cuando el Parlamento de Cataluña aprueba una normativa que hace que una empresa no pueda vender el 80% de sus productos? Este es el ejemplo que vivieron el año pasado algunas de las empresas de alimentación del país con el impuesto a las bebidas azucaradas. "Es muy importante detectar los escenarios que te pueden llegar a condicionar y actuar", advierte Roselló.

Uno de los servicios de Public Affairs Expertos es el de ayudar a grandes empresas y organizaciones a comprender como evoluciona su entorno a partir de un análisis de la actualidad sociopolítica, avanzarse a los acontecimientos y ayudarlos a crear climas de opinión favorables a sus intereses corporativos, sin superar nunca la frontera del conflicto de interés. "Nuestra empresa es la primera compañía dada de alta al registro de grupos de interés al Parlamento de Cataluña".

Roselló: "Es muy importante detectar los escenarios que te pueden llegar a condicionar y actuar"

Según Roselló "la administración tendría que estar al quite de cómo evoluciona la sociedad y sin poner restricciones innecessaries, formular una normativa adoc que preserve el interés general y regule un nuevo fenómeno que es imparable".

El camino de la disrupción

El sector privado siempre va una pasa por ante el sector público en cuanto a creación de disrupción. "Primero se crea un fenómeno social, que acostumbra a ser disruptiu y que rompe con el statu quo que imperaba hasta el momento. Los agentes tradicionales ven que hay una injerencia de actores que no habían contemplado como competencia y, en paralelo, se crea un nuevo fenómeno que no está muy contemplado en una regulación que hasta ahora era vigente", explica el socio director de Public Affairs Expertos.

En uno de sus artículos publicados a VÍA Emprendida, Xavier Ferràs, decano de la Facultad de empresa y Comunicación de la Universidad de Vic, apunta que el futuro también afectará nuestra alimentación, puesto que surgirán "nuevas líneas de alimentación sintética, basadas en procesados de células madre, que permiten ya elaborar alimentos a partir de nutrientes de la tierra y de energía solar, a coste prácticamente cero".

Este es el futuro que nos espera? "Una cosa no es contradictoria con la otra. El que seguramente no será el futuro es cómo es ahora. Que células madre darán lugar a una hamburguesa llegará, estoy seguro. En 5, 10 años... pero llegará porque técnicamente es factible, tiene sentido económico y el coste marginal es cero, no hay nada que lo impida. El único que lo impedirá son los lobbys que intentarán oponerse, de forma legítima, como los taxistas con Uber", explica.

Según Ferràs, el problema actual es distributivo, no de creación de valor. "Hay un coste de transición, igual que los lobbys de la carne en los EE.UU. están criticando que esto no es carne, como aquí los taxistas... y lo intentarán evitar porque han invertido en un modelo antiguo que ahora tienen que amortizar", reconoce el profesor.

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