El primer nanosatélite lanzado por Catalunya, Enxaneta, ha completado su misión y ha reentrado en la atmósfera con éxito y de manera sostenible. Tres años después de su puesta en órbita, Enxaneta se ha desintegrado al contactar con las capas altas de la atmósfera terrestre, sin dejar rastros de basura espacial en la órbita de la Tierra, tal como exige la Agencia Espacial Europea (ESA). Durante este período, el nanosatélite ha cumplido con el objetivo principal de la misión, adjudicada a la empresa Sateliot, que era desplegar servicios de conectividad global de Internet de las Cosas (IoT) y obtener datos de sensores ubicados en todo el territorio catalán, especialmente en zonas con poca cobertura.
El Enxaneta —nombre con el que los niños del Club Super 3 bautizaron el aparato— consta de tres unidades y pesa poco más de 4 kg. El 22 de marzo de 2021, el Gobierno lo lanzó, convirtiéndose así en el primer nanosatélite catalán en llegar al espacio. Para hacerlo, se utilizó un cohete lanzador que se ubicó en la estación espacial de Baikonur, en Kazajistán.
El 22 de marzo de 2021, el Gobierno lo lanzó, convirtiéndose así en el primer nanosatélite catalán en llegar al espacio
Después de más de tres años, el aparato ha completado la fase de reentrada en la atmósfera alcanzando "con éxito" los objetivos principales de la misión: desplegar servicios de conectividad global de IoT para la obtención de datos de sensores ubicados en toda Catalunya y validar la viabilidad de estas conectividades para cubrir carencias de cobertura en ámbitos como el agrícola, el ganadero o el climático, según señala el Gobierno en un comunicado.
Así, el ejecutivo ha destacado que el Enxaneta ha permitido consolidar una nueva tecnología que permite a los operadores conectarse con la red de satélites cuando necesitan cobertura 5G para ofrecer conectividad. Una innovación que supone "una revolución" para la industria del IoT y que ha sido certificada y avalada por la ESA.
Reentrada sostenible
Todo esto lo ha logrado, según el conseller de Empresa y Trabajo, Roger Torrent, "de manera sostenible", ya que la reentrada ha estado "totalmente alineada" con las recomendaciones europeas de mitigación de basura espacial. El Enxaneta inició la fase de fin de misión a mediados de abril, y desde entonces ha ido perdiendo altitud hasta reentrar en la atmósfera terrestre y desintegrarse por completo.
Un fin de fase "controlado y rápido" que ha evitado los efectos derivados de los restos de basura espacial, como las colisiones de pequeños fragmentos con satélites y naves tripuladas, o la obstrucción del cielo visible para observaciones astronómicas, entre otros.
El Enxaneta ha sido el primer nanosatélite de la estrategia NewSpace de Catalunya, una iniciativa que cuenta con la colaboración del Instituto de Estudios Espaciales de Catalunya, la Fundación i2CAT y el Instituto Cartográfico y Geológico de Catalunya.