Del mismo modo que la invención de la máquina de vapor al siglo XVIII permitió que la producción se mecanizara y que se produjera un punto de inflexión en la historia con la revolución industrial, los adelantos tecnológicos emergentes también nos están transportando hacia una nueva era. Es la cuarta revolución industrial y la encabezan el internet de las cosas (IoT), la robótica, los dispositivos conectados, los sistemas ciberfísicos y la industria inteligente. Según el economista Klaus Schwab, fundador del Foro Económico Mundial, en esta revolución las tecnologías "están borrando las líneas entre lo físico, lo digital y lo biológico" y están transformando la vida de las personas y cambiando radicalmente el mundo empresarial.
Una de los grandes miedos a lo largo de la historia sobre la automatización de la industria es que los robots destruyan puestos de trabajo. Pero varios estudios revelan todo lo contrario: la implantación de la robótica en las empresas requiere de tareas de diseño, mantenimiento y fabricación. Y no solo eso, hay robots que están diseñados para trabajar mano a mano con las personas. Son los robots colaborativos, o cobots. Se empezaron a utilizar en las empresas hacia el 2008 y al principio recibieron bastante reticencia por parte de empresarios y trabajadores. Años más tarde, se ha visto que no es peligroso compartir espacio con estos robots y no hay por qué separarlos físicamente de las personas.
Esta rama de la robótica es más flexible que la tradicional tanto a la hora de reconfigurar la máquina como de ubicarla en el espacio. Esto hace que la automatización de procesos sea más accesible que nunca, incluso para pequeñas y medianas empresas.
Los sectores más robotizados
La automoción es el sector de la robótica por excelencia. Se calcula que un 80% de los robots del mundo está concentrado en la industria automovilística. Lo siguen los sectores de la electrónica, el metálico, el químico y el alimentario; y desde hace pocos años, se ha sumado el sector logístico, que utiliza especialmente robots móviles que transportan cargas de manera autónoma de un almacén a otro. La rama sanitaria y bioquímica también ha cogido impulso en el último tiempo a raíz de la pandemia y las nuevas necesidades de la investigación médica y farmacéutica. En este sector, la robótica colaborativa está permitiendo trabajar en entornos delicados o completamente estériles, hacer tests masivos con mucha velocidad o automatizar controles de calidad.
El 80% de los robots del mundo está concentrado en la industria automovilística
"Lo que se está viendo es una transición en el perfil de empresas que utilizan robots: antes únicamente lo hacían grandes compañías y ahora también los utilizan las pymes", explica Jacob Pascual Pape, director general del sur de Europa de Universal Robots, multinacional de origen danés líder en el mercado de brazos robóticos. Según Pascual, otro cambio de tendencia transversal es que "los robots han salido de las industrias" y ahora son utilizados en otros espacios como estudios de televisión o cocinas industriales.
El futuro de la robótica ha puesto el ojo en la atención sociosanitaria. Los hospitales y las residencias tienen un largo recorrido en cuanto a robótica y la automatización de procesos. Su implementación podría ser muy parecida a la del sector logístico, mediante robots móviles que distribuyan de manera autónoma productos o medicamentos a las habitaciones. Aunque según Pascual, "antes se tienen que resolver cuestiones éticas relacionadas".
Los hospitales y las residencias tienen un largo recorrido en cuanto a robótica y automatización de procesos
Casi 150 empresas de robótica en Catalunya
Según datos publicados por ACCIÓ, se estima que actualmente en Catalunya hay unos 1.910 puestos de trabajo y una facturación anual de 460,67 millones de euros directamente vinculados a la robótica. La Agencia por la Competitividad de la Empresa de la Generalitat de Catalunya detectó e el 2020 hasta 147 empresas que trabajan con robótica, el 17,69% de las cuales son start-ups.
De hecho, según la Federación Internacional de Robótica, España ocupa la décima posición en el ranking mundial de volumen de robots por cada 10.000 puestos de trabajo. Singapur ocupa la primera posición, con 918 unidades para cada 10.000 trabajadores. La cifra en España es de 113 y Catalunya concentra gran parte de este parque.
Primer hub de robótica colaborativa del mundo en Barcelona
A finales del 2019, dos referentes del sector de la robótica, Universal Robots (UR) y Mobile Industrial Robots (MIR) -especializado en robots móviles y autónomos-, inauguraron en Barcelona el primer hub de robótica colaborativa del mundo. Lo hicieron en el 22@, en la sede donde se ubican las dos empresas de origen danés. Pascual, de Universal Robots, explica que escogieron Barcelona por "su ubicación estratégica desde un punto de vista geográfico, pero también por su tejido industrial y su tradición en automatización". Destaca también el acceso al talento tanto local como internacional que ofrece la ciudad.
"Nosotros no queremos retener la información -explica Pascual-. Queremos enriquecer el ecosistema que rodea la robótica colaborativa". Y por eso han creado este espacio: para dar pie a que surjan sinergias entre desarrolladores, distribuidores y fabricantes y se puedan crear nuevas aplicaciones.
El hub tiene tres principales patas: la formación, una showroom con los principales robots de ambas empresas y los eventos. El último fue la final de robótica industrial del campeonato Catskills. En las actividades del hub participan también partners de UR y de MIR: empresas de robótica que desarrollan productos complementarios a los brazos robóticos o los robots móviles. "La red de los partners es muy importante porque son ellos quienes desarrollan las soluciones complementarias vinculadas a mercados donde no podemos ser expertos", explica Pascual.
El objetivo de la formación es que el usuario final tenga los conocimientos necesarios para diseñar e implementar su propia solución, sin necesidad de acudir a un experto en ingeniería para configurar la máquina. Esto supone ganar flexibilidad, reducir costes y democratizar el uso de los robots.
El do it yourself de la robótica
La cultura del 'hazlo tú mismo' (do it yourself) es una de las bases tecnológicas de la cuarta revolución industrial y uno de los principales rasgos característicos de los brazos robóticos de Universal Robots. "Nosotros hemos revolucionado el mercado con el hecho de que es el usuario final quién diseña su propia solución. Y esto con los robots tradicionales era impensable por la complejidad de la programación y porque no existía este ecosistema alrededor del producto tan predispuesto a entenderse", explica Pascual. Con este modelo, los usuarios son capaces de modificar la instalación inicial de la máquina, haciendo que la automatización sea asequible para series de producción pequeñas o mixtas.
El objetivo de Universal Robots es ofrecer su producto de una manera muy abierta, cómo si se tratara de la App Store de Apple
Su objetivo es ofrecer su producto al mercado de una manera muy abierta y amplia: como si se tratara del App Store de Apple o de la Play Store de Android. Ellos plantean un producto -en este caso no es un móvil, sino un brazo robot- y son los mismos agentes y usuarios finales del producto los que crean variantes y manos para el brazo: garras, imanes, pinzas y un larguísimo etcétera. Estas serían las apps. Además, igual que hay diferentes modelos de móviles, también hay de brazos robóticos, dependiendo de la carga que pueden soportar: 3, 5, 12,5 y 16 kilogramos.
Como pasa con la App Store, además, las aplicaciones y variantes no han tocado techo. "Crecen en función de lo que crece el mercado" y las necesidades que surgen en las empresas. Las posibilidades son casi infinitas.