Turistas al aeropuerto de Palma (Mallorca), esta Semana Santa | Europa Press

TURISMO

La reactivación turística en Mallorca tendrá que esperar

Solo un 11% de la planta hotelera de la isla estará abierta en Pascua; se espera una mayor actividad a partir de mediados de mayo

Las Illes Balears fueron el primer territorio del Estado español en recibir turistas después de la primera ola de covid-19 y el confinamiento más estricto. Ciudadanos alemanes pudieron viajar al archipiélago antes que los peninsulares, una situación que se repite esta Semana Santa. Un total de 532 vuelos operarán entre el aeropuerto de Palma y varias ciudades alemanas, pero las islas estarán cerradas a la llegada de visitantes de la Península, puesto que las comunidades autónomas acordaron el cierre perimetral de todas para evitar repetir uno de los errores de Navidad, que disparó los contagios. Si bien Pascua se había marcado a principios de año como la fecha en que empezaría la recuperación del turismo en Mallorca, ya está claro que solo será un oasis de actividad breve y limitado. Ahora, la reactivación se espera para mediados de mayo.

Las previsiones son que unos 40.000 turistas alemanes visiten Mallorca durante los 10 días en torno a la Semana Santa. También han empezado a llegar de otros países, como Suiza, que cuadruplica el número de casos de covid-19 por cada 100.000 habitantes de la isla, según apunta el Diario de Mallorca. Pero esta tanda de visitantes internacionales solo será esto; no tendrá continuidad, de momento. En los años previos a la pandemia, el sector estaba acostumbrado a que Pascua fuera el inicio de la temporada turística, que se alargaba más allá del verano, hasta octubre o Todos los Santos. Este año, algunos negocios interrumpirán dos semanas la hibernación para después volver a ella, esperando el pistoletazo de salida del verano. Otros, permanecerán cerrados hasta que empiece un goteo continuado de turistas.

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La Federació Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) ya ha avisado de que las reservas se limitan a los días festivos y que no se mantienen más allá de Pascua, como solía pasar cada año. Según los cálculos de la asociación, habrá 93 hoteles operativos en Mallorca durante la Semana Santa, hecho que representa un 11,2% del total. De estos, indica la FEHM, 57 ya estaban abiertos antes de los festivos y 36 se añadirán especialmente para estas fechas. En 2019 y 2020, las cifras fueron muy diferentes, pero en sentidos opuestos: mientras que hace dos años 722 establecimientos abrieron para empezar la temporada (un 85% de la planta), el año pasado, en pleno confinamiento estricto, todos estaban cerrados.

Reticencias de Alemania

No es que el interés para venir al archipiélago haya disminuido. Al contrario, a pesar de las advertencias de las autoridades alemanas ante el peligro de viajar, cuando los turoperadores abren vuelos y estancias en hoteles, las reservas se agotan en cuestión de horas, como ocurrió con TUI -uno de los más populares-. Estas reacciones de la población, que busca unos días de desconexión de la pandemia -a veces poco conscientes de que en Mallorca también hay- preocupa mucho al gobierno de Angela Merkel.

De hecho, Alemania ha restringido los movimientos internos entre regiones y ha introducido -como las Balears- la obligatoriedad de presentar un test negativo de covid-19 en la llegada por aire al país. Esto no es todo. La locura de reservas para hacer vacaciones en Mallorca cuando dejó de ser considerada una zona de riesgo por la pandemia, empujó al ejecutivo alemán a hacer un llamamiento a la población para evitar desplazamientos innecesarios. Las autoridades también pidieron -sin mucho éxito- a los turoperadores y las aerolíneas que no ampliaran la oferta de vuelos hacia la isla. Vueling, por ejemplo, ha abierto cinco nuevas conexiones entre las Balears y Alemania.

Según la FEHM, habrá 93 hoteles operativos en Mallorca durante la Semana Santa, hecho que representa un 11,2% del total

Todas estas medidas no impiden que decenas de miles de alemanes ya hayan empezado a visitar Mallorca. Lo que sí hacen es poner más nerviosos a los hoteleros, que tienen miedo de que en cualquier momento se cierre el grifo de turistas por una prohibición de última hora de salir de Alemania. Y es que la polémica por esta situación no sólo se da en las islas, sino también en el país de origen principal de los visitantes. Varios medios alemanes aseguran que los viajes provocan malestar entre la población y algunos turistas afirman que no han avisado a ningún familiar ni amigo de sus planes de vacaciones.

Reservas de última hora

Lo que está claro es que los hábitos de los turistas han cambiado mucho, así como las preferencias que tienen a la hora de viajar. Un estudio elaborado por Pimem, la patronal de las pequeñas y medianas empresas de Mallorca, indica que las reservas han pasado de hacerse con mucha antelación, a registrarse en el último momento. Y es que los cambios constantes de las restricciones -tanto de los países de origen como de las propias islas- y la incertidumbre que provoca la evolución de la pandemia, empujan a los turistas a esperar hasta última hora. Una de las medidas más relevantes es esta necesidad de presentar un test PCR negativo en el puerto o aeropuerto, realizado como máximo 72 horas antes del viaje.

El gobierno alemán hizo un llamamiento a la población para evitar desplazamientos innecesarios y a los turoperadors y las aerolíneas para no ampliar la oferta de vuelos hacia Mallorca

Aun así, se pueden contagiar durante su estancia. Es lo que ha pasado con algunos turistas alemanes, que se encuentran ingresados en el hotel covid-19 que habilitó el Govern, el hotel del Palacio de Congresos de Palma, de Meliá. Según informan varios medios locales, hasta el domingo había 11 pacientes que estaban aislados allí. ¿Quién se hace cargo del alojamiento? El ejecutivo balear dejó claro, al anunciar las cifras de pacientes internacionales aislados, que la factura se pasará al Ministerio para que la haga llegar a la sanidad europea, y que en ningún caso lo asumirá.

Con todo, tanto hoteleros como otros empresarios del sector turístico dan por perdido el inicio habitual de la temporada y hacen planes con mucha cautela para tener un verano relativamente normal y no corto y a marchas forzadas como el de 2020. Según el informe de Pimem, los hoteles han empezado tímidamente alguna campaña de marketing para recuperar clientes, pero todavía son muy conservadores a la hora de poner en marcha la rueda. Tanto la patronal como el Consell de Mallorca ven un inicio de temporada a mediados de mayo como el hito a alcanzar.