Empresarios rescatan naves industriales abandonadas para reactivar la actividad en Amposta

El polígono de Tosses, en Amposta, acumula locales industriales y de ocio totalmente abandonados

Naves industriales abandonadas en el polígono de las Tosses, a Amposta | Jordi Marsal / ACN Naves industriales abandonadas en el polígono de las Tosses, a Amposta | Jordi Marsal / ACN

Empresarios e inversores han rescatado en Amposta una quincena de naves en manos de los bancos. Un grupo de empresarios, representados por un gestor inmobiliario, han adquirido catorce naves y tres parcelas del polígono de Tosses, que no han funcionado nunca y que tienen pendiente de finalizar la obra de construcción. Las alquilarán o venderán a pequeños negocios que buscan ampliar sus instalaciones en terrenos industriales y mantienen contactos con varias empresas para que se puedan instalar.

En el polígono de Tosses, donde se acumulan locales industriales y de ocio totalmente abandonados, un grupo de empresarios ha adquirido recientemente a un fondo de inversión catorce naves por poner-las a disposición de empresas que quieran instalar su actividad. En estos momentos, la nueva empresa constituida para comercializarlas, en régimen de alquiler o venta, trabaja en su limpieza y adecuación. "Están cerradas de hace muchos años", reconoce Manel Garcia, el gestor inmobiliario que ha ejecutado la operación de compra en nombre de la nueva sociedad creada por los empresarios.

Garcia: "Tenemos necesidad a Amposta. Hay empresas que se quieren ubicar y no encuentran lugar"

De forma paralela a estas tareas, la sociedad, de la cual Garcia no ha revelado los empresarios participantes ni las cifras de la operación, mantiene contactos con varias empresas, "mayoritariamente de fuera de Amposta y de las Terres de l'Ebre", porque se puedan instalar. "Tenemos necesidad en Amposta. Hay empresas que se quieren ubicar y no encuentran lugar", ha remarcado Garcia, asegurando que el objetivo final de la operación es dar salida a unos activos abandonados para que creen "valor añadido" y "riqueza en el territorio".

También el alcalde de Amposta, Adam Tomàs, reconoce que hay "carencia" de instalaciones para pequeñas empresas. Las naves de Tosses formaban un único activo bancario que el fondo de inversión quería vender en bloque, y a pesar de que "hacía tiempo que se intentaba comprar, no era fácil adquirirlas todas". Se trata de naves de dos plantas, de 500 metros cuadrados cada planta. "Son naves bastante buenas para poner pequeños talleres, por ejemplo, de ferretería. Algunos empresarios de la ciudad están en suelo rústico y no pueden crecer y ahora podrán ir al polígono, comprando o alquilando las naves", ha destacado Tomàs.

El consistorio se ha comprometido a facilitar los trámites urbanísticos necesarios para reactivar las instalaciones. La construcción de las naves no se acabó y requieren el certificado de final de obra. "Son temas urbanísticos que han quedado colgados durante años y hay que hacer casi arqueología urbanística", ha explicado el alcalde.

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