El Departament d'Acció Climàtica de la Generalitat de Catalunya, mediante la Agència Catalana de l'Aigua, ha empezado el proceso para revertir o extinguir las concesiones de tres centrales hidroelècriques a varios puntos del territorio. Las plantas pasarán a estar bajo gestión de la energética pública catalana que, según el departamento, "entrará en funcionamiento antes de acabar el año".
En concreto, el Departamento revisará las concesiones de las centrales de Can Cheira, a Sant Quirze de Besora (Osona); la Cúbia, en Ripoll (Ripollès) y Villana, en Bescanó (Gironès). Más allá de estas revisiones, la ACA espera reformular todas las concesiones hidroeléctricas a las cuencas, así como comprobar la vigencia de las concesiones y el cumplimiento de los caudales ambientales. La consejería tiene competencias para repasar todas las concesiones interiores menos las correspondientes a la parte catalana de la cuenca del Ebro, que corresponden a la Confederación Hidrográfica del Ebro.
En el caso de la concesión a Osona, que finaliza el julio del 2024, la Generalitat ya ha comunicado el inicio del expediente y ha pedido toda la documentación a la concesionaria, a la ICAEN y a la Dirección general de Energía. En cuanto a la central del Ripollès, se espera extinguir el plazo concessional, que se otorgó a la empresa beneficiaria en 1946 por un periodo de 75 años.
En cuanto a la central hidroeléctrica de Villana, a Bescanó, el expediente de extinción de la concesión responde al "incumplimiento reiterado de las condiciones del título concessional" por parte de la empresa adjudicataria. Según ha informado el Departamento, la central ya ha recibido ocho sanciones por estos asuntos, relacionados con la inexistencia de sistemas de control obligatorios, el caudal concessional y de mantenimiento o la carencia de comunicación de los datos del caudal derivado de la central.