
"La gente considera que colaborar y competir no pueden ir de la mano. Yo creo que sí, porque podemos aprender los unos de los otros y porque es un win-win bono por los clientes y para los negocios". Que haga esta afirmación una empresaria con experiencia en cargos directivos de empresas como Google, General Electric y NH Hoteles, como lo hace Isabel Aguilera es una señal. Y por si alguien continúa creyente que es preferible trabajar solo, la ejecutiva española pone un ejemplo muy sencillo: "Por qué quieren en grupo los pájaros? Porque es más eficiente. Nosotros también tenemos que aprender a ser más eficientes trabajando en equipo". En el último TEDxEsade, Aguilera pone sobre la mesa la importancia de colaborar y marca cinco pilares básicos para la mejora grupal y personal.
1. Un nuevo modelo educativo
"La colaboración es algo que se adquiere gracias a la educación", sentencia Isabel Aguilera. Si la formación que se recibe a lo largo de la infancia y la juventud no incluye valores colaborativos, la actitud que una persona tendrá a su vida profesional será individualista. Ella identifica en el sistema educativo un vacío en cuanto a la "generosidad, reconocimiento y boy escout de los otros, capacidad resolutiva, y humanidad". Unos valores que sólo se pueden fomentar con un programa que incluya el "desarrollo de las habilidades y capacidades idóneas para generar el ecosistema colaborador".
2. Diversidad en el entorno de trabajo
"El talento y los méritos tienen que ser la base para la selección de los futuros profesionales", señala Aguilera. La empresaria considera que el gran error de las compañías está a alistar gente "para toda la vida", cuando los directivos podrían sacar provecho de las potencialidades de cada persona enfocándolas a proyectos concretos. Así pues, su consejo es cambiar la tendencia y ser más funcionales: "La cabeza tiene que pensar que cada objetivo tiene unas necesidades, por el que el equipo para conseguirlo tiene que ser creado expresamente para él".
La ventaja que los profesionales que pasan de manera transitoria para una compañía es de crecer en el ámbito personal. "Sólo así podremos nutrirnos del que es bueno de cada persona que conocemos", puntualiza.
3. Infraestructuras adaptadas al ecosistema
La atmósfera tiene que propiciar el trabajo colaborativo y la base implica ofrecer unos recursos tecnológicos y un espacio adecuados. "La tecnología tiene que dar acceso a la información y tiene que servir por monitoritzar los adelantos, corregir errores y garantizar que el objetivo final es igual para todos", explica la empresaria, "mientras que un buen espacio de trabajo facilita la interacción dentro del equipo". El resultado es el que ella define como una "atmósfera buena, libre y donde todo el mundo tiene acceso al conocimiento y la posibilidad de exponer opiniones para debatir".
4. Jerarquía sin autoritarismos
Dada la diversidad de especializaciones en un equipo, tener una estructura donde cada persona tiene un cargo definido y afín a su preparación es una cuestión de lógica y optimización del trabajo. Pero esta división de las tareas no tiene que implicar hermetismo, sino que tiene que ser el que enriquezca los adelantos diarios. La opinión de una persona ajena a las rutinas diarias puede ser la visión externa que detecte un error importante. Por eso, Isabel Aguilera no duda a recordar que "la igualdad no es útil para la colaboración ".
5. Un líder visionario e inspiracional
La persona que adquiere el rol de líder tiene que tener claro cuál es el hito principal del equipo y tener visión de futuro . Entre las habilidades que tiene que tener, Aguilera destaca las siguientes: "Detectar la mejor estrategia para la compañía, encontrar y corregir los posibles errores, y ser crítico y visionario".
Además, tiene que tener la capacidad de encontrar aliados, dosificant la información propia del proyecto y de la compañía que se hace pública. Es decir, "tiene que ser un talento que pueda contribuir a la competitividad sana, compartiendo el hecho necesario para la mejora del equipo". Y la empresaria añade un último requisito indispensable: "No tener miedo, saber afrontar el riesgo e inspirar el resto de compañeros".