Opinión

Y a pesar de todo un buen año

Muchos analistas y medios de comunicación predijeron que 2018 sería un año muy negativo. Los que confiamos en el potencial del país no compartíamos los análisis catastrofistas y, a finales de 2018, los datos reales confirman la fortaleza de l'economía catalana.

Si nos fijamos en los datos macro, el diagnóstico es bastante claro. La actividad económica ha seguido aumentando. El PIB (Producto Interior Sucio) ha crecido un 2,7% hasta el tercer trimestre de 2018. Es un crecimiento más alto que el 2,5% de España y de la Unión Europea. Y el peso de la economía catalana en el conjunto de España sigue aumentando, Del 18,9% del total en 2000 ya se pasó al 19,2% en 2017.

Las exportaciones han seguido aumentando en 2018 (1,8%), aunque menos del que ha crecido al conjunto de España (3,5%) y representan el 25,3% del total de España. Un dato menos favorable se que ha aumentado el déficit comercial, puesto que las importaciones han tenido un incremento más elevado (6,4%).

El turismo sigue siendo un motor de la economía, puesto que también ha aumentado (un 1,1% hasta noviembre, según el INE) con un total de 19 millones de visitantes. En este caso, el aumento de turistas extranjeros (2,6%) ha compensado la caída de visitados del resto de España. Además, los precios de los hoteles han aumentado significativamente (5,7%, más que el 2,4% del conjunto de España).

Y la inversión extranjera ha crecido un 56,7% en el tercer trimestre de 2018. De todas maneras, en el conjunto de los nuevo primeros meses del año ha bajado un 16,8%. Hay que ver si en el cuarto trimestre de 2018 sigue mejorando la evolución. De acuerdo con el Financial Times, Cataluña sigue siendo la mejor región del sur de Europa para la inversión internacional.

Otros datos muy favorables de este año son la evolución del puerto (18% de incremento en mercancías), del aeropuerto (incremento del 7% en viajeros) y de la Feria Barcelona (12% de aumento de ingresos).

Estos datos positivos en relación con la actividad, tienen su efecto en el mercado de trabajo. Así, el paro ha seguido bajando, y al final del segundo trimestre era del 10,9%, mucho más bajo que el 15,1% del conjunto de España. Para valorar este porcentaje, podemos recordar que en 2013 el paro llegó a Cataluña casi al 25% de la población activa. Un aspecto que sigue pendiente es que la mejora de la economía general llegue a los salarios. Se han producido mejoras en los últimos meses, pero todavía no se ha recuperado el poder adquisitivo que había en 2008, especialmente en las bandas más bajas.

"Un aspecto que sigue pendiente es que la mejora de la economía general llegue a los salarios"

De cara al futuro siguen pendientes importantes retos: reducir el déficit comercial, mejorar los salarios, recuperar la fortaleza de la inversión extranjera, aumentar la inversión en I+D, adecuar la oferta formativa a las necesidades del tejido empresarial y social y resolver el déficit fiscal y de infraestructuras, entre otros.

En resumen, la economía catalana cuenta con buena salud. La realidad es terca y 2018 ha sido un buen año. Sin duda, de cara al futuro contamos con fortalezas importantes. Pero no podemos echar cohetes, también tenemos debilidades, hace falta no bajar la guardia y seguir trabajando de lo lindo, puesto que venden años difíciles por la economía europea y mundial.