Expectativas empresariales para el 2015
Nos hace falta también en el ámbito europeo intensificar la apuesta por la industria y la independencia energética y esto sólo se logrará con un esfuerzo importante en innovación para encontrar fuentes energéticas alternativas y modelos de eficiencia y sostenibilidad que reduzcan nuestro gasto en hidrocarburos fósiles. Si no revertimos esta situación y generamos más bienestar a nuestra ciudadanía, las corrientes euroescèptics irán ganando terreno y nos debilitará como continente.
Europa, España y Cataluña tienen que ser valientes y asumir que las reformas estructurales son imprescindibles para recuperar competitividad. Hemos dado por bono, durante demasiadas décadas, el modelo vigente sin cuestionarlo por miedos a las estructuras administrativas y a los costes electorales que se tendrían que asumir por parte de quien liderara los cambios. De lo contrario no podemos esperar grandes cambios ni mejoras si de forma colectiva y simultánea no nos ponemos cortijo a la obra para ganar eficiencias.
Querríamos también que el 2015 fuera un año clave para ajustar las reformas fiscales y laborales. Basta de remendar las viejas regulaciones, hay que empezar a pensar en un base cero. Queremos estar regulados por las mejores prácticas a escala global y esto es tan fácil como estudiarlas e incorporarlas con coraje. Cuando entenderemos que un fraude fiscal colectivo, cercano al 25%, y un paro del 24% son insostenibles? Y que sólo se pueden entender porque el marco regulatorio es obsoleto? Somos esencialmente malos o es que tenemos marcos facilitadors del fraude y del incumplimiento? Hay que decir que el incumplimiento no es monopolio exclusivo del sector privado, sino que subsisten todavía muy malas prácticas de las administraciones públicas que generan indefensiones a los administrados.
También esperamos del 2015 que la calidad de la democracia mejore sustancialmente, puesto que de esto depende nuestro bienestar colectivo y especialmente económico. Los países más prósperos disfrutan de una calidad democrática muy alta. Por eso esperamos que mejore la justicia, querríamos listas electorales parcialmente abiertas, ser consultados respecto a los grandes temas del país, clarificar definitivamente la financiación de los partidos políticos y más transparencia y retiment de cuentas como tenemos las empresas cada año.
Necesitamos encontrar mecanismos de cohesión social que funcionen vinculados con políticas activas de ocupación y asistenciales muy proporcionadas. No ligar bien todas las piezas de la cohesión nos pueden traer a desequilibrios por todos los agentes implicados. Ni picarescas ni abusos de posición dominantes. Para hacerlo, Administraciones central, autonómica y local se tienen que coordinar con los grandes sectores económicos y los agentes sociales para encontrar soluciones colectivas y valientes.
Y, finalmente, queremos un 2015 donde haya más diálogo, más concertación y menos reverencia al poder para avanzar en grandes pactos sociales y hacer las reformas pendientes. Sólo participando todos y con coraje podremos cambiar la situación y ganar la prosperidad que nuestra sociedad necesita.