Opinión

Menos marcar objetivos y más trabajar

Seamos claros: el simple hecho de marcarte un objetivo, no te acerca. Hace falta más.

Hace unos días, Wolfgang Münchau decía en Eurointelligence que, la diferencia de cómo afrontan la transición energética la Unión Europea y Estados Unidos o China es que, mientras los primeros tienen el foco puesto en los objetivos, los segundos están centrados en las inversiones, y esto les hace avanzar mucho más rápidamente. De hecho, el mismo Xavier Roig, en un artículo publicado en VIA Empresa ya avisaba que "si no se articula un buen intríngulis de leyes y disposiciones a partir de ahora, se corre el riesgo de poner la industria automovilística europea en una situación comprometida".

Esto demuestra que, sin políticas industriales, los objetivos son estériles. Y en la empresa igual.

Toda la industria de la auto-ayuda empresarial se ha dedicado a lo largo de los últimos años a poner énfasis en la definición de objetivos, y por eso se han creado acrónimos como SMART, CLEAR, FAST, BHAG, OKR, WOOP o Triple A, entre otros. Lo cierto, pero, es que los objetivos, en sí mismos, no consiguen nada más que frustrar a aquellos empresarios que no van más allá, mientras ven que empresas "menos sofisticadas" en los objetivos, las sobrepasan.

"La clave no es lo que quieres conseguir sino lo que harás para conseguirlo"

Estoy cansado de leer supuestos estudios que nos explican que las personas que definen objetivos tienen más éxito en la vida, lo que hace que, siguiendo la Ley de la Trivialidad, dediquen más esfuerzos a la definición de estas metas que no a las políticas que las harán posibles, mientras ven cómo empresas "menos sofisticadas", que simplemente curran, y no hacen retiros estratégicos, las superan en el mercado.

En la Unión Europea hacen falta menos debates sobre los objetivos y más sobre las políticas industriales, para promover la reindustrialización y la transición energética. ¿Y en la empresa ? Poner objetivos es una buena manera de saber qué quieres conseguir pero, como en el caso europeo, hacen falta "políticas" de venta, producción y finanzas para tener éxito. De hecho, la realidad nos muestra cómo sin objetivos pero con políticas se consiguen resultados; mientras que con objetivos y sin políticas, no. ¿Qué te dice esto? Que la clave no es lo que quieres conseguir sino lo que harás para conseguirlo. Por ejemplo:

  • Cómo mejoras la experiencia del cliente.
  • Cómo preparas tu salida de la empresa .
  • Cómo aceleras las ventas y la rentabilidad.
  • Cómo gestionas equipos híbridos (remotos y en la oficina).
  • Cómo innovas constantemente.
  • Cómo reduces tu huella de carbono.
  • Cómo atraes personas.

Podríamos continuar diciendo necesidades que, a día de hoy, hay que trabajar si se quiere tener éxito. Y, de hecho, durante el último almuerzo del Fòrum Creix® hablamos de ello, poniendo énfasis en las que todavía no han llegado, pero llegarán.

En todo caso, pero, más que afirmar que "si quieres, puedes" tendríamos que decir que "si haces, puedes". Así que define rápidamente los objetivos que persigues, y así podremos centrarnos en las prioridades que te ayudarán a lograrlos.