El sistema de frenado de emergencia autónomo, el asistente de mantenimiento de carril y el control de crucero adaptativo. Son las tres tecnologías de ayuda a la conducción que serán obligatorias en los nuevos modelos de vehículos a partir de mayo de 2022 en Europa. Dos años después, todos los vehículos que se fabriquen los tendrán que incorporar. Son sistemas inteligentes que pueden salvar vidas en la carretera y que el RACC y la Federación Internacional del Automóvil (FIA) han incluido en una nueva campaña.
El objetivo es difundir cuáles son estas tecnologías y para que sirven, de forma que los ciudadanos puedan conocer sus funcionalidades, sus beneficios y también las limitaciones de estos mecanismos. Los Sistemas Avanzados de Ayuda a la Conducción (ADAS) protegen la seguridad de los conductores, pero también la de los pasajeros de los vehículos, la de los ciclistas y la de los peatones.
Según datos de la Comisión Europea que ha difundido el RACC a través de un comunicado, los ADAS tienen potencial para salvar más de 25.000 vidas y evitar 140.000 heridos graves en Europa en un periodo de 15 años. La campaña del RACC y la FIA se difundirá en varios países de Europa, África y Asia. Las imágenes y vídeos animados que la conforman incluyen mensajes como: "Un buen amigo te hace ir por el buen camino. Los ADAS también, gracias al asistente de mantenimiento de carril. Familiarízate con todos los Sistemas Avanzados de Asistencia a la Conducción. Puedes confiar en ellos. Como en un amigo".
Uno de los sistemas que se explican es el de frenado de emergencia autónomo, que emite una alerta en caso de detectar la presencia de un obstáculo en la carretera y frena el vehículo de manera automática si el conductor no interviene. Hay que tener en cuenta que algunos de estos sistemas sólo detectan vehículos, mientras que otros también identifican a peatones y ciclistas.
El asistente de mantenimiento de carril es otro de los mecanismos que será obligatorio pronto. Se trata de una alerta al conductor si este se desvía involuntariamente y que automáticamente hace volver el vehículo a la posición correcta. Este sistema también tiene limitaciones, puesto que puede fallar en carreteras muy irregulares, con muchas curvas sucesivas.
El tercer sistema con que tendrán que contar todos los vehículos es el control de crucero adaptativo, que mantiene una velocidad constante e identifica los vehículos del entorno para adaptarse a la velocidad del tráfico. Si la velocidad es muy baja o muy elevada, o si hay malas condiciones meteorológicas, el sistema puede fallar.