Oriol Segarra es un directivo optimista. El CEO de la histórica farmacéutica Uriach, centrada ahora en la vertical de los productos de Natural Consumer Healthcare y con una perspectiva holística del cuidado de la salud, opina que ante las condiciones económicas que sufre la Unión Europea, lo peor que puede hacer el consumidor es recluirse y hacer de la crisis una profecía autocumplida. Después de siete años de crecimientos estables y de una aceleración especialmente significativa a partir del 2020, la compañía con sede en Palau-solità i Plegamans argumenta que ha tomado las decisiones correctas. A pesar de que reconoce que los indicadores dibujan un ejercicio sombrío, el consejero delegado plantea "el 2023 como un año que acabará siendo bueno", contando con que Uriach se encuentra "en el sector adecuado en el momento adecuado".
Los resultados de la compañía no hacen sino ofrecer a Segarra más motivos para estas proyecciones positivas. La empresa ha anunciado una facturación de 235 millones de euros, que se elevaría a los 303 MEUR si se tuviera en cuenta lo que generó el negocio B2B que vendieron a principios de año –el CEO razona que ha dejado estas cifras fuera del cálculo total para hacerlo commensurable con ejercicios futuros–. El negocio de Uriach, así, cierra el 2021 con un crecimiento superior al 40%, después de un 2020 ya bastante exitiso en que llegó a los 165 millones de euros. El ebitda de la compañía sigue la misma tendencia, con un alza del 41% en términos interanuales, hasta los 38 millones de euros. A pesar de que la empresa no ha querido publicar el beneficio neto –"depende de demasiados factores", opina Segarra– las cuentas confirman "el alto crecimiento y rentabilidad" al que aspira la dirección; y sobre el que proyectan unos grandes resultados para el 2025. Uriach, así, espera facturar en tres ejercicios hasta 500 millones de euros, más del doble que en 2021.
A pesar de que, como confirman desde la compañía, el crecimiento orgánico del propio negocio del consumer healthcare de Uriach supera por sí mismo las dos cifras, el escalado que los lleva a los 235 MEUR responde en buena parte a la adquisición de la compañía Sidroga a principios del 2021, una firma de salud con más de siglo y medio de actividad y con presencia en Alemania, Suiza y Austria especializada en tratamientos de patologías de invierno –aguas termales, sales o tés medicinales, entre otros productos–. Según los datos facilitados por la catalana, el negocio de Sidroga aportó a sus cuentas unos ingresos de 50 millones de euros. La parte orgánica de los resultados, pero, sigue "en franca expansión", según el CEO, con buenos montantes "en todos los países y categorías" de su portfolio. Con una visión a largo, este ejercicio culmina lustro y medio con un crecimiento CAGR del 24%.
La gran aportación de Sidroga a la cifra de negocio, unida a que la base sobre que se compara el crecimiento del último ejercicio es un 2020 extremadamente marcado por los efectos de la pandemia, hacen que las expectativas de facturación para el 2022 se moderen dentro del optimismo. Así, de acuerdo con un 21 más productivo y sin la previsión de otra operación del nivel de la alemana, la compañía espera aumentar sus ingresos un 15% a finales de año. Segarra, así, reitera que las previsiones son "excelentes" teniendo en cuenta las limitaciones que suponen cuestiones como la inflación, la escasez de suministro o el impacto del conflicto a Ucrania. Con estas expectativas, Uriach no se marca límites. "Nuestra visión es convertirnos en el lider europeo del Natural Consumer Healtchare en los próximos años", elabora el consejero delegado.
Expansión internacional
A pesar de que durante el 2022 no se espera la incorporación al grupo de ninguna empresa de la medida de Sidroga, Uriach ha anunciado una adquisición más modesta que permite el aterrizaje en un mercado donde ya tenía productos, pero sin operativa en el terreno. La compra de la rumana Medimow, de la que Segarra no ha querido detallar el montante total, supone la consolidación de lo que ya era una joint venture al país por la cual la firma local distribuía en Rumanía muchos de los productos de Uriach. Con una facturación anual de unos 5 millones de euros, las expectativas de Segarra es que, con el nuevo control catalán, la firma llegue a aportar entre 7 y 10 MEUR en 2025. "El mercado en Rumania no es tan grande, pero hay mucha demanda por las soluciones naturales por las cuales apuesta Uriach", argumenta el CEO, que considera esta una "oportunidad muy atractiva".
A pesar de que el consejero delegado reconoce que hay posibilidades de más operaciones corporativas en el futuro, algunas de más alcance que las de este pasado ejercicio, todavía no hay nada cerrado. Acuerdos similares al de Medimow, como el que la catalana tiene en Grecia, no se concretarán en adquisiciones de nicho; mientras que algunas de las opciones de financiación para compras con más eco, como la salida a bolsa o la entrada de capital externo a Uriach, están descartadas. "Uriach tiene la intención de permanecer como una compañía independiente y autónoma que tome sus propias decisiones", declara Segarra, que reconoce que la empresa "está abierta en diferentes opciones corporativas para estar preparados cuando llegue el momento".
Con esta ambición global, Uriach ha llegado a operar ya en siete países, todos ellos europeos. La diversificación de mercados ha hecho que el negocio de Natural CHC de la catalana en el Estado español suponga solo un 25 % del total. La aceleración de su actividad fuera de España apunta hacia una consolidación en mercados como el alemán o el italiano, donde ya están muy presentes; pero también hacia posibles expansiones a nuevos territorios, con Francia como gran meta. Según Segarra, la firma pretende "ocupar los cuatro grandes mercados europeos –Francia, España, Alemania e Italia– para contar con una presencia sólida en el continente". Un proyecto de alcance regional que se complementaría con aterrizajes en territorios como los países nórdicos o determinados mercados de la Europa del Este.
Uriach en Sant Cugat
Adeás de la venta del negocio B2B durante el 2021, la compañía ya anunció su intención de trasladarse fuera de sus instalaciones de Palau-solità i Plegamans. Segarra ha confirmado la mudanza, y ha anunciado que el destino de la compañía será Sant Cugat del Vallès. A la espera de confirmar los últimos detalles, la empresa todavía no ha concretado la localización exacta de las nuevas instalaciones en el municipio vallesano, a pesar de que espera que el traslado esté cerrado para el próximo mes de septiembre.