Eva Blanco

Opinión

Educar en Ciencia y Tecnología

Que la Educación es un pilar estratégico de nuestra sociedad es un hecho poco discutible. Que como otros sectores vivo y vivirá un profundo proceso de transformación, parece un hecho incuestionable. Pero el que es absolutamente imprescindible es que nuestros hijos y, muy especialmente nuestras hijas, aprendan a estimar la Ciencia y la Tecnología desde muy pequeños, tanto en casa como la escuela.

Escucháis bien: nuestro país se está quedando sin vocaciones tecnológicas y esto es un problema porque, a pesar de que los expertos opinan que son posiciones fundamentales para impulsar la nueva industria, según los últimos datos de la Comisión Europea, este año 2015 habrá un déficit de 700.000 profesionales en las áreas denominadas CTM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), 40.000 de las cuales estarán en España.

Impulsar un cambio de tendencia es responsabilidad de todos y, para hacerlo, hay que perder el miedo a la ciencia, hay que disponer de docentes que sepan motivar a nuestros hijos e hijas, desde la Primaria, desde muy pequeños, inocularlos los virus de la curiosidad, porque aprendan a cuestionarse todo aquello que hay detrás de cualquier proceso o producto.

Ya están pasando cosas. En algunos casos, impulsadas por iniciativas privadas, como la que la empresa HP organizó el pasado día 7 de marzo a sus instalaciones de Sant Cugat del Vallès: la Y Edición Europea del HP Code Wars. Una competición de programación donde unos 300 chicos y chicas de 15 a 18 años, había uno de 13 años, de centros educativos de todo Cataluña, nos demostraron que hay esperanza, que tenemos muy potencial, y que tenemos que hacer el que haga falta para promoverlo, hacerlo crecer y no dejar que se pierda o marche fuera del país.

Iniciativas como estas, siempre bienvenidas, y la gran aceptación recibida de los centros educativos de Cataluña, pone de manifiesto que podemos invertir esta tendencia a la baja de vocaciones tecnológicas y científicas de los últimos años. tenemos el potencial. No nos podemos dormir.