El puerto de Valencia necesita a Teresa Ribera

El alcalde Ribó pide una nueva declaración de impacto ambiental por la ampliación de la infraestructura condicionada a la opinión de la ministra española

Ribó durante la reunión con con MSC | Cedida Ribó durante la reunión con con MSC | Cedida

"Pedimos la opinión de la ministra de Medio ambiente (Teresa Ribera, a estas alturas en funciones) que es la máxima autoridad en España y ante su opinión, aceptaremos lo que sea". Son palabras del alcalde de Valencia, Joan Ribó, sobre la controversia alrededor de la ampliación del puerto. Ribó, reconocido ecologista, ha declarado este jueves que está a favor de la expansión pero a condición de que haya una nueva declaración de impacto ambiental. "Estamos a favor de la ampliación pero queremos que se haga bien y que se tenga en cuenta todos los posibles impactos medioambientales. A nuestro entender esto exige una nueva declaración de impacto ambiental", ha apuntado.

Sus declaraciones se producen después de la reunión mantenida con el director general de MSC España, Francisco Lorente, y con el consejero delegado de MSC Valencia, Nacho Ballester. La naviera es la responsable de la construcción y explotación de la nueva terminal de contenedores, que ampliará hacia el norte las instalaciones de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) y que generará, según estimaciones, cerca de 3.000 puestos de trabajo entre la fase de construcción y la posterior explotación de la nueva terminal.

Con todo, la posición del Puerto es muy diferente de la del Alcalde. Al respeto, el presidente del APV, Aurelio Martínez, opina que la declaración ambiental actual continúa vigente, puesto que se realizó al inicio de unas obras que no han concluido. Según Martínez, la ley de evaluación ambiental de 2013 contempla que únicamente será necesario realizar nuevamente este trámite cuando se produzcan modificaciones que puedan suponer un incremento significativo en los siguientes supuestos: emisiones en la atmósfera, vertidos, residuos, recursos naturales, afección en espacios protegidos de red natural o del patrimonio cultural. "El informe técnico de mayo de 2018 elaborado por la Autoridad Portuaria y Puertos del Estado indica que no es necesario, puesto que no se cumple ninguno de estos supuestos. Además, el proyecto de ampliación norte consumirá menos materiales; en concreto, 1,5 millones de toneladas menos que la ubicación anterior y, además, las modificaciones se producen en el ámbito interior del puerto", sostiene el máximo directivo.

Aun así, en la reunión tanto el alcalde como el portavoz de MSC han coincidido en la necesidad que la ampliación se haga avalada con un informe del Ministerio de Fomento. "El ente más directamente afectado es Medio Ambiente y, por lo tanto, tiene que ser a través del informe que le pueda hacer el mismo mMinisterio de Fomento", ha apuntado el responsable de la compañía, Francisco Lorente.

En la reunión, los dos han remarcado también en que la solución para el acceso norte al Puerto tiene que ser ferroviaria, a pesar de que Ribó matiza que está a favor de la creación de una estación intermodal –sin especificar donde se tendría que ubicar- desde la cual dar cobertura en el transporte de contenedores hacia las diferentes localidades valencianas.

La posición contundente del alcalde ya había quedado patente en la última reunión del Consejo de Administración de la Autoridad portuaria de Valencia (APV), en la cual se había aprobado la oferta de Terminal Investment Limited (MSC) por la ampliación del recinto portuario, pero con su voto en contra. El único, pero. Ahora Teresa Ribera tiene la palabra.

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