Por qué el éxito dura tan poco?
-Dificultad para mantener el nivel de esfuerzo y ambición. Un golpe se llega a la cumbre, muchas empresas pierden el empujón que las ayudó a llegar donde son hoy.
-Se deja de apostar por la innovación.
-La humildad y la pasión por la excelencia es sustituida por la arrogancia y por descuidar los detalles.
-Carencia de concentración. Costa decir no a proyectos que se alejan del que saben hacer bien y ponen las mejores personas en estos nuevos proyectos de forma que se dispersan y descuiden sus principales fuentes de generación de valor.
-Aumento excesivo de los dividendos y del endeudamiento incrementando mucho el nivel de riesgo.
-Mala gestión de los conflictos. Recordamos que la mayoría de conflictos se producen cuando las cosas van mal, puesto que hay que repartir las pérdidas, o cuando van muy bien, puesto que hay que repartir equitativamente los beneficios.
-Mala gestión de la sucesión de sus líderes.
Y todos estos problemas se ven agravados por la acción de los competidores. Siempre aparece algún competidor que se pone las pilas y pasa por el delante con nuevas innovaciones o que copian y hacen perder competitividad al que hasta ahora iba por el delante.
Ante estos riesgos, una estrategia a considerar es seguir trabajando con la máxima dedicación, humildad, cuidando a los clientes y al equipo, controlando los riesgos financieros y apostando por la excelencia y la innovación. Y sobre todo conviene no caer en la trampa de la relajación, como se llama a menudo: "Si tienes éxito y te lo crees, ya estás a punto de empezar a fracasar".