Berneda: "Las empresas tienen que estar al lado del pueblo"

"Ningún político pasaría una entrevista de trabajo en mi empresa", asegura el CEO de Munich

Xavier Berneda es propietario y CEO de Munich. | Carolina Santos Xavier Berneda es propietario y CEO de Munich. | Carolina Santos

Xavier Berneda es copropietario y CEO de Munich. No le gusta demasiado hablar de él. Explica que era un mal estudiante, pero se ganó el pan en la fábrica y se fue a China a buscarse la vida. Es la tercera generación de una familia de zapateros creada en 1939 coincidiendo con el final de la Guerra Civil. Sus primas lo despidieron de la empresa y volvió seis meses después más calzado que nunca. Su símbolo es la X. No cree en el éxito y busca experiencias en alta mar. Como CEO se identifica más con Indiana Jones que con Josep Lluís Nuñez y tiene una opinión muy clara sobre los políticos y la Marca Barcelona.

"Era muy mal estudiante y después de dejar inacabados varios cursos de FP, mi padre me tiró de las orejas y me llevó a la fábrica", explicaba años atrás.

No me gusta demasiado hablar de mí, pero sí: era mal estudiante, nefasto. Iba a una escuela del Opus donde intentaban reconducirme y no prestaba demasiada atención. Dicen que soy hiperactivo y que tengo TDAH, yo considero que hablo deprisa y tengo mucha memoria. Hice Electrónica y Administrativo y empecé a trabajar en la fábrica. El primer día limpié un atasco que había en el lavabo de mujeres. Me tenía que ganar el pan.

¿Cómo empezó a ganarse el pan?

Hice un proceso de aprendizaje con el calzado: fabricación, coser, parar, montar, curtir pieles en Igualada, llevar el área comercial en Andalucía, Almería, Extremadura, Lleida o Girona y abrir en Andorra. Con poco más de 20 años fui a China a buscarme la vida y empezamos a exportar en Àsia. Hicimos un producto de moda, valor añadido y con materiales nobles.

"Munich es una empresa, antes era un caos y un desastre familiar"

Es la tercera generación de una familia de zapateros creada en 1939.

Era 1939 cuando mi abuelo le dijo a su jefe durante la Guerra Civil que quería hacer zapatos. Era contingente de piel y el Estado dejaba que fabricaras a cambio de hacer botas para el ejército que es el gran fabricante de botas militares de este país. Vivíamos en dictadura, no se podía exportar y solo había el mercado interno. Sobrevivimos. La historia es esta, me puede gustar más o menos, pero no la puedo cambiar.

Munich Berneda

Fotografía de Carolina Santos

 
¿Munich es empresa familiar o familia empresaria?
 
Munich es una empresa, de la familia solo somos tres: mi hermano, mi hijo que está haciendo zapatos y yo. Solo somos dos socios, cadauno tiene su rol y empujamos hacia adelante. Los resultados demuestran que lo estamos haciendo bien. Antes era un caos y un desastre familiar. Había gente que no trabajaba y no se ganaba el pan que se llevaba cada mes.
 
No está demostrado que por llamarte Berneda puedas ser director general de la compañía. De hecho, es bastante extraño que en todo el mundo yo sea el más adecuado para liderar la compañía. Las familias entienden a veces el modelo de negocio y saben qué se puede hacer y qué no porque lo han vivido desde pequeños. Puig es un buen ejemplo de directivo familiar con buenos resultados. Es Succession.
 
También estuvo seis meses fuera de Munich.
 

Me despidieron, de junio a noviembre. Al final es cómo un divorcio, no te discutirás por quien se queda el perro aunque lo quieras mucho. Seguramente la parte que vendió lo hizo por menos de lo que quería y yo pagué más de lo que quería.

Xavier Berneda

Fotografía de Carolina Santos

 
¿Empresario o emprendedor?

Yo soy empresario. La palabra emprendedor está malograda y mal dicha. Estuve en Esade y les pregunté qué querían hacer y todos me respondieron que querían crear una startup, ganar mucho dinero y venderla. O no enseñan bien lo qué tienen que enseñar o hemos perdido la construcción de país y los valores de territorio. Yo me podría vender la empresa mañana y vivir con lo que tengo, pero al final tengo una corresponsabilidad.

¿Qué corresponsabilidad?

El empresario da trabajo a los trabajadores y de comer a sus familias. Siempre digo a mis hijos que el que no esté muy preparado tendrá acciones pero no tendrá voto porque el trabajador no tiene ninguna culpa que "un mono con pistolas" lidere el proyecto.

"No creo en el éxito. Está muy bien ganar dinero y que las cosas vayan bien, pero cuando pruebas el caviar tampoco hay para tanto"

¿A qué asocia unos zapatos?

Es como ir a comer: hay quién come rápido y corriendo y hay quién lo valora. No me fijo tanto en los zapatos de los otros y sí que me preocupo por nuestros zapatos: el perfil de usuario, los valores, el precio, puntos de venta, las fronteras, el turismo, la sociedad... Tenemos una marca sostenible que se llama Duuo y está hecha en Barcelona con productos reciclados o de segunda vida. Esto es querer y tener valores de marca.

Habla también a menudo de estética, comodidad y calidad.

Totalmente. La calidad por encima de todo y de hecho, tenemos un grupo de Whatsapp que se llama así. Cuando preguntamos a la gente cuáles son los valores de nuestra marca y porque compran Munich, muchos hablan de calidad. Te tienes que comprar unos zapatos que te duren y si no te duran, que haya una respuesta inmediata.

La X como símbolo.

La X es una solución técnica para cerrar el zapato. Tenemos nuevos proyectos de fabricación con tecnología.

"No hay que hacer compras online cada día porque hay muchos productos de proximidad. Ha habido trampas en el mundo de la logística en Europa"

¿Cuál es el secreto del éxito de Munich?

No creo en el éxito. Si quieres ganar dinero tienes que tener un trabajo sólido, sin endeudamiento a largo plazo y puntos de estrés de la tesorería para garantizar las compras, tener un cash-flow positivo y formar a los trabajadores para que estén mejor preparados. Vamos creciendo y facturando. Está muy bien ganar dinero y que las cosas vayan bien, pero cuando pruebas el caviar tampoco hay para tanto. Es el equilibrio entre la empresa y la familia.

¿Cómo es este equilibrio?

Me gusta ir solo de vacaciones, al menos un par de veces al año. Mi abuelo siempre me decía que pasaría ocho horas aquí dentro y que me llevaría los problemas a casa, así que te lo tienes que pasar bien. Cuándo todo son angustias es cuando tienes problemas de salud, mental y complejos. Hay que ir paso a paso y cuándo haces la foto de todo este tiempo verás que no te ha ido mal: has podido pagar la escuela de los hijos y tener una buena vida. No soy el promotor de las entrevistas, me haría ilusión que me llamaran de La Sotana aunque perdiera algún cliente para decir alguna animalada pero me reiría y sería una buena experiencia. Hace muchos años que no quiero nada por mi cumpleaños, puedo comprar todo lo que quiero y no es que quiera un barco... Me gusta la experiencia de ir a pescar a las 5 de la madrugada y que no sea todo material.

Xavier Berneda
Fotografía de Carolina Santos

¿Cómo vivió la pandemia?

Tenemos la fábrica en Igualada y fuimos los primeros que nos llegó el confinamiento total. Llevaba cada día el almuerzo a nuestros trabajadores que eran los Chernobyl Boys. Aceleramos el online con la captación de leads y datos e hicimos mascarillas baratas para aportar soluciones e intentar sobrevivir. Josep Lluís Trapero y algún alcalde llevaban nuestras mascarillas que tenían poco margen y no nos hacían ganar dinero.

Las empresas tienen que estar junto al pueblo. Me parece muy bestia que hubiera gente que vendiera mascarillas a 30 euros. Es insultante que valga 0,80 y se hable de comisión con el precio de venta. A esto se le llama margen comercial. Hay gente que se ha forrado con la dolencia y el dolor de muchas familias. Me da igual quién lo haya hecho, sea la Comunidad de Madrid o la Generalitat de Catalunya. Querían ganar dinero con la pobreza y con lo mal que lo estábamos pasando todos.

"Ningún político pasaría una entrevista de trabajo en mi empresa. No puede ser que yo cobre una nómina más alta que el presidente del Gobierno. Quiero a los mejores liderando un proyecto que se llama país"

"No hay furgoneta para tanto paquete online", asegura.

Tú vas al supermercado una vez por semana y por lo tanto, no puedes estar comprando cada día en Amazon. Tu compra no es sostenible ni responsable, la logística tiene que cambiar y migrar en la red. Todos ganaremos si compartimos, sino al final habrá un impuesto para cada furgoneta que entre en la ciudad. Todos queremos tener un buen precio, ser efectivos, ganar dinero y dar satisfacción al cliente pero estamos pagando muy poco por el servicio de entrega que damos.

¿El ecommerce es sostenible?

Aunque estoy al otro lado, soy honesto. Los conductores trabajan muchas horas por un sueldo miserable y esto hay que arreglarlo. Ha habido trampas en el mundo de la logística en Europa. Todas las empresas estatales de correos de cada país se han quedado un operador. El correo tradicional se estaba muriendo y con el dinero del contribuyente se han comprado empresas privadas. De nuevo, tenemos que ser corresponsables y no hay que hacer compras online cada día porque hay muchos productos de proximidad. Hablamos a menudo de la responsabilidad del producto que no es fast-fashion. Así pues, tenemos que comprar más caro para que dure más y no estamos teniendo en cuenta el envoltorio o la forma de comprar.

"Europa nos ha dado alguna subvención, pero la administración me ayuda muy poco. Quien más me ayuda son los proveedores, los clientes y sobre todo los trabajadores"

El año 2008 ganó el premio Joven Empresario de Aijec. ¿Se siente representado como empresario por los políticos actuales?

No. No creo que ningún político pasara una entrevista de trabajo en mi empresa. Ni mucho menos. Es verdad que están mal pagados y no puede ser que yo cobre una nómina más alta que el presidente del Gobierno. Quiero a los mejores liderando un proyecto que se llama país, ya sea Catalunya, España o Europa. No me siento representado y todavía menos ahora. Nada.

¿Cómo es la relación de Munich con la administración?

No tengo ningún tipo de relación con la administración. He sido presidente de la Asociación de Fabricantes y Distribuidores de Artículos Deportivos (Afydad) y nos hemos dedicado muchos años a exportar. El plan sectorial para toda la industria del deporte eran 300.000 euros, nos tocaban 90.000 euros y esto dividido por todas las empresas que exportan resultaba 800 euros por cabeza. Todo esto teniendo en cuenta toda la documentación para recibir la subvención del Estado, el plan de explotación, la misión estudio donde te explicaban que se tenía que estudiar el mercado con el ICEX. Europa nos ha dado alguna subvención, pero la administración me ayuda muy poco. La administración local te ayuda para hacer una ampliación de fábrica o los permisos, pero los que más me ayudan son los proveedores, los clientes y sobre todo los trabajadores que han demostrado estar junto a la empresa durante la pandemia. Han trabajado muchísimo y no ha habido ninguna mala cara.

Xavier Berneda i Víctor Costa
Fotografía de Carolina Santos
 

¿Qué le parece la Marca Barcelona?

Con la alcaldesa que tenemos, mal. Ahora corremos todos para hacer la Copa América cuando hace dos años fuimos contaminados con el Four Seasons. Los dirigentes de Barcelona son militares a pie cambiado. No van nunca bien. El 22@ son empresas multinacionales y hace mal olor. Los trabajadores quieren vivir en Barcelona y esto da vergüenza. Aquí no hay ratas, hay nutrias. Nos convertiremos en una ciudad low-cost. Todos queremos trabajar y ganarnos la vida. Tener una ciudad digna no tiene que ver con ser de izquierdas o derechas.

"Los dirigentes de Barcelona son militares a pie cambiado. El 22@ son empresas multinacionales y hace mal olor. Tener una ciudad digna no tiene que ver con ser de izquierdas o derechas"

¿Qué necesita la capital catalana?

Un buen profesional que la quiera y que tenga una ciudad cómo la tuvimos años atrás. No necesitamos más. Hacer pocas cosas pero bien hechas y apuntar donde toca. Me sabe mal porque cuando voy a Madrid veo una orgía de acontecimientos y nos pasarán por delante sí es que no lo han hecho todavía.

"España no vende, pero Barcelona sí y Catalunya es la gran desconocida", aseguraba en 2015. ¿Todavía es así?

No. Ahora ya no vende ni España, ni Catalunya ni Barcelona. Si bien es cierto que Barcelona siempre ha tenido un nicho de mercado muy importante en Italia y Francia. Es una ciudad maravillosa y los directivos hablan del MWC, la moda o la Costa Brava. Tenemos una red de transporte público muy digno y tenemos que intentar escucharla y venderla. Es todo un poco caótico.

¿Referentes?

Las ciudades del norte, cómo Copenhague. Londres, Florencia y Milán también son ciudades que mantienen el nivel. El empresario o el directivo que viene aquí a hacer negocio necesita que se lo pongan fácil. Tenemos un aeropuerto próximo y la Fira de Barcelona da entrada a la ciudad.

"Es complejo dejar que alguien decida por ti cuando te estás jugando el patrimonio"

¿Cuál es su visión de Munich?

Trabajo bastante en agosto para revisar todos los correos del último año. Hablo con mucha gente y me desplazo para hacer un café sin límites de tiempos. Munich es una empresa bastante personal. ¿Mi visión? La compañía se tiene que profesionalizar y dar un paso más. Estamos haciendo pruebas en el área textil y estoy muy contento con el equipo de diseño. Hay muy buenos profesionales.

¿Cómo decide Xavier Berneda?

Escucho y a veces me dejo influenciar por los otros. Puedo tirar para atrás y volver a empezar. Consulto con las personas que son importantes para mí. Por ejemplo, tengo un buen amigo que le ha ido muy mal como empresario, pero siempre me ha dado consejos muy buenos. Es la broma aquella de "consejos vendo, pero para mí no tengo". Mi hermano y yo somos los propietarios de la compañía, soy el CEO y de la familia. Es complejo dejar que alguien decida por tí cuando te estás jugando el patrimonio.

Xavier Berneda
Fotografía de Carolina Santos

¿Dirección general externa?

No, ni mucho menos.

¿Entrada de inversores?

Cada vez que salgo en la prensa, me contacta alguien por LinkedIn diciéndome que tiene mucho dinero para invertir a Munich. No tiene sentido. Recompré la parte de mis primas hipotecando mi vida porque no quiero que nadie dirija mis decisiones y esto que me conocen más que el consejero delegado de un banco. Podemos cometer muchos errores, pero no el mismo. Tenemos grandes posiciones directivas, pero no hace falta que sean de CEO. Hay dos tipos de CEO: el explorador y el garbanzo contador. Es decir, están Josep Lluís Nuñez e Indiana Jones. Yo soy más de Indiana Jones para explorar y hacer aventuras. Una compañía tiene que hacer movimientos para sacudir el consumidor y vender.

"Hay dos tipos de CEO: el explorador y el garbanzo contador. Es decir, están Josep Lluís Nuñez e Indiana Jones"

¿Cuál es el legado familiar?

Mi abuelo era el legado social. Era muy inteligente e hizo muchas burradas en su vida. Yo vivía con mis abuelos y un día estaba haciendo divisiones y no me salían. Se cabreó y le dijo al profesor que yo no tenía que restar ni dividir, solo tenía que sumar y multiplicar. Mi abuelo se fumaba un puro y me decía que esto era la política.

Un último aprendizaje.

Últimamente, he visto muchos casos de la poca conexión que hay entre la dirección y los trabajadores. Al final, todos buscamos lo mejor para la compañía y no puede ser que la propiedad vaya por un lado y los trabajadores, por otro. Después del coronavirus, todo el mundo quiere muchos derechos y pocas obligaciones. Tengo que continuar bajando peldaños, no hay que ser "el jefe infiltrado" pero hay que estar allá. Hay mucha gente que no sabe de qué va su propio negocio.

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