Insectos y fitness: la sostenibilidad en el mundo del deporte

Becrit es una startup que ofrece batidos de proteína de insecto como alternativa sostenible a las proteínas tradicionales

Sergi Playà y Daniel Morato sonidón los fundadores de Becrit | Cedida Sergi Playà y Daniel Morato sonidón los fundadores de Becrit | Cedida

En Sergi Playà vivió la pasión por el deporte, la nutrición y la cocina incluso antes de crear Becrit. Fue precisamente esta pasión que lo llevó a viajar por Asia trabajando como chef, una experiencia que sería el inicio de su incursión dentro del mundo de los negocios. A Koh Rong, Camboya, un compañero del resort donde trabajaba Playà le dio a probar un grillo, él interesado aceptó. La sorpresa y el interés por este tipo de alimento no se hicieron esperar. El joven chef ya estaba familiarizado con los beneficios teóricos de consumir insectos y al hacer el salto de probarlos comprobó que tenían mucho potencial. En aquel momento decidió aprovechar su viaje por Asia para conocer más sobre las posibilitados culinarias que nos ofrecen los insectos. Esta aventura la fue compartiendo con su amigo de infancia Daniel Morato, quien en un primer instante se quedó perplejo pero que rápidamente se planteó lo siguiente: "Vale la pena apostar por una alternativa sana y sostenible en nuestra alimentación". De esta forma, los dos amigos se decidieron a fundar Becrit, una startup con sede en Barcelona Activa, que actualmente ofrece batidos de proteínas de insecto.

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"La cultura que tenemos aquí no acepta este tipo de alimentación porque da asco. Pero nosotros comemos cosas como el conejo que a los americanos los horroriza", recuerda Morato. Teniendo claro que hay una barrera cultural que estaban dispuestos a tumbar, los jóvenes emprendedores pusieron en marcha Becrit a principios de 2019. Pero la startup ha sufrido un proceso de evolución y adaptación a su mercado desde entonces. En un inicio se trataba de una web que vendía todo tipo de alimentos hechos a base de insectos. "Abrimos la tienda con mucho amor. Ofrecíamos mucha variedad de productos y no nos parábamos a priorizar ningún producto", asegura Morato. Aún así, veían que este formato les proporcionaba clientes que probaban algunos productos pero que difícilmente los introducían en su rutina.

"La cantidad de proteína natural que contiene un insecto lo hace una gran alternativa para los deportistas que es saludable y respetuosa con el medio ambiente"

Partiendo de la experiencia que les proporcionó la tienda online sobre los gustos de los consumidores dispuestos a hacer el salto hacia los insectos decidieron focalizar su actividad. Puestos a atacar un nicho de mercado mejor uno que te sea familiar, no? Esta fue la reflexión conjunta de Playà y Morato y unieron su proyecto con su pasión por el deporte. "La cantidad de proteína natural que contiene un insecto lo hace una gran alternativa para los deportistas que es saludable y respetuosa con el medio ambiente", asegura el cofundador de Becrit. El suyo es el público deportista, puesto que necesitan consumir mucha proteína y, como Morato confirma, "acostumbran a ser más atrevidos y tienden a incorporar novedades a sus rutinas con más facilidad". De este modo, la startup se estableció definitivamente como una empresa de batidos proteicos a base de proteína de insecto.

Son los insectos el futuro?

Ante la emergencia climática a la cual hemos abocado la Tierra, tenemos que replantearnos ciertos hábitos y costumbres. La alimentación es uno de los modelos que más está entrando en crisis en esta coyuntura. En este sentido, los insectos son una posible alternativa. La cantidad de proteína natural, es decir, que no ha sufrido un proceso de concentración industrial, que contienen es más grande que la que tiene cualquier animal. A la vez, consumen menos que otros animales, siendo una opción que requiere menos explotación de otros recursos. Su sostenibilidad no se debe de sólo a esto sino también a que no hacen falta grandes superficies de pasto para ser alimentados y por lo tanto, tampoco necesitan la deforestación de grandes áreas rurales. Los insectos tienen la ventaja que pueden ser criados en cajas verticales.

"Seria muy extraño que estuviéramos tan locos para ofrecer insectos pero nos quedáramos con los gustos tradicionales"

Además, introducir los insectos en nuestra dieta no supone grandes esfuerzos como demuestra Becrit. Los batidos que ofrecen se basan en un polvo que contiene la proteína de insecto y que posteriormente, el consumidor mezcla con agua o leche. Para conseguir este polvo, compran el insecto en una fábrica de Holanda, donde crían los insectos y cuando estos tienen un mes los congelan, los hornean y hacen harina. Esta harina se dirige a una segunda fábrica donde elaboran las recetas desarrolladas de la mano de Playà y Morato.

Las recetas son otro de los disparos diferenciales que Becrit quiere ofrecer a su clientela. "Seria muy extraño que estuviéramos tan locos para ofrecer insectos pero nos quedáramos con los gustos tradicionales", argumenta Daniel Morato. Además, los dos emprendedores querían que sus productos incorporaran los llamados "súper alimentos". Así pues, decidieron sumarse a los gustos básicos como el chocolate, la fresa o la vainilla, con baobab o guapa.

Muchos retos para conquistar

Una parte fundamental del futuro de Becrit pasa por la regulación de su actividad por parte del Estado. Actualmente, la producción de la empresa se hace mayoritariamente fuera del país, esto es por culpa de la carencia de regulación de esta actividad. "Hay países que van más avanzados con la sostenibilidad cómo es el caso de Holanda", lamenta Morato. Si bien, el Estado español reguló la venta de alimentos con insectos todavía no ha desarrollado una ley sobre su manipulación para el consumo. Esto supone para empresas como Becrit, las cuales tienen una vocación para promover alternativas sostenibles al modelo de consumo actual, tener que crear una huella ecológica más grande de la deseada al estar obligados a producirlo fuera.

A pesar de esto, los dos emprendedores tienen claro como quieren continuar. "El objetivo es ampliar la gama de gustos y diversificar el producto", asegura Morato. La startup ha puesto la mirada en la creación de barritas y pasta hechos a base de insectos. También quieren seguir creciendo y saltar a otros mercados, en especial al estadounidense, donde hay mucha tradición de batidos proteicos.

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