Una recuperación diferente

El ministro Escrivá defensa ante Fomento la gestión de una crisis económica que deja unos datos muy diferentes a la de 2008

El ministro Escrivá durando el almuerzo de | Foment del Treball Cedida El ministro Escrivá durando el almuerzo de | Foment del Treball Cedida

La recuperación de la crisis económica provocada por la pandemia deja unas sensaciones muy diferentes de la de fecha reciente más de una década. El que el gobierno del Estado denominó, durante los meses más duros de la pandemia, "el escudo social" para el tejido empresarial y los trabajadores del país ha abierto un camino hacia una recuperación con un talante diferente de la de la crisis financiera. El ministro de Seguridad Social, Inclusión y Migraciones del gobierno español, José Luís Escrivá, celebra que los datos de ocupación que deja el segundo verano pandémico eran impensables en anteriores periodos de inestabilidad económica. "Si en febrero del 20 nos hubieran dicho que ya estaríamos recuperando los niveles de ocupación pre-crisis, no lo hubimos creído", afirma.

Escrivá expone la acción del gobierno central y el futuro inmediato ante los empresarios catalanes en un momento de tensión por la negociación colectiva. Los Almuerzos de Foment del TreballPwC reciben el titular de Seguridad Social con las reservas del tejido empresariales por la subida del Salario Mínimo Interprofesional o la ampliación de los ERTEs. Todo y los desavenencias entre gobierno y patronal, pero, el presidente de la patronal Josep Sánchez Llibre celebra las conversaciones con el gobierno como una "historia de éxito", reivindicando el retorno en los "grandes acuerdos" entre ejecutivo y agentes sociales que se han dado varias veces durante la pandemia. 

Escrivá: "Si en febrero de 2020 nos hubieran dicho que ya estaríamos recuperando los niveles de ocupación pre-crisis, no lo hubiéramos creído"

"20 meses después de iniciarse la crisis del 2008, en Catalunya se habían destruido 300.000 puestos de trabajo – afirma Escrivá – mientras que a estas alturas ya se han recuperado prácticamente todos los que se habían destruido durante el inicio de la pandemia". El ministro celebra los buenos datos que quedan después de la aplicación del programa del gobierno central, y celebra, de hecho, que marcan una nueva tendencia en el tejido productivo español. "Hay un conjunto de sectores de la economía que ha creado mucha ocupación, incluso durante la pandemia". La industria tecnológica o las empresas digitales han sido el motor de la recuperación, han compensado, afirma el ministro, "la caída en hostelería, agencias de viajes o transporte aéreo".

Catalunya marca una tendencia hacia la recuperación, pero, incluso en los sectores más afectados por las restricciones – internas e internacionales – provocadas por la pandemia. Sectores como la restauración o los juegos de azar tienen una porción de los trabajadores en ERTE en relación al nivel que tenían a principios del 2021, afirma Escrivá, que celebra que ya queden menos de 50.000 empleados en esta situación al país.

En cuanto a los trabajadores autónomos, el ministro defiende la gestión del ejecutivo central como "una de las más sensibles" del entorno europeo. "El esquema de protección de los autónomos – razona Escrivá – ha estado comparable, o incluso superior, al mecanismo de los ERTEs", en cuanto que las ayudas no solo se han producido por la paralización de la actividad, sino también por la caída de beneficios en el caso de los trabajadores que han podido continuar operando – y todo ello ligado al ministerio de Seguridad Social, sin transferencias autonómicas como las que han funcionado en el caso de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo.

Formación, formación, formación

 

"El invierno pasado el que tocaba era proteger las empresas a cualquier coste, pero ahora tenemos unas condiciones diferentes y nos hemos adaptado". El ministro de Seguridad Social defensa así un plan a medio plazo relacionado con los ERTEs que pueda contribuir a una reforma del tejido empresarial español en un sentido renovador y más productivo. "Se tiene que poner énfasis a capitalizar los trabajadores que permanecen afectados", afirma, defendiendo la formación como alternativa principal al formato de regulación temporal de la ocupación actual.

"Queremos aprovechar para implementar programas piloto de formación de los trabajadores, bien para adaptarse a otros roles en la empresa, bien para cambiar de sector"

 

Los sectores que más trabajo generan, afirma el ministro, su altamente especializados, y otros países europeos han entendido antes de que el Estado la necesidad de adaptar su fuerza de trabajo. "En Alemania hay unas 80 horas de formación dentro de las empresas, mientras que en España no llegamos a 20". La capitalitzaciódels tiempo de los trabajadores en ERTE – unos trabajadores "muy concentrados en cuatro o cinco sectores" especialmente afectados por las restricciones de la pandemia – pasa por una formación dentro de la compañía, pero con contribución de la administración que los permita reconducir su perfil profesional. "Queremos aprovechar para hacer programas piloto de formación para los trabajadores, bien para adaptarse a otros roles dentro de la propia empresa, bien para cambiar de sector".

La flexibilidad laboral reivindicada por el tejido empresarial aparece al discurso del ministro como indicador de alternativas laborales. El que surgiría de un modelo formativo vinculado a los ERTEs como el que propone el ejecutivo, afirma Escrivá, es "un modelo de flexibilidad interna que haga que en España el ciclo económico deje de destruir trabajo". Cambiar la cultura empresarial y laboral en este sentido, pero, pide «un sistema de incentivos – defiende – tanto para el trabajador como por la empresa» que permita vincular las ayudas públicas a la ocupación a "un modelo de éxito que no expulse los trabajadores del mercado de trabajo".

Iguales y productivos

"El análisis económico actual ya no plantea el tradeoff entre eficiencia y equidad", afirma Escrivá, que considera el gran problema de una sociedad como la española «los extraordinarios y crecientes niveles de desigualdad», una amenaza, según el ministro, por la cohesión social del país. "El salario mínimo se ha generalizado en los países del entorno", argumenta, precisamente porque opera como un mecanismo de predistribución de renta - "más eficiente", defensa, que las medidas únicamente redistributivas.

"El análisis económico actual ya no plantea el tradeoff entre eficiencia y equidad"

La meta de subida del Salario Mínimo Interprofesional en el Estado Español se enmarca, tal como indica Escrivá, en el estándar internacional del 60% del salario mediano. Según el diagnóstico del ministro, el crecimiento del sol salarial en un contexto como el español tiene una afectación "mínima" sobre la salud del mercado de trabajo, siempre que este se mantenga dentro de unos límites – en que se enmarcan los objetivos del gobierno. La afectación de la primera subida acordada por gobierno y agentes sociales, pero, "es todavía difícil de estudiar", reconoce Escrivá, "por los efectos que ha tenido la pandemia sobre el mercado de trabajo".

La posibilidad  de que algunos grupos de población – el ministro pone de ejemplo los jóvenes – o sectores productivos – los de menos valor añadido – se puedan ver afectados por la subida del SMI requiere, en todo caso, "trabajar sobre los casos concretos" sin descartar la medida. "Si un mira los países centroeuropeos y nórdicos sus niveles salariales no generan ninguna reducción de niveles de trabajo, pero favorecen la mejora de la productividad". "Los incentivos son esenciales a la economía – defiende Escrivá – y hacen falta incentivos adecuados para cambiar y transformarse".

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